La pasada semana, Ángel Hernández ayudaba a morir a su mujer María José, enferma de esclerosis múltiple desde hacía 30 años. Anoche, El Intermedio emitió unas nuevas imágenes sobre lo sucedido, pues Ángel se puso en contacto con el programa para explicar cómo fue el proceso, consciente, como él dice, que “lo que no sale en los medios no existe”.

En el vídeo se veía su llamada a Emergencias, y afirmaba que es “muy doloroso por dos razones, en primer lugar por que supone una pérdida” y porque tenía que ser él quien lo hiciese. Recordó cómo María José estuvo sufriendo “mucho tiempo” y que fue “una mujer muy valiente”, mientras esperaba que todo el revuelo “sirva para algo, por lo menos para que el Parlamento apruebe el proyecto de ley orgánica de eutanasia”.

Ángel, que estaba acompañado por Gonzo, apuntó que fue la propia María José quien logró el medicamento que acabó con su vida, pues lo consiguió “cuando todavía tenía movilidad en las manos” y que “lo compró con mucho esfuerzo”, y que constantemente quería tomárselo “pero sabía que me iban a culpar a mí”. “Cuando una persona querida fallece no te lo crees y luego viene todo de golpe” añadía Ángel, apuntando que es ahora es cuando le vienen “todos los recuerdos”.

Al terminar su testimonio, Gonzo, que estaba junto a Ángel, le dio le dijo “gracias, gracias” mirándole a los ojos y apretando con fuerza su mano. Ya en plató, se dirigió hacia el Gobierno y lanzó una pregunta. “¿Hasta cuando van a permitir que un acto infinito de amor sea delito?”.

El mensaje llegó a la audiencia, tanto que el programa firmó un 12,4% de cuota y 2.276.000 espectadores, el mejor dato de El Intermedio de la temporada.

"No hemos avanzado nada desde Ramón Sampedro"

Esa misma mañana, El programa de Ana Rosa hablaba con Ramona Maneiro, la mujer que ayudó a morir a Ramón Sampedro, el gallego que inspiró la película Mar Adentro.  "Ha sido algo muy parecido a cuando yo estuve con Ramón, con la diferencia y la envidia sana de que Ángel pudo despedirse de su mujer. Me dio un vuelco el corazón. A este hombre le daría todos los ánimos del mundo, muchos besos y abrazos. No le va a pasar nada porque no interesa que se abra mucho del cuento" señalaba Ramona, en referencia al caso de Ángel.

"Espero que a partir de ahora estemos más cerca de legalizarla, pero han pasado 21 años de la muerte de Ramón Sampedro y no hemos avanzado una mierda del cuento. De Ramona Maneiro solo se acuerdan cuando pasa algo así, pero nunca para 'utilizarme' en temas políticos. Yo ya tampoco podría, porque la edad me pesa mucho y no podría. No sé el motivo del miedo a legalizar la eutanasia... si se aprobase, solo se utilizaría cuando de verdad el paciente estuviera muy deteriorado", añadió.