Kiko Rivera e Isabel Pantoja en 'GH DÚO'.

Kiko Rivera e Isabel Pantoja en 'GH DÚO'.

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Kiko Rivera repite la historia de su madre, Isabel Pantoja, con Telecinco: de decir "no podéis comprarme" a ir a '¡De viernes!'

El DJ vuelve a la cadena que prometió no pisar nunca más con una entrevista hecha por Santi Acosta de diez horas de grabación y más de 200 preguntas.

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Kiko Rivera vuelve a la televisión después de cinco años. Y lo hace por la puerta grande, en el prime time de Telecinco, en ¡De Viernes!. Santi Acosta le ha realizado una entrevista de diez horas de grabación y 200 preguntas que se emitirá esta noche (22:00), en uno de los scoops más impactantes del programa, al que, probablemente, le siga una visita al plató.

"La persona que más me ha decepcionado en estos años alejado de la tele es mi madre". "No perdono que no haya sabido estar a la altura como abuela". "Mi matrimonio se ha ido desgastando hasta el punto de que parecíamos compañeros de piso". "No me siento orgulloso de haberle sido infiel pero Irene me ha perdonado".

Estas son algunos de los titulares del DJ. La de este viernes no es una entrevista más. Se trata de la primera que Kiko ofrece después de su separación de Irene Rosales, quien ha sido su pareja desde 2014 y madre de sus dos hijas pequeñas. Pero lo realmente llamativo es que Kiko aseguró que no regresaría a televisión a airear su vida, y menos, a Telecinco.

Su opinión puede haber cambiado este lunes. Irene se sentó en Y ahora, Sonsoles para hablar de su relación, su ruptura y su nueva ilusión. Y quién sabe si ahora el antaño conocido como Paquirrín quiere dar su versión, desmentir a su ex, o, simplemente, subirse al carro. En el anticipo, Kiko dice que lo más duro de los últimos años es "quizás ver cómo se ha desgastado mi matrimonio día a día. También la ausencia de mi madre y de mi hermana".

En cualquier caso, Rivera está recogiendo cable. Este verano, tras hacerse conocida su ruptura con Irene, posteó en Instagram: “Quiero dejar claro algo desde el principio: no voy a sacar partido económico de esta situación, ni voy a acudir a televisión para hablar de mi vida privada”. Una declaración de principios que resultaba acorde a su actitud, pues desde un Sábado Deluxe de 2022 no se sentaba en un plató.

Kiko Rivera, en una intervención anterior en Telecinco.

Kiko Rivera, en una intervención anterior en Telecinco.

Y, en el caso de que hubiese hablado en algún programa, nada apuntaba a que eligiese uno de Mediaset, pues parecía tener la cruz echada a esa cadena. A inicios de 2023, Mediaset vetó a Kiko junto a otros personajes como Rocío Carrasco o Bárbara Rey.

No se podía mencionar su nombre, ni aparecer imágenes en las que él estuviese. Si no quedaba más remedio que hablar de él, había que apostar por fórmulas como el hermano de Chabelita”.

Adiós al veto

Ese año, Kiko tuvo un problema de salud, y Mediaset volvió a informar de él, por su nombre y apellido. Algo que él en Instagram tildó de “patético”. “Queridos amigos de Telecinco, no les voy a dar ningún tipo de declaración, ni mucho menos quiero saber nada de vosotros ni de toda la gente que os rodea... Hace mucho tiempo que con vuestro dinero no podéis comprarme”, aseguró entonces.

Y, donde dijo digo, ahora dice Diego. Ya sí está dispuesto a sacar partido económico a su separación de Irene, y lo va a hacer hablando de su vida privada en televisión. En esa misma cadena de la que se jactaba que no tendría dinero para pagarle (y donde, presumiblemente, le volveremos a ver).

En este asunto, de casta le viene al galgo. Y es que Kiko Rivera está siguiendo los mismos pasos que su madre hace unos años. ¿Recuerdan cuando llamó a Sálvame, en pleno directo, en 2018, mientras su hija Isa concursaba en Gran Hermano VIP?

“El apellido Pantoja da Dinero, y el señor Vasile lo sabe, vuestro jefe”, dijo entonces. Carlota Corredera, que presentaba en ese momento el programa, le preguntó si se sentaría en un plató para hablar, pero la tonadillera dejó claro una cosa. “He entrado por teléfono gratis, pero para yo sentarme no hay ceros en esa cadena, porque tengo para todos, para contestar a todos. Y no lo necesito”.

Unos meses más tarde, Isabel demostró que para sentarla en un plató de corazón, quizá, no haya ceros suficientes. Pero sí para hacerla saltar del helicóptero de Supervivientes, y tenerla unas semanas en Honduras pasando hambre, frío y luchando contra insectos y cangrejos.

La de Marinero de luces se tiró al barro, y nunca mejor dicho. La vimos llorar, reír, hacer pruebas como la del barro y todo lo que fuese necesario, hasta que tuvo que abandonar, según comunicaron, por motivos de salud.

El paso de Isabel por Honduras fue el anticipo de lo que estaba por venir. Había firmado un contrato con Mediaset que incluía otros programas, más allá de Supervivientes. Así, acabamos viéndola en Top Star, y también en Idol Kids, dejando a un lado su faceta más humana y personal, para recordar que ella es conocida, en primer lugar, por ser artista.

Ahora, con Kiko, sucede un poco lo mismo. Esa paradoja de decir que no haría algo y terminar haciéndolo. Escupiendo para arriba sin olvidar que lo que sube termina por bajar. Ya no importa esa paz mental de la que tanto ha hablado.

Kiko, siguiendo al patrón materno, ha puesto punto y final a una etapa de férreo alejamiento para abrazar, previo cheque, la visibilidad televisiva que solo la cadena de Fuencarral garantiza. Porque la familia Pantoja es una familia de artistas, y por eso, el clan hace suyo como nadie esa manida premisa de “el espectáculo debe continuar”.