Iker Jiménez desvela la triple casualidad que vivió durante sus vacaciones en Tokio: "Eso tenía que ser una señal"

"Les confesaré que siempre he hecho caso de las señales". Con esta frase empezaba Iker Jiménez el cierre de Cuarto Milenio este domingo, 21 de septiembre. El presentador se disponía a comentar con su milenarios una curiosa casualidad que vivió este verano, durante sus vacaciones en Japón.

"Tampoco se trata de vivir obsesivamente con las señales y estar todo el rato angustioso", advertía, aclarando que estas "nos dan una información y guían nuestro instinto a un lado".

Y es que resulta que Jiménez y Carmen Porter se encontraron en Tokio a una persona que "evidentemente no era japonesa": "Adiviné que era español. Nos quedamos mirando y como que se quedó con ganas de hacerse una foto".

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La ruta de la pareja de comunicadores por la capital nipona siguió sin más, pero unos días después, volvieron a encontrarse con el mismo hombre. "Sé que me estás viendo. En otro punto de Tokio, me encuentro con la misma persona. Tokio tiene 30 millones de habitantes", destacó.

"Lo primero que piensas, si tienes una mente un poco conspiranoica, es: 'Este tío es un espía, me anda siguiendo'. ¿Cómo te vas a encontrar a la misma persona en Tokio, en barrios totalmente diferentes?", se preguntaba Iker. Y, ya sí, este hombre se lanzó a hablar con el también conductor de Horizonte.

Iker Jiménez, en el cierre de 'Cuarto Milenio' este domingo. Mediaset España

"Me dijo: 'Me quedé con ganas de hacerme una foto'. Tiene bemoles que nos encontremos en Tokio. Pues había que hacerse la foto. Era una señal. Evidentemente, era compatriota", recordó el rostro de Mediaset España.

Pero las casualidades no quedaron ahí. En el vuelo de vuelta a España, las azafatas comentaron a Iker Jiménez que la tripulación quería conocerle. Por ello, el vasco pasó a la cabina, donde el equipo le enseñó un mapa de papel que llamó la atención de Iker poderosamente, con marcas en las zonas que es peligroso sobrevolar: Gaza, Libia, Rusia, Ucrania...

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"Me vuelvo a mi sitio y, a las tres horas, porque es un vuelo largo de dieciocho, viene otra vez la azafata: 'El comandante de este vuelo es la persona que se encontró usted dos veces en Tokio'. Casi me da algo. Eso ya no podía ser", relató Jiménez.

"¡Vaya carambola! Hagan combinatoria para que esto salga", exclamó el periodista, añadiendo que charló largo y tendido con él: "Nos dimos un abrazo como si fuéramos amigos, porque yo sabía que era milenario".