Las 'Cacao Maravillao', habituales del programa 'Vip Noche'

Las 'Cacao Maravillao', habituales del programa 'Vip Noche'

Televisión

¿Hizo Telecinco los programas más irrepetibles (por machistas) de la televisión?

‘Toma Salami’ nos recuerda algunos formatos que hoy escandalizarían de lo lindo

14 agosto, 2019 08:19

Desde hace unas semanas, Telecinco está sacando jugo a su amplio archivo a través del programa ¡Toma Salami!, que se emite en el access prime time y que es una respuesta de Mediaset al éxito de Viaje al centro de la tele.

Allí, con un lenguaje audiovisual cercano al de YouTube, se rescatan grandes momentos o programas olvidados aderezados chascarrillos y zascas (también procedentes del archivo de Mediaset) que remata Javier Capitán con sus comentarios.

Y si uno ve varias entregas se llega a preguntar. ¿Es Telecinco la cadena que más programas irrepetibles ha tenido? Pero irrepetibles en el peor de los sentidos. Que no habría narices de sacarlos hoy adelante por tener un aire machista sin igual.

Jesús Gil, el hombre que pediría permiso para mirar a una mujer desnuda

Así, hemos revivido a Jesús Gil en Las noches de tal y tal, hablando de sí mismo, de política o del Atlético de Madrid rodeado de un montón de muchachas en traje de baño cuyo único fin es el de decorar. En la entrega del lunes 6 se recordó cómo un espectador le preguntaba a Gil qué haría en una playa nudista, y él respondió que pedir permiso a las señoritas para poder contemplar sus encantos.

También hemos recordado Goles son amores, un programa de fútbol presentado por Manolo Escobar y que nos ofrecía “la pasarela de la liga”. Y es que allí, en lugar de mostrar una infografía con la tabla de la clasificación liguera nos mostraba a mujeres vestidas con recortadas y sensuales camisetas de fútbol y pantalones ceñidos y también más cortos de lo habitual, que desfilaban según en orden del último equipo clasificado al primero.

Jordi LP cortó una entrevista a Loli Álvarez tras saber que tenía novio

No podemos olvidar a las Cacao Maravillao o las MamaChicho, dos cuerpos de baile de Telecinco que salían en cualquier programa que las requiriesen. ¡Toma Salami! nos recordó que se hizo un concurso cuyo premio era ser MamaChicho, y al mismo se presentó una joven Loli Álvarez, antes del No cambié. Jordi LP fue quien la presentó, le preguntó el nombre y si tenía novio. Al responder que sí, él dio la entrevista por zanjada, haciéndose el papel de macho que no quiere hablar con una mujer si no la puede conquistar, y dio paso a su prueba de baile.

No solo ocurre en Telecinco (aunque quizá sí más)

Cuando Sálvame preparó un especial sobre la Marbella de los 90 llevó a su plató a cuatro chicas en coloridos bikinis que fueron presentadas como las Chicas Chin-Chin, un cuerpo de baile famoso por enseñar los pechos mientras decían “chin-chin”.

Por esta razón, en redes sociales se pudo leer críticas de espectadores que veían mal que se rescate algunos iconos de aquella televisión machista y se homenajeen, cuando en realidad lo que se debería es superar aquella etapa. Porque resucitan aquellos programas casi en tono de broma, en lugar de analizar la historia de la cadena para no volver a repetirla.  

En 'El Gran Juego de la Oca' una prueba consistía en pegar a tu propia madre

Está claro que todas las cadenas tienen en su currículo algún programa que hoy sería imposible, aunque quizá Telecinco sea el que más acumula en ese sentido. No obstante, a veces, en programas de zapping nostálgico nos encontramos algunas escenas que irremediablemente hoy escandalizan. Como aquella de El Gran Juego de la Oca en la que un concursante debía pegarle fuerte en el culo a su propia madre para superar la prueba y ganar dinero.

“¿Está usted dispuesta a sufrir por su hijo? ¿Sí, aunque le pegue fuerte?” preguntaba Pepe Navarro, el presentador, a la señora, que accedió a prestarse a la prueba. Como el concursante no quería hacer daño a su progenitora, Pepe Navarro jaleaba, al igual que todo el público. “Más fuerte, sufra usted, señora”. Al final, el concursante superó el desafío, y Pepe Navarro le dijo a la señora que podría “comprar bálsamos y polvos de talco para calmar el dolor”.