Manu Pascual y Rosa Rodríguez en un rosco reciente de 'Pasapalabra'.

Manu Pascual y Rosa Rodríguez en un rosco reciente de 'Pasapalabra'.

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Los secretos de 'Pasapalabra', por su director: "Los roscos son verdaderas filigranas. Estamos siempre en un nivel altísimo"

BLUPER habla con Miguel Aparicio, máximo responsable del programa de Antena 3: Manu y Rosa pelean por el mayor bote de la historia del concurso.

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El bote de Pasapalabra continúa haciendo historia de Antena 3. Manu Pascual y Rosa Rodríguez son los 'culpables' de que el premio del histórico formato no deje de subir, desde que el pasado 22 de octubre se superó los 2.272.000 euros que se llevó Rafa Castaño, hasta ahora el bote más alto.

Este titánico duelo ha hecho, como es lógico, que las audiencias del programa que presenta Roberto Leal se disparen. Según datos de Kantar Media, Pasapalabra promedia en noviembre un 20% de share y 2.076.000 espectadores.

Las cifras de Manu y Rosa también dan vértigo. A 25 de noviembre, el madrileño acumula 242.000 euros en un total de 388 programas. Por su parte, esta gallega de adopción (nació en Argentina) ya tiene en 138.000 euros en su zurrón tras 258 entregas.

Junto a los invitados de turno, ellos son los máximos protagonistas del concurso que sirve de trampolín a las noticias que presenta Vicente Vallés.

Pero, ¿cuáles son los secretos del rosco de Pasapalabra? ¿Quién los realiza y qué mecanismos de control existen? ¿Se va ampliando su dificultad a medida que los concursantes van sumando programas?

El plató de 'Pasapalabra', con Roberto Leal al fondo.

El plató de 'Pasapalabra', con Roberto Leal al fondo. Antena 3

"Los roscos de hoy día son verdaderas filigranas", asegura Miguel Aparicio, director del concurso en su conversación con BLUPER.

El máximo responsable del concurso cuenta que la parte creativa de las 50 definiciones de cada programa (hay dos roscos) corren a cargo de un equipo formado por "cinco guionistas, incluido el coordinador de guion".

El director de 'Pasapalabra' en una imagen de archivo.

El director de 'Pasapalabra' en una imagen de archivo.

"El rosco ya viene calibrado según el criterio del propio guionista para que sean equiparables en cuanto a dificultad", dice, aclarando que "si hay, por ejemplo, una pregunta difícil sobre un tema geográfico en un rosco, en el otro también tiene que haber una".

Y lo mismo pasa con los términos en desuso, los tiempos verbales o, con las palabras más fáciles. "Está todo medido al milímetro para que nadie se pueda quejar".

Un lingüista completa el proceso de elaboración de un rosco, mientras que una base de datos recoge absolutamente todas las preguntas que se han hecho a lo largo de la historia.

"Las palabras cotidianas son limitadas en el diccionario y, evidentemente, se van repitiendo a lo largo de los años con una frecuencia que no sea demasiado corta", subraya.

Aparicio, que en su haber tendrá la friolera de 3.000 roscos a sus espaldas solo en Antena 3 (ya fue subdirector de Pasapalabra en Telecinco, en la época que dirigía Rafa Guardiola), revela que la dificultad se sitúa en las "referencias enciclopédicas".

"Los concursantes se saben el Diccionario de la RAE al 100%, y es mucho más fácil asumir su estudio", asevera. Son las denominadas 'palabras cerrojo'.

"No se ponen roscos más fáciles porque haya menos dinero"

Por otra parte, el responsable desmonta otro mito: los roscos no aumentan en dificultad a medida que el bote sube. "No se ponen roscos más fáciles porque haya menos dinero", dice de forma rotunda.

"Estamos siempre en un nivel altísimo. Además, cuando hay concursantes nuevos nunca sabemos qué van a saber. El rosco siempre es difícil".

Manu y Rosa luchan por un bote de más de 2,4 millones de euros en 'Pasapalabra'.

Manu y Rosa luchan por un bote de más de 2,4 millones de euros en 'Pasapalabra'.

Aparicio dice que la entrega del bote "aleatorio" y que el pulso entre Manu y Rosa es una "coincidencia".

"Que hagamos los roscos siempre con un nivel muy alto, nos garantiza equidad. Si lo hiciéramos fácil desde el principio daríamos muchos botes y no llegaríamos a acumular dinero", cuenta Miguel, que no hace quinielas sobre hasta dónde crecerá el premio del programa.

'Profesionalización' de concursantes

El hecho de que los concursantes se hayan profesionalizado ha provocado que el nivel del rosco se incremente.

"Si revisas en internet el máximo bote que se dio previo al de Rafa Castaño [el de Eduardo Benito en 2006] es un rosco que no digo que yo haría en la primera vuelta, pero que cualquier concursante de medio nivel lo haría porque la palabra más difícil era Juan Ramón Jiménez".

Al ser roscos más accesibles, el programa entregaba premios con mayor regularidad. De hecho, en 2008, y coincidiendo con la etapa en la que Christian Gálvez presentaba el concurso en Telecinco, Pasapalabra entregó hasta 12 botes, con premios que iban desde los 24.000 hasta los 342.000 euros.

Manu y Rosa no solo son inteligentes, sino que han logrado traspasar la pantalla y crear un vínculo con los más de tres millones de espectadores que siguen su hazaña cada día. ¿Por qué destacan? "He visto concursantes dicharacheros, graciosos, callados, distantes... Lo bonito de Pasapalabra es que siempre hay un público para cada tipo de participante", responde Miguel.

"Lo bonito de 'Pasapalabra' es que siempre hay un público para cada tipo de participante"

"Siempre está por encima el conocimiento y la templanza para afrontar el rosco. Y eso siempre despierta seguidores. Mientras contenten bien, nos vale", asegura, deslizando, además, que Manu y Rosa, al ser tan jóvenes, han atraído a gente que normalmente no era seguidor del programa.

Quizás, la gente no sabe que los concursantes se enfrentan a jornadas maratonianas y que los programas se graban de tres en tres. Es decir, tres programas en un mismo día.

De ahí, que el equipo intente que los concursantes "estén lo más relajados posible. Les cuidamos muchísimo". "Son nuestro oro televisivo", remarca.

¿Y cómo son esos momentos de tensión, que normalmente suelen coincidir con muchos de los minutos de oro? "Nos encanta. Lo vivimos como un partido de fútbol. Estamos muy felices, haciendo chascarrillos internos en control".

Destripar el bote

Por último, otro de los aspectos de la 'edad moderna' de Pasapalabra, es que se ha perdido el 'efecto sorpresa'. Eso sí, Antena 3 pone en marcha una cuidada estrategia para que la magia no se pierda por completo. Y, como ya analizamos, se trata de algo que funciona en audiencia.

El bote de 1.828.000 euros de Pablo Díaz (30,8%) y de 1.816.000 de Óscar Díaz (30,1%) también se emitieron en horario de máxima audiencia. No ocurrió así con Sofía Álvarez, cuyo premio, de 'solo' 466.000 euros se vio en su horario habitual y sin previo aviso.

Sala de realización de 'Pasapalabra'.

Sala de realización de 'Pasapalabra'.

¿Y qué opina Miguel Aparicio al respecto? "Cuando hace años se empezó anunciar [que se ganaba el bote] recuerdo que todo el equipo estaba muy en contra porque queríamos premiar a ese seguidor que está pendiente día a día. Pero es cierto que estamos haciendo un programa de televisión, y cuanta más gente, mejor".

"En el momento que empezamos a calentar, la audiencia va subiendo y, evidentemente, no podemos estar en contra", termina Miguel, cuyo único deseo es que "se alineen los astros y que alguien sepa responder las 25 definiciones".