Es la actriz española del momento. Natalia de Molina se llevó el Goya a mejor actriz protagonista por su película Techo y Comida en una de las ediciones más complicadas, sus compañeras de nominación eran Juliette Binoche, Penélope Cruz e Inma Cuesta. Esta semana visitó el programa de Buenafuente, Late Motiv, en #0 y la elijo como la mejor vestida de la semana porque no podía ser más sencilla y “cuqui”, totalemente ella.

Natalia apareció sin joyas, con un minivestido de Dolores Promesas estampado con gaviotas de colores y stilettos amarillos. Un maquillaje suave, con mucho gloss labial y ojos marcados, completaban un estilismo en el que también hace mucho su peinado, juvenil, corto y con ondas surferas.

Uno de los temas principales de la entrevista fue, sin duda, su premio Goya. El homenaje a esa Rocío, una madre soltera jerezana que no tiene recursos para salir adelante con su hijo pequeño.

Natalia recogió su segundo Goya como una de las mejor vestidas de la noche, su diseño de Georges Hobeika blanco con pedrería floral en tonos verdes y rosas, escote tipo barco y espalda abierta. Los pendientes en forma de flor de Carrera y Carrera eran todo un objeto de deseo.

Dolores Promesas, la firma del vestido que llevó a Late Motiv, ya es una de las más conocidas por las fashion victims. Es una de las preferidas de la it girl patria Paula Echevarría y de Leticia Dolera (que no solo la eligió para los Goyas, también para crear el vestuario de su película Requisitos para ser una persona normal) y de muchas otras celebrities televisivas y del mundo del espectáculo.