El equipo de 'Todo es mentira'.

El equipo de 'Todo es mentira'.

Televisión

Éste es el Risto Mejide que queremos; éste es el Cuatro que pedíamos

'Todo es mentira' no ha dudado en desmontar las mentiras del hasta ahora intocable Eduardo Inda.

19 enero, 2019 13:51

Todo es mentira comenzaba con acierto su andadura en Cuatro la semana pasada con la sección La máquina de la verdad. Una sobresaliente carta de presentación en la que la periodista Marta Flich destapaba con ritmo y humor distintos clickbaits aparecidos en la prensa. Todo un acierto para los tiempos que corren en la prensa actual.

Sin embargo, sólo un día después, el programa faltaba al concepto televisivo con el que había nacido y empezaba a ‘corromperse’ telecinqueando sus contenidos con las visitas de Belén Esteban, Lydia Lozano y Miriam Saavedra.

De ahí que cuando el pasado miércoles me sentaba a ver hacía dónde iba el programa de ese día, no dejé de sorprenderme. No me lo podía creer. Mejide y su equipo se estaban atreviendo a desmontar las mentiras de alguien que hasta ahora parecía intocable en televisión: Eduardo Inda.

Ya era hora de que en una cadena generalista se dedicaran al menos unos minutos a desenmascarar a un tipo vinculado a las cloacas del Estado que vive de llenar de mierda diariamente la política con sus fake news. ¿Qué es eso de decir “más periodismo” cuando minutos antes has hecho una conexión con un ‘infoxicador’ como Inda?

No daba crédito a lo que escuchaba. Marta Flich, Itziar Castro, Elsa Ruiz y Miguel Lago opinaban sin cortapisas sobre cómo Inda miente a conciencia. “Mi sección de clickbait la hago siempre con OK Diario”, comentaba la colaboradora Marta Flich. “En realidad Inda quería llamarle a su periódico Todo es mentira”, añadía Lago.

“Cómo no tienen sudokus, yo creo que tienen el juego de qué noticia es verdadera en OKDiario”, decía por su parte Elsa Ruiz un día después en el que volvían a desmontar las mentiras del 'periodista'. “Inda es el IKEA del periodismo. Lo desmontas en nada”, comentaba Lago.

Tristemente, la audiencia no le acompañó en este arriesgado ejercicio televisivo. Sin embargo, la repercusión en medios fue abrumadora y fueron muchos los que hicieron suyas las pruebas para desmontar a Inda.

Un 2,7% de cuota de pantalla no es un buen dato, sí. Quizá Todo es mentira debería ser un programa de late night, donde podría ser aún más mordaz, y no de sobremesa. Pero siempre será mejor que el programa muera matando siendo fiel a su concepción, que teniendo que corromperse.

Éste es el Cuatro que recuerdo y del que me enamore. Valiente, arriesgado, mordaz. Ahora que el canal no pasa por su mejor momento y necesita un reseteo, quizá Risto y Todo es mentira hayan abierto el camino.