En estos días se ha recordado a Cristina Ortiz, La Veneno, por el cuarto aniversario de su muerte. La vedette está más de actualidad que nunca ya que la serie Veneno, de ATRESPlayer PREMIUM, ha llevado al gran público su dura vida, marcada por la intolerancia y la falta de cariño. Un áspero camino en el que Cristina se tuvo que formar su propia familia en el lumpen, pues la biológica no se interesaba mucho por ella.

Una de las cosas que más llamaban la atención de Veneno es la recreación de aquellos platós que visitó Cristina, en los que su transexualidad fue motivo de burla y desinformación. A Cristina los presentadores la catalogaban como travesti, palabra que ella solía utilizar dentro de su falta de formación y del desconocimiento de su propia identidad de género, ya que se hizo a sí misma a base de golpes de la vida. Del mismo modo, daba rabia comprobar cómo había personas que se dirigían a ella en masculino, negando su feminidad, su derecho a llamarse y a ser tratada como a ella le daba la gana.

Telecinco ha demostrado que la transfobia sigue vigente en televisión

Aunque aquellas escenas de la serie parecen cosa del pasado, Telecinco nos ha devuelto de un mazazo a la realidad. Que la transfobia sigue vigente, incluso cuando se habla de una transexual tan famosa como Cristina.

El terrible homenaje a ‘La Veneno’ de ‘Viva la vida’ y ‘Sálvame’

Este domingo, en Viva la vida, Belén Ortiz, una hermana de La Veneno entraba por teléfono para hablar de su muerte, y de paso victimizarse porque era difícil tener “un hermano maricón”. En el plató, la psicóloga Úrsula Perona planteó la duda de si a Cristina Ortiz la trataron como un hombre en la autopsia y no “se la trató como a una travesti que consumió drogas” y preguntó que como habría sido el caso si “hubiese sido una mujer”. 

Al término del programa, Úrsula quiso disculparse a través de las redes sociales por llamar travesti a Cristina. “Ha sido una confusión léxica, fruto del directo. Lamento a quien haya podido ofender, nada más lejos de mi intención”, aseguró.

Al día siguiente, en Sálvame, entraba otra hermana de La Veneno, Trini, que volvió a referirse a Cristina como Joselito. “Para nosotros es Joselito, para los fans será Cristina la Veneno” aseguraba Trini. Miguel Frigenti quiso alzar la voz entonces y tachar esto de transfobia, pero Trini se justificó alegando que en su familia “todos le llamamos Joselito. Si decimos Cristina es por respeto a esos fans. ¿Tú crees que yo que soy lesbiana voy a tener algo porque sea hombre o mujer? Él nos decía que para la familia era Joselito”.

Por su parte, Jorge Javier Vázquez, presentador del programa, apoyó el testimonio de Trini. “¿Por qué va a ser transfobia si ella pidió que le llamaran Joselito? No sabemos los códigos que tenían entre ellos. No vamos a ser más papistas que el Papa. Qué difícil es todo. Cómo si a mí me gusta que me llamen Carmen. No lo sé. Es que ahora somos todos muy, muy. Cuando yo era pequeño no era tan difícil”.

A Cristina se le sigue castigando después de muerta por salirse de lo heteronormativo

Con estos “homenajes”, Telecinco está haciendo un flaco favor a la memoria de Cristina. Su familia debía tratarla, en vida y después de muerta, como la mujer que fue. Es transfobia que alguien la trate en masculino, por mucho que sea un miembro de su familia, esa con la que Cristina casi no tenía relación. Esa que todavía se refiere a ella como un “maricón”, que todavía castiga, después de muerta, que Cristina no encajara en lo heteronormativo.

En ese sentido, más de un espectador se quedó esperando que Vázquez, que para algunas cosas no tiene pelos en la lengua, hubiese tenido mano dura con Trini y no hubiese permitido que a Cristina la llamasen Joselito. Porque sí es transfobia. Porque invita a pensar a cualquiera que tenga una hija, una hermana o una madre transexual que puede referirse a ella con nombres y adjetivos masculinos alegando que es el código familiar, que le puede llamar maricón, o travesti, alegando que es un error léxico.

Cristini Couto

¿Tratarían igual a Cristini Couto?

Da la casualidad de que en estos días Telecinco tiene como concursante de su reality La casa fuerte a una chica transexual, Cristini Couto, que nació en Brasil, y con 15 años a punto estuvo de tomar los hábitos. “Lo hice para alejarme de lo que sentía, pero me di cuenta de que en el seminario las cosas eran peores que en la noche brasileña” relataba Couto en 2014 a la revista Interviú, de la que protagonizó una portada. De su faceta dentro del sector de la moda, destaca cómo en 2007 ganó el certamen de belleza Miss Transexual International, celebrado en Madrid.

Cristini tiene en común con Cristina el haber ejercido la prostitución. En una visita al Deluxe narró que había sido contratada por un “príncipe asiático” con el que estuvo hasta en tres ocasiones, y que también había acompañado a un “presidente poderoso” de un país que no reveló.

Hay que destacar que Cristini ha hecho mucho por la visibilidad de las mujeres transexuales, sobre todo, durante su etapa en Mujeres y hombres y viceversa, al que entró en 2012 como pretendienta de José Luis, y un años después, de Fede Rebecchi (quien fue más tarde novio de Ylenia).

Esperemos que a Cristini no la llamen travesti en una de las galas por un "error léxico"

Con José Luis tuvo mucha química, se besaron incluso en una de las citas, y antes de que la cosa fuese a más, Cristini decidió explicarle que no es cisexual. “Fui una chica transexual, pero ahora soy una mujer completa y estoy muy orgullosa” fueron las palabras que eligió para explicar su identidad de género.

Entonces, José Luis quiso dejar de conocerla y decía que se sentía “engañado no, engañadísimo”, porque no le habían dado la opción de elegir. En el plató la tónica general fue sentir compasión por Cristini, pero apoyar a José Luis.

Esta historia de Cristini en el programa de los tronistas nos vuelve a poner de manifiesto lo difícil que es, para muchas personas transexuales, el encontrar una pareja que te acepte, con tu presente y tu pasado, que no te juzgue ni sienta que la transexualidad es un engaño.

Couto tiene ahora mismo como misión entretenernos en este nuevo reality. Solo esperemos que Telecinco no la sorprenda a la brasileña con la llamada de un familiar que la trate en masculino alegando que es un simple código. Que en un error léxico no la llamen travesti en una de las galas, y en definitiva, que no sufra ningún episodio de rechazo por su identidad tal y como vivió en su día en Mujeres y hombres y viceversa, ni como los está recibiendo La Veneno cuatro años después de morir. Porque sí es transfobia.