José Antonio, adicto al trabajo, en 'Y ahora Sonsoles'

José Antonio, adicto al trabajo, en 'Y ahora Sonsoles' Atresmedia

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La adicción al trabajo que casi acaba con la vida de José Antonio: “Llegué a pesar 252 kilos”

El empresario pasó de los 100 kilos a esa cifra debido a dejar el ejercicio y adoptar hábitos menos saludables.

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Una vida de trabajo dará sus frutos. Siempre se ha dicho eso. Pero en el caso de José Antonio fueron frutos amargos, aunque su familia los pudo endulzar al final.

El gallego ha acudido al plató de Y ahora Sonsoles para narrarle su historia. “Me educaron en que había que trabajar para vivir. Mis abuelos eran un herrero y un hortelano, y mi padre un taxista que emigró a Venezuela y nací allí”, ha comenzado narrando José Antonio.

“Estuve cuatro años y medio con el taxi mientras estudiaba electrónica en La Coruña. Trabajaba desde las tres de la tarde hasta las 6 de la mañana. Trabajé todas las Navidades menos en Nochebuena”, ha compartido el empresario.

José Antonio ha explicado que siempre se ha movido por “objetivos”, y que el suyo era “ganar dinero para montar una empresa”. Lógicamente, la salud y la genética influyen. “Con 13 años pesaba 100 kilos, mi madre era obesa", ha añadido.

Mientras hice ejercicio me fui manteniendo en unos 130 kilos, hasta los 22 años”, ha desvelado el emprendedor.

Todo cambió cuando se dejó de lado a sí mismo. “Cuando monté mi empresa, mi yo pasó a un segundo plano. Entró el estrés y el chute de cortisol diario. Comía fuera y llegué a pesar 252 kilos”, ha revelado José Antonio.

A raíz de una pregunta inocente de Sonsoles Ónega el humor ha entrado en la conversación. “¿Comía usted mal?”, ha preguntado la presentadora.

Comía bien, ese es el problema”, ha bromeado José Antonio. Aunque el tono se ha vuelto a poner serio cuando ha mencionado un mal hábito que ya perdió: “Fumaba tres paquetes de tabaco al día”.

La obesidad y el tabaquismo causaron en José Antonio que, indirectamente, estuviera al borde de la muerte.

La mujer y la hija de José Antonio, entre éste y Sonsoles Ónega

La mujer y la hija de José Antonio, entre éste y Sonsoles Ónega Atresmedia

“Tenía apnea del sueño, que la padecen todos los obesos. Un día me dormí al volante y me salí de la carretera. Por suerte las bandas rugosas impidieron que el accidente fuera más grave”, ha confesado el empresario.

El día que me di cuenta de que podía morir, tomé medidas. Decidí dejar de fumar y ponerme a dieta, aunque recurrí a la cirugía bariátrica”, ha subrayado José Antonio.

El invitado de Y ahora Sonsoles ha querido poner sobre la mesa una reflexión. “Es súper cruel cómo la sociedad te trata. Mis hijas me decían cuando las llevaba al colegio que la gente se volvía. He visto cómo vejaban a otras personas, especialmente a mujeres”.

Por fortuna, ahora José Antonio se siente una persona diferente. “Ahora peso 100 kilos y he conseguido pasar desapercibido. El mejor premio que he tenido”, ha contado.

Fue su familia quien le hizo cambiar el chip. Su mujer y su hija lo han expresado por videollamada. “Queríamos que estuviera mucho tiempo con nosotros”, han compartido.

El protagonista de esta historia ha querido finalizar su intervención con un mensaje: “Quiero que todo el mundo tenga en cuenta que tú eres el protagonista principal de la película de tu vida. Con todo lo que ello supone. No hay otra vida. Da igual el trabajo”.