Hagai Levi ha conseguido volver a triunfar en Estados Unidos. El israelí es el creador y guionista de The Affair, serie que emite Showtime en su país de origen y que en España está en el catálogo de Movistar Series.

El creativo ha venido a España y Bluper ha podido hablar con él. Levi ha analizado algunos detalles de la primera temporada y ha avanzado las líneas de la segunda tanda que llegará en otoño.

¿Qué diferencias has notado entre el mercado israelí y el estadounidense?

Todo es diferente. Un sistema se basa en el dinero y el otro en la pasión y la ambición. En Estados Unidos todo se basa en el dinero, es una vida muy sencilla cuando lo entiendes. En Israel es difícil ganar dinero haciendo series. Si haces reality shows es diferente.

Tiene un lado positivo y uno negativo. Es más difícil, pero cuando tu trabajo no está enfocado a hacer dinero puedes ver cómo surgen otros valores como descubrir otras áreas, hacer cosas diferentes... No se puede decir que la televisión israelí sea un negocio. Es más bien un grupo de locos intentando luchar por su sueño.

Uno de los elementos más innovadores de The Affair son los puntos de vista de los dos protagonistas. ¿Hay algún punto en el que también os hayáis querido centrar para dar originalidad?

Hay otra diferencia importante, incluso más. Cuando empezamos el desarrollo lo contemplábamos como tres temporadas para contar la vida conyugal y una traición. Esto es más importante que ver la parte femenina y la masculina. Es una historia circular en la que se pasa de la fase del enamoramiento al propio amor y a la relación. Por eso el hecho de que exista la voz en off que cuenta la historia en retrospectiva nos permite verlo de otra manera, porque ya sabemos cómo es el final.

Va a cambiar el punto de vista desde el que se cuenta la serie

¿Siempre va a ser el mismo punto de vista de Alyson y de Noah o cambiará en futuros capítulos?

Va a cambiar. Y lo va a hacer muy pronto, en la segunda temporada.

La historia romántica se mezcla con el misterio del asesinato. ¿Cómo habéis conseguido entremezclar dos historias tan diferentes en aparencia?

La primera idea con la que empezamos a trabajar era contar una historia desde cinco años después, que sucediera con la información que los protagonistas ya tenían. Pensamos que podían hablar con los abogados en el proceso de divorcio. También pensamos en que hablaran con sus terapeutas, pero ya lo hicimos en En terapia.

Lo mejor era poner un detective. Cuando hicimos el piloto, no sabíamos cómo iba a desarrollarse la historia. Sabíamos el principio y el final. El crimen se fue desarrollando después. La forma de tratarlo era delicada porque no queríamos que adquiriera demasiada importancia. Si la ves porque quieres un thriller, te va a decepcionar. Solo es una herramienta. Trabajamos muy duro para que no adquiriera mucho peso.

Se juega mucho con la línea temporal. ¿Fue muy complicado hacer algo coherente con una historia desestructurada temporalmente?

Fue muy difícil, y no tengo claro que lo hayamos hecho con éxito. Saltamos a varios lugares dentro de la historia e incluso cambiamos de tiempo dentro del interrogatorio. Pero para nosotros lo más importante es que la gente no se distrajera del romance.

La segunda temporada de 'The Affair' arrancará el día después de la detención de Noah

¿Puedes adelantar algo del inicio de la segunda temporada?

No puedo contar mucho, pero habrá sorpresas. Habrá más puntos de vista de los que hemos visto hasta ahora. Va a tratar un poco sobre el día después a la detención de Noah. Va a ser muy interesante.

En la pasada entrega de los Globos de Oro Ruth Wilson se llevó el premio a Mejor actriz. ¿Tenía más opciones ella que Dominic West con un personaje más agradecido?

El papel de Ruth es más exigente, más crudo, con dolor, sufrimiento... Para ella supuso un gran esfuerzo interpretar este papel. Dominic es sin embargo el típico tío bueno. Probablemente la primera temporada esté más enfocada al viaje de ella, algo que es curioso porque él cambia también mucho y abandona a su familia. Estoy encantado con su premio.