GH VIP 7 vivió anoche su penúltima gala en la que se expulsó a la concursante con menos porcentaje de votos, quedándose fuera de la fastuosa final que nos han prometido, con el retorno triunfante de Jorge Javier Vázquez, que volverá sano y salvo tras su reciente operación.

Y se agradece porque Jordi González, a pesar de su incuestionable trayectoria y profesionalidad, resulta soporífero en un formato como Gran Hermano VIP, donde se le ve forzado y consigue que, las galas dinámicas, se vuelvan lentas.

Pero hablando de la gala, al principio vimos a tres madres y una hija que deseaban reencontrarse con sus tres hijas y una madre: Mila Ximénez recibió la visita de su hija Alba; Noemí Salazar, la visita de su madre Raquel, Alba Carrillo recibió lo propio con su madre Lucía y, Elena visitó a su hija Adara. La gala prometió lágrimas y así fue.

El plato estrella de la noche, o aliciente, fue el beso o no beso de Gianmarco y Adara. Y sí, hubo beso. Madre mía, como diría Adara. La historia de amor de la azafata ha sido explotada y resulta ya casi previsible, lo que le resta cierto atractivo como trama, y resulta cada vez más aburrido escuchar los relatos de esta compleja trama. En ella, cada actor, ya sea Gianmarco, Adara o Hugo, han medido los tiempos y la mayoría de veces bajo la influencia de un cheque.

Noemí recibió la visita de su progenitora, Raquel. Entre lágrimas y emoción, Raquel le decía: “Has tardado en darte a conocer y te tenían de sosa. Y yo la verdad que la he liado un poco, pero todo ha acabado bien”. ¡Liado se queda corto! Pero si ha puesto a caer de un burro a medio Telecinco, desde algún directivo hasta Belén Esteban. Por dejar, no se ha dejado ni al apuntador.

Adara se reencontró con su madre Elena y la concursante no podía disimular la emoción. "GH VIP has sido tú, Adara”, le dijo su madre. Afirmación que es cierta, hasta cierto punto. No olvidemos que en la casa entraron 16 concursantes y que, de alguna manera, todos han colaborado en la construcción de tramas. Adara ha sido una de las grandes protagonistas, pero sus tramas han sido fomentadas por factores externos, como las visitas de sus padres, Hugo Sierra o Gianmarco.

Tras los reencuentros, las concursantes finalistas se enfrentaban al veredicto del público, y éste decidió que Noemí Salazar se conformara con el cuarto puesto. Un momento en el que volvió a quedar demostrado el problema de González, que no pudo decir con más desgana el nombre de la cuarta finalista. ¡Hasta las concursantes se dieron cuenta! 

Alba, Adara o Mila. Sólo una ganará GH VIP 7. Hasta el próximo jueves no sabremos quién gana esta edición histórica pero, sea quien sea, será una justa y merecedora ganadora.