La multinacional francesa Lactalis, que compró en 2008 la planta de quesos de Flor de Esgueva ubicada en Peñafiel (Valladolid), ha anunciado un recorte en su plantilla debido a los altos costes de producción que arrastra la industria láctea desde hace más de dos años.

La noticia ha hecho especular sobre un posible cierre de la fábrica. Sin embargo, fuentes a las que ha tenido acceso este periódico aseguran que es "rotundamente falso" que esta situación se vaya a producir, máxime cuando el año pasado la compañía invirtió 1,2 millones de euros en esta planta.

Las medidas que se están adoptando están encaminadas, según la dirección general de Lactalis Forlasa, "a mejorar la competitividad y la eficiencia de la fábrica", por lo que este recorte de plantilla se justifica por la necesidad de ajustarla al volumen real de producción de la factoría ubicada en Peñafiel.

De hecho, la empresa ha trasladado al Comité de Empresa un plan de inversión que prevé la modernización de la fábrica durante los próximos años, tras haber invertido en las plantas que la francesa tiene en Castilla y León (la otra está en Zamora), ocho millones de euros desde 2015.

Asimismo, la compañía ha recordado que "existe un plan comercial para abrir nuevos mercados a Flor de Esgueva, e incluso un proyecto de I+D para desarrollar una nueva referencia de este queso".

Durante 2001, Grupo Lactalis compró 76 millones de litros de leche en Castilla y León a través de 134 ganaderías. La propia compañía descarta que peligre la recogida de leche de los productores castellanos y leoneses.

Todo ello cuando a finales de la semana pasada los ganaderos advertían de que se estaba importando leche de Francia ante la escasez de leche de origen española, deficitaria en este alimento, y debido al abandono de cada vez un mayor número de explotaciones por el escaso rendimiento de las mismas.