Castilla y León

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Economía

La Junta destinará 94,6 millones para la construcción y remodelación de residencias para implantar unidades de convivencia

Familia apuesta por el incremento de las plazas públicas y el aumento de los conciertos

13 septiembre, 2021 12:54

La Junta de Castilla y León destinará 94,6 millones de euros, gracias a los fondos propios y del dinero proveniente de la Unión Europea, para la construcción y remodelación de residencias en la Comunidad para implantar las unidades de convivencia. Un dinero que servirá para la adaptación de plazas de válidos a dependientes. Entre esas actuaciones está la construcción de las nuevas residencias de personas mayores y centro de día de Ávila (16,3 millones) , Salamanca (18,4 millones) y Zamora (16,3 millones) así como la remodelación y adaptación de la estructura residencial de la de Asistidos de Segovia (9,7 millones) y la implantación de unidades de convivencia en la Residencia Mixta de Segovia (5,3 millones).

Durante su intervención en la Comisión de Familia de las Cortes, a petición propia, para exponer un balance de legislatura, Blanco citó otras inversiones como las remodelaciones e implantaciones de unidades de convivencias en Burgos I (2,8 millones), León (3,6 millones) y Palencia (3,4 millones de euros).

En cuanto a las remodelaciones y adaptaciones de la estructura residencial al nuevo modelo de atención residencial, se actuará en el centro leonés de Villablino (772.500 euros), Valladolid (cuatro millones), CAMP Fuentes Blancas de Burgos (769.000 euros), Centro Ocupación El Cid de Burgos (769.000 euros) y el CAMP Ángel de la Guarda de Soria (un millón). Por último, citó el dinero que se destinará a las reformas y la compra de equipamiento para las residencias de Parquesol, en Valladolid, (3,6 millones) y Benavente, en Zamora, (tres millones de euros). Por último, se reservan otros 4,8 millones para la construcción de una nueva unidad de valoración y atención a personas con discapacidad (UVAD) en León.

La consejera de Familia explicó, según recogió la Agencia Ical, que la “progresiva” implementación del nuevo modelo de atención residencial conlleva no solo un incremento de las plazas públicas sino también el aumento de los conciertos. De ahí que, precisara el acuerdo del Diálogo Social para incrementar las cuantías destinadas a conciertos de plazas residenciales, así como el aumento de las plazas concertadas que se determinará en base a la cobertura existente de las mismas en las diferentes zonas de la Comunidad y los estándares de calidad que se establecerán para los centros residenciales.

Isabel Blanco destacó, según recogió la Agencia Ical, que la ‘Atención en Red’ por la que apuesta la Junta de Castilla y León conjuga los cuidados en domicilio y en centros residenciales, y los conecta entre sí por medio de un paquete común de productos tecnológicos y servicios de apoyo y una red de profesionales volcados en la atención y protección de los más vulnerables.

Un proyecto que, añadió, pretende dar una respuesta “efectiva” a la realidad sociodemográfica de Castilla y León, marcada por el envejecimiento y unas condiciones de baja densidad y alta dispersión de su población. “Con este modelo se favorece la autonomía personal, el envejecimiento activo y la prevención de la dependencia, a la vez que está pensando para adaptar los servicios al medio rural y convertirlos también en palanca para crear riqueza y empleo y fijar población”, sentenció.

Ley de Atención Residencial

Un plan que, según la consejera de Familia, se enmarca en el nuevo modelo de atención residencial y que es objeto de regulación en la nueva Ley de Atención Residencial, que actualmente se está tramitando. Una ley que tiene como finalidad garantizar los derechos de las personas que viven en las residencias y definir el modelo de cuidados de larga duración, revisando el modelo actual para adaptarlo a los nuevos tiempos. Recordó que Castilla y León es la primera comunidad autónoma en revisar, junto a la participación de todos los sectores implicados, el modelo de atención residencial tras la crisis sanitaria provocada por la pandemia del COVID- 19.

También hizo referencia al compromiso de hace dos años para “reforzar” los servicios básicos que permiten a las personas dependientes permanecer más tiempo en su hogar como la ayuda a domicilio. De esta manera, anunció que se han incorporado un mayor número de usuarios hasta alcanzar en 2020 los 37.322 usuarios (4.509 usuarios más que al inicio de la legislatura) y 372.774 horas más que hace dos años a pesar del parón que supuso la pandemia.

Además, citó la implantación de la teleasistencia avanzada para aprovechar el potencial de las tecnologías en el propio domicilio, personalizar la atención, reforzando los cuidados y efectuando un seguimiento proactivo.

“Nuestro objetivo se centraba en que este servicio se prestara por igual en toda la Comunidad y de forma gratuita para todas las personas que lo necesitasen”, significó la consejera de Familia. Según los últimos datos, hay 37.624 castellanos y leoneses que se benefician de la teleasistencia, lo que supone un incremento del 6,7 por ciento desde el inicio de la legislatura.

'Atención en Red'

En el marco de la dependencia 5.0, recordó, que la Junta ha apostado por el proyecto ‘Atención en Red’, que permite a las personas mayores, con dependencia, discapacidad o enfermedad crónica vivir donde ellos decidan, ya sea en su domicilio, accediendo a servicios como si estuvieran en una residencia, o en un centro residencial, diseñado como un hogar.

‘Atención en Red’ se ha desplegado ya en dos zonas territoriales de las provincias de Zamora (Aliste y Sayago) y Salamanca (mancomunidades de Vitigudino y Cabeza de Horno) y se extenderá a todas las provincias de la Comunidad. La consejera afirmó que ya se está trabajando en el diseño de las actuaciones necesarias para extenderlo en los próximos meses a Burgos y Palencia.

El proyecto pivota sobre tres programas complementarios entre sí, que responden a las diferentes necesidades de las personas mayores: ‘A gusto en casa’, ‘Viviendas en Red’ y el nuevo modelo de atención residencial.

En los dos primeros, el usuario recibe servicios de calidad en su entorno –ya sea en su vivienda de siempre, conforme al primer programa, o en una adaptada y rehabilitada por la administración, si se trata del segundo–. En ambos modelos juegan un papel proactivo los profesionales, quienes actúan adelantándose a la aparición de problemas que puedan derivar en la imposibilidad de que los mayores sean atendidos en su propio domicilio, se coordinan con el personal sanitario y planifican los cuidados.