Parece que Telecinco lo ha vuelto a conseguir: aunque quedan muchas semanas por delante, las primeras audiencias de Supervivientes dejan claro que la actual edición que arrancó el pasado jueves es todo un éxito para la cadena. De nuevo, Supervivientes se convierte en el salvavidas de Telecinco. Y, en estos momentos, es el único reality vivo de la cadena. 

Telecinco vive tiempos difíciles tanto en cuanto que su género estrella se ha estado tambaleando en estos últimos meses. El modelo del reality show no funciona tanto como antes. Al menos, eso es lo que quedó claro con Gran hermano. El formato de convivencia se marcó por la puerta de atrás después de 18 ediciones. Sin embargo, Supervivientes ha querido dejar claro que no es una crisis de géneros, sino de programas. 

Supervivientes se estrenó con un inmenso 26,5% de cuota de pantalla el pasado jueves, rozando los 3 millones de espectadores. Más allá de sus galas, sus emisiones satélite como el debate de los domingos (16%) y el especial de los martes (20,2%) también han demostrado que la edición está gustando. Unos datos de audiencia soñados por otros programas de televisión. 

Se trata de un resultado muy distinto al de Gran Hermano durante el otoño pasado, cerrando con un 14,3% de cuota de pantalla media, o incluso la última edición de GH VIP emitida a principios del año pasado, con un 18% de cuota media. Estos datos dejan claro que Supervivientes no ha cansado tanto a los espectadores como el reality de convivencia casera. 

Jorge Javier, más cómodo con los famosos

A pesar de que estos dos formatos de convivencia guardan algunas similitudes, su resultado es bastante diferente. Los dos programas tienen al frente a Jorge Javier Vázquez. Sin embargo, el presentador se comporta de una forma muy distinta en un programa y en otro. El conductor de Supervivientes conecta muy bien con los famosos que se pasean por el programa. De hecho, se siente muy cómodo cuando entremezcla y salvamiza Supervivientes, algo que no puede hacer con Gran Hermano. En este último caso, al presentador se le nota mucho más incómodo con los concursantes anónimos. 

Jorge Javier se siente muy cómodo cuando entremezcla y salvamiza Supervivientes

Las normas se repiten en 'Supervivientes'

Gran Hermano se esfuerza por innovar cada año sus normas. En Supervivientes, sin embargo, hay muy pocas variaciones de una edición a otra. Supervivientes no es un programa que se esfuerce mucho en buscar nuevos sistemas de nominaciones o eliminación para hacer algo más llamativa la edición. De hecho, este año sólo se han sacado de la manga la figura del asilvestrado, papel que tomará el concursante expulsado y que se parece mucho al zombi del pasado año. 

Si algo tiene bueno Supervivientes es la fase previa al estreno del programa. Antes de que el programa arranque, los concursantes ya han convivido algunos días en un hotel y han coincidido en el viaje. Esto hace que surjan los primeros roces y las primeras simpatías, por lo que el programa no arranca de cero en su primera gala. Los contenidos interesantes no tardan en florecer, al contrario de lo que ocurre con Gran Hermano y algo que intentaron repetir en la última edición metiendo a 100 personas en la casa tres días antes del estreno. 

No tener un canal 24 horas, un alivio para Telecinco

Los verdaderos seguidores de Gran Hermano siguen lo que sucede dentro de la casa a través del Canal 24 Horas que ofrece Telecinco de forma gratuita. De esta forma, todo lo que pasa dentro del reality ha sido ya machacado y emitido a través de redes sociales de forma instantánea. El espectador no necesita esperar a la gala para saber lo que ha pasado. 

Con Supervivientes, sin embargo, el espectador que quiera saber lo que ha ocurrido en Honduras tiene que ver la gala sí o sí. Telecinco emite el contenido que quiere y como quiere. Nadie se le puede adelantar. La cadena es dueña del 100% de los contenidos, lo que obliga a la audiencia a ponerse delante del televisor si quieren seguir las tramas. 

En 'Supervivientes' son más permisivos 

En el reality de Guadalix de la Sierra se han expulsado a muchos concursantes por sus malas formas dentro de la casa, incluso aunque no haya habido violencia física de por medio. En Supervivientes son algo más permisivos dado el grado de estrés que tienen los concursantes por las condiciones climatológicas que sufren y lo poco que comen. Por eso se consienten discusiones mucho más agresivas muy buenas para el morbo de los espectadores. 

A la vez, esto permite generar un contenido mucho más potente de cara a la emisión, lo que hace de Supervivientes un formato mucho más potente que Gran hermano en estos momentos televisivos.