Tomas-Hidalgo

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Opinión

La culpa no es del Cha-cha-chá

10 septiembre, 2017 13:53

La culpa fue del Cha-cha-chá! Con esta frase el cantante de Gabinete Caligari trataba de excusarse por llegar tarde a una cita. Siempre se ha recurrido a frases hechas para tratar de eludir la responsabilidad de los actos propios, excusas utilizadas más o menos creíbles.

La culpa es más compleja. La culpa -dice wiki- es la experiencia disfórica que se siente al romper las reglas culturales (tanto religiosas, como políticas, familiares, de un grupo de pertenencia, etc), o por el pensamiento de cometer dicha transgresión.

 Esto, con ser cierto, no es suficiente; estamos hablando de un sentimiento, el sentimiento de culpa, el remordimiento, el arrepentimiento como elementos consustanciales.

Me falta otra culpa y su culpable o culpables, la que determina la responsabilidad legal y, aquí viene otra vez Wikipedia en mi ayuda, (al fin y al cabo hemos cambiado el medio por el cual nos informamos para sostener una opinión, en primer lugar, la buscábamos en la experiencia, en el conocimiento adquirido día a día o, si era muy específica, la buscábamos en la enciclopedia británica o en el diccionario de Larousse. Ahora, es Wikipedia)

Volviendo al asunto y, sobre el otro concepto de la culpa, la culpa legal, como decía la que otorga responsabilidades de mucho más calibre, “El concepto de culpa penal es semejante al de culpa civil: en ambos casos la culpa se define por una omisión de la conducta debida para prever y evitar el daño. Se manifiesta por la imprudencia, negligencia, impericia o inobservancia de reglamentos o deberes

Decía Friedrich Nietzsche “No nacemos con culpa si no que esta nos es otorgada”

Lo que está ocurriendo en Cataluña es, como dice la primera acepción de la culpa, una ruptura de las reglas (culturales, políticas, familiares, de un grupo de pertenencia, etc). En los rupturistas -tal y como están las cosas- no vamos a encontrar un sentimiento de culpa porque creen que, ni se rompe una cultura o política, ni creen, equivocadamente,  que no rompen una familia o grupo de pertenencia. Muy al contrario, creen que la historia en común que tenemos los españoles y Cataluña como una parte de España es inexistente. Por tanto, no van a tener remordimiento, a estos no les voy a otorgar esta culpa, no tienen ese sentimiento, esa emoción desagradable o molesta.

Y la segunda acepción de la culpa, la legal; tiene a mi modo de entender varios culpables, aunque por lo contundente de tal asignación (está recogido en las reglas que) quien otorga esa responsabilidad, esa culpa son los jueces; pero aún así, nuestra ley, nuestra democracia permite la libertad de opinión y, otorgar de forma precavida sustentada con la razón, con el análisis y lógicamente de forma presunta este otro tipo de culpa.

Durante 40 años se ha permitido, día sí y día también, que los separatistas catalanes, antes escondidos, embozados bajo el chambergo y la capa larga de las tesis nacionalistas tuvieran la suficiente influencia en la conformación de distintos gobiernos de la nación por culpa de una ley electoral creada “ad hoc” (grave error jurídico y político) para darles la ultrajada representación política en el Congreso, que no tendrían ni deberían tener por su número de votos.

Los padres de la Constitución haciéndose un harakiri (a futuro, que ahora está demostrando sus negativas consecuencias) intentaron incluir en la historia democrática que estaba por llegar, a quienes sólo estaban a un interés, ya lo estaban por aquel entonces, el suyo propio.

Y los distintos gobernantes González, Aznar, Zapatero y por último Rajoy, junto con las cúpulas de sus partidos PSOE y PP, también por su propio interés vendían al peor postor “el peor pagador” una necesaria coalición o apoyo en el mandato. Y qué culpa incluida en la segunda acepción se le puede achacar a los gobernantes y las cúpulas de los partidos políticos de estos 40 años de Democracia imperfecta?

Puede hacerse por una omisión de la conducta debida para prever y evitar el daño. Por la imprudencia, negligencia, impericia o inobservancia de reglamentos o deberes

Cuántas sentencias dictadas por Tribunales de distinto nivel en defensa de los españoles residentes en Cataluña no ha acatado la Generalidad. Donde estaba el Estado utilizando la fuerza policial para hacer cumplir la ley?

¿Cuántas leyes se han venido aplicando a pesar de la posición en contra de los Tribunales, donde estaba el Estado para obligar a la generalidad a cumplir la Ley?

¿Dónde estaba el Estado, bailando un cha cha cha con los separatistas? Y aún creerán que les servirá como excusa.