El ganadero David con sus vacas en Flores de Ávila

El ganadero David con sus vacas en Flores de Ávila Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

El campo

David (35), un ganadero en un pueblo de Ávila preocupado por la dermatosis nodular: "Cualquier granja está expuesta"

Asegura que el precio del litro de leche, en la actualidad, se fija en “los 55 céntimos” y afirma que son “los esclavos del siglo XXI”.

Más información: La dermatosis nodular amenaza al sector bovino: "Pierden mucha producción láctea y el cuero no vale nada"

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David Alonso Pérez es un ganadero de 35 años que cuenta con una explotación de vacuno de leche en la pequeña localidad abulense de Flores de Ávila. Negocio familiar que comparte con sus padres.

Con él hablamos de muchas cosas. Entre ellas el precio de la leche, que en la actualidad y según nos informa el que también es responsable del sector de vacuno de leche de UCCL se fija, en la actualidad, en los “55 céntimos”.

También abordamos el problema de la dermatosis nodular. Castilla y León se enfrenta a la enfermedad dentro de un escenario de máxima prevención, sin focos en la Comunidad, y con un conjunto de medidas extraordinarias en marcha con el fin de reducir el riesgo de introducción y propagación del virus en la cabaña bovina regional.

Todo, después de los brotes detectados que se concentran en Girona (Cataluña) que se encuentran bajo zona de restricción oficial.

“Estamos preocupados por la dermatosis nodular”, asegura nuestro entrevistado que añade que “cualquier granja está expuesta” a los efectos de la enfermedad.

David en su explotación ganadera

David en su explotación ganadera Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

De estudiar magisterio a ser ganadero

Me defino como una persona normal. Un currante que intenta sacar adelante su explotación ganadera con esfuerzo, cada día. Estudié magisterio, pero nunca he ejercido de ello. Ahora digo que he acabado enseñando vacas a niños”, asegura David Alonso Pérez, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.

Nuestro protagonista es, a sus 35 años, un ganadero que cuenta con una explotación de vacuno en la pequeña localidad abulense, con menos de 300 habitantes, de Flores de Ávila. Es, además, el responsable del sector de vacuno de leche de UCCL.

Nuestro protagonista nació en Salamanca. Su madre es de Peñaranda de Bracamonte, un municipio de la provincia salmantina, y por cuestiones de la vida, allí vio la luz. Su padre es de Flores de Ávila.

Nuestro protagonista recuerda su infancia con mucha nostalgia. Con esos paseos típicos en bici, con el frontón. Con los gritos de las madres para ir a comer a casa. Eran otros tiempos.

“Cuando era pequeño no tenía claro lo que quería ser de mayor. Siempre me gustó la ganadería porque veía a mi padre con las vacas, pero, al final, estudié Magisterio en Ávila, aunque no llegué a ejercer de ello”, nos explica.

La vida le tenía reservado otro destino y estaba dentro del mundo ganadero.

Su explotación de vacuno

“La mía era la explotación que mis padres, Juan Carlos y Esperanza, y mi abuelo, tenían en Flores de Ávila. Cuando yo me la quedo, nos modernizamos para introducir dos robots de ordeño y pasar de 50 a 130 vacas”, explica David.

Nos cuenta que tienen cuatro hectáreas propias y que llegan a labrar otras 350 hectáreas, hablando del ámbito de la agricultura y que cuentan con esas 130 vacas de ordeño a las que atiende, cada día, con el máximo mimo.

“En cuanto acabo la carrera comienzo a construir un negocio desde cero. Con la ayuda de mis padres, con los que comparto la explotación desde hace diez años. Llevamos toda la vida aquí y amamos el oficio”, explica el ganadero.

Llevan a cabo el ordeño para vender esa leche a una gran marca a través de su sociedad.

David en su explotación abulense con sus vacas

David en su explotación abulense con sus vacas Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Vivir de la ganadería y el precio de la leche

“Ahora mismo se puede vivir de la ganadería. Hemos pasado años duros. Cuando empecé, el precio de la leche se hundió a la mitad, pero en los últimos dos años sí que se puede decir que da para vivir. Otra cosa es comenzar de cero con compras de maquinaria y demás. Eso lo veo inviable”, añade.

Allí trabajan tanto sus dos padres, como nuestro entrevistado y otro hombre. Además, no se cierra a contratar a otra persona viendo cómo se está desarrollando el negocio y mirando con ambición al futuro.

“A pesar de todo, contamos con muchas trabas. La primera es la burocracia, el papeleo. Otro problema es el abuso de la industria sobre el ganadero que acaba marcando el precio de la leche. Ahora, el litro nos lo están pagando a 55 céntimos. Hace 10 años a 18. Una barbaridad”, afirma el profesional.

Nuestro entrevistado asegura que esto lo han puesto encima de la mesa en las reuniones que han mantenido con la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León.

“Hemos denunciado abusos de las grandes multinacionales. Necesitamos dialogar con los cargos políticos que nosotros elegimos. Es clave para que un sector, que cada vez ve cómo más explotaciones cierran, no muera”, asegura el responsable del sector de vacuno de leche de UCCL.

El ganadero añade que “la industria viene a sangrar a los ganaderos” y pide “más reuniones con los directores generales” porque “parece que no quieren saber nada de los problemas reales del campo.

David asegura, eso sí, que “su explotación no está en peligro”, por lo que mira al futuro con buenos ojos.

Preocupación por la dermatosis nodular

Estamos preocupados por la dermatosis nodular. Parece que el problema está lejos pero cualquier granja de España está expuesta. Se trata de una enfermedad de categoría A. Con un caso tenemos que comunicarlo y sacrificar todas las vacas in situ. No van ni al matadero”, apunta David.

Todo hablando de una enfermedad que ha creado incertidumbre y mucha preocupación en el sector ganadero, aunque, por suerte, en nuestra Comunidad no se han registrado casos, tampoco en la explotación de nuestro entrevistado de Flores de Ávila.

“El ganadero tiene que saber a qué se enfrenta para no quedarse con el culo al aire. Hay que fijar un protocolo y unas indemnizaciones en caso de que la enfermedad aterrice en nuestra región”, añade.

Mirando al futuro, David espera que el precio de la leche “se mantenga o siga subiendo” porque el coste de producción se eleva, año a año. Todo para que no haya más ganaderos que cierren su negocio.

Somos los esclavos del siglo XXI. Llevamos muchos años trabajando 24 horas y siete días a la semana para perder dinero”, finaliza.