El golpe de la pandemia, con su correspondiente hundimiento del PIB español (la mayor de las caídas de toda la zona euro), ha abocado a miles de empresas a su extinción.

En lo que va de año, las que se han declarado en concurso de acreedores en toda España se ha disparado un 44% con respecto al mismo período de 2020. Un dato que refleja la situación por la que atraviesa el tejido empresarial del país y que enlaza con una tasa de paro del 14% en la que no están incluidos los desempleados que se encuentran haciendo un curso de formación, ni las personas que están aún en ERTE.

Por comunidades autónomas, la situación es reflejo de los datos generales. En todas las regiones se incrementa fuertemente el número de pymes que se declara en concurso, excepto en Cantabria y en la Ciudad Autónoma de Melilla. 

Datos de los concursos de acreedores por comunidades autónomas. Informa D&B

En Castilla y León, la situación es similar: los empresarios que han tenido que tirar la toalla han pasado de 98 a 139 en términos interanuales (un 42% más que en 2020) si bien es cierto que octubre ha sido un mes relativamente más contenido con un 20% menos de empresas que lo han solicitado si tenemos en cuenta el mismo mes pero del año pasado.

Castilla La Mancha destaca con una situación que se ha disparado un 450% en lo que va de año, así como Extremadura, que registra en el pasado mes un 150% más de procedimientos concursales con respecto a octubre de 2020.

Por sectores, la peor partida durante el pasado mes se la han llevado el Comercio y los Transportes. Los primeros tras el desplome del consumo durante 2020 y los segundos arrastrados por la situación económica (menos transacciones comerciales) así como por la crisis de los combustibles.

En lo que va de año, destaca como especialmente afectado el sector de la Hostelería con un incremento de casi el 480% a nivel nacional, seguida de la Construcción.

El 86% de las pymes que entraron en concurso de acreedores, eran microempresas incapaces de sobrevivir en el actual escenario económico.

Son datos que coinciden con el anuncio de Bruselas de corregir las previsiones de crecimiento para España, que caen hasta un 4,6% para este año, lo cual nos sitúa a la cola de la recuperación en nuestro entorno europeo.