Imagen de Pedro Sánchez, Yuval Raphael, Melody y el logo de Eurovisión 2026.

Imagen de Pedro Sánchez, Yuval Raphael, Melody y el logo de Eurovisión 2026. El Español

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Sánchez, solo en el 'Big 5' de Eurovisión: la independencia de la TV pública israelí, argumento contra el boicot

BLUPER analiza la dificultad que tiene España para expulsar a Israel de la UER y los motivos por los que el resto del Big 5 no apoya este veto.

Más información: 17 motivos para que España se largue de Eurovisión (y ninguno es Israel).

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La LXX edición del Festival de Eurovisión ya aspira a ser la más polémica de su historia, a pesar de estar todavía lejos en el horizonte televisivo. El anuncio de RTVE de que España, miembro del Big Five, se retirará del certamen musical si la UER (Unión Europea de Radiodifusión) no veta a Israel ha aumentado la presión y la polémica.

Pero, ¿cuáles son las probabilidades de que el país hebreo sea expulsado?

Esta pregunta es, realmente, la principal. Si hay un punto que la UER ha remarcado en varias ocasiones es su vocación apolítica.

Desde su fundación, el 12 de febrero de 1950, esta organización internacional de radiodifusoras sólo ha expulsado a dos países: Bielorrusia y Rusia.

Ambos casos fueron distintos entre sí y también reflejan por qué las intenciones de RTVE, impulsada por la presión del gobierno de Pedro Sánchez, son difíciles de conseguir en el caso de Israel.

Los casos de Bielorrusia y Rusia

La UER expulsó a la cadena pública bielorrusa, BTRC, el 1 de julio de 2021 por la fuerte represión contra la libertad de prensa que se vivió durante las protestas contra el régimen de Aleksandr Lukashenko.

A esa agresión contra un derecho fundamental, se sumó el silenciamiento de medios independientes, la detención de opositores políticos y la línea tendenciosa y propagandística de la televisión y radio públicas.

La expulsión de Rusia fue el 25 de febrero de 2022, solamente un día después de que el país gobernado con mano de hierro por Vladimir Putin invadiera Ucrania.

En este caso, las televisiones públicas de varios países, especialmente del norte de Europa, presionaron a la UER para expulsar a las dos cadenas rusas públicas, Pervyy kanal y la VGTRK.

Yuval Raphael en la alfombra turquesa de la 69ª edición del Festival de Eurovisión en Basilea.

Yuval Raphael en la alfombra turquesa de la 69ª edición del Festival de Eurovisión en Basilea. Que JayTee Creative Commons

Esta expulsión tuvo dos motivos de peso. El principal fue la invasión de Ucrania, un conflicto bélico que sigue en curso.

A pesar de que la UER no expulsó al país euroasiático en 2014, tras la invasión y anexión de Crimea, sí lo hizo ocho años después porque “la participación rusa desvirtuaría la reputación del certamen”.

A ello se le sumó que la UER suspendió a sus miembros rusos por la pérdida de independencia editorial y por el uso de los medios estatales para difundir propaganda y desinformación sobre la invasión.

Esto provocó que se vulneraran también los principios básicos del organismo paneuropeo. Las compañías rusas abandonaron la UER tras esta suspensión.

Breve mención merece lo sucedido con Yugoslavia. Vetada de la UER en 1992, justo en plena fase de su disolución, no fue por decisión del organismo, sino por las sanciones internacionales impuestas por la ONU durante las Guerras de los Balcanes.

Fue por la Resolución 757 que obligaba a suspender cualquier intercambio cultural y de radiodifusión con el país. Por otro lado, más que una expulsión fue un veto, dado que JRT (Radio Televisión Yugoslava) se desintegró en 1992.

Por tanto, ¿cumple Israel alguno de estos requisitos? Si hay un punto en el que la UER pone especial énfasis es en que la competición es entre cadenas de televisión, no entre países.

La independencia de la KAN

En ese sentido, la KAN, la cadena pública de Israel, sigue cumpliendo con los requisitos formales de independencia editorial y respeto a los principios de los medios de servicio público exigidos por el organismo.

Y es que aquí hay un tema sensible y del que la UER es plenamente consciente: la KAN es uno de los baluartes de la libertad de prensa en Israel.

Precisamente, la cadena pública hebrea (que está dentro de la IPBC: Corporación de Radiodifusión Israelí) está sufriendo notables presiones por parte del gobierno de Netanyahu, quien busca privatizar al ente y convertirlo en un medio de propaganda.

El 29 de junio de este año, la Comisión Ministerial para la Legislación del Gobierno hebreo aprobó la propuesta de ley para privatizar los informativos de la cadena estatal y vender la emisora de radio, Reshet Bet.

Si bien, este proyecto debe ser aprobado finalmente en la Knesset (el Parlamento israelí), deja en evidencia que la KAN resulta incómoda a Netanyahu.

Publicaciones como The New York Times o Nieman Reports, de la Fundación Nieman de la Universidad de Harvard, han señalado que tanto la KAN como otros medios de información críticos (como Haaretz) son recibidos con hostilidad por parte del Gobierno.

La propia Nieman señalaba que, allá por enero de 2023, el ministro de Comunicaciones de Israel, Shlomo Karhi, buscaba privatizar la KAN al ser “una emisora que ha virado demasiado a la izquierda”.

En un extenso artículo publicado en 2025, Nieman señalaba cómo el canal que sí que se consideraría afín al Gobierno, Channel 14, es un medio privado.

Imagen del programa informativo israelí 'Hadashot HaErev', de la televisión pública hebrea.

Imagen del programa informativo israelí 'Hadashot HaErev', de la televisión pública hebrea. KAN

Tanto en sus informativos como en sus mesas de debate, la KAN ha dado voz a los más críticos con las decisiones gubernamentales, incluyendo la gestión de la guerra en Gaza y la lucha contra la organización terrorista Hamás.

De hecho, The Times of Israel recogía en marzo de este 2025 que la KAN había sido señalada por Netanyahu después de emitir debates sobre la gestión de la guerra, dar espacio a testimonios de familiares de rehenes, así como a portavoces de ONG internacionales que buscaban ayudar a las víctimas inocentes en Gaza, durante el 'prime time'.

Ante esta situación, es evidente que la KAN busca reflejar esa mirada comprometida con el servicio público y que es poco sospechosa de ser afín al Gobierno u oficialista.

De hecho, la propia UER, tras la Asamblea General realizada en julio de este año, publicó un comunicado en el que apoyaba públicamente la independencia de la KAN y reconocía las presiones políticas que atraviesa la emisora.

De la expulsión a la suspensión

Ahora bien, ¿habría otro motivo que RTVE podría argumentar para justificar su expulsión?

El requisito al que España, así como Países Bajos, Irlanda y Eslovenia apuntan es el de un posible ‘descrédito reputacional’. Fue ese el motivo principal del veto a Rusia en Eurovisión 2022.

José Pablo López en su comparecencia en la comisión de control parlamentario de RTVE.

José Pablo López en su comparecencia en la comisión de control parlamentario de RTVE. Rodrigo Jiménez EFE

En esa línea, 55 europarlamentarios (de los 720 que conforman la Cámara Europea), integrantes principalmente de formaciones de extrema izquierda y ecologistas, solicitaron la expulsión de Israel del certamen musical.

Si esta opción cobrase fuerza, debería ser sometida a votación. Para que se aprobase tal decisión, se necesitaría la presencia de un 75% de los miembros de la UER y que tres cuartas partes votasen a favor.

Con 67 miembros con derecho a voto (que forman parte de todas las cadenas), excluyendo a la israelí KAN, 50 de estos deben asistir y 37 tendrían que respaldar la expulsión.

Sede de la UER.

Sede de la UER. UER

Según señalaba Eurofun, un medio especializado en el certamen, no dan los números. Al menos, con las opiniones conocidas hasta el 20 de septiembre de 2025.

Esto abriría la puerta a una suspensión, una elección más realista, pero igualmente complicada. En todo caso, podría servir para unas intenciones meramente cosméticas.

La suspensión la realiza el Comité Ejecutivo de la UER, compuesto por representantes de 11 países miembros, entre los que están Suecia, Francia, Reino Unido, Italia y Austria.

Esa medida sólo puede adoptarse en el caso de que la emisora infrinja las normas de la Unión, no esté al día con sus obligaciones financieras o realice movimientos que perjudiquen a la imagen del organismo.

Puesto que se está hablando de cadenas y no de países, la KAN tampoco cumpliría con el requisito de ‘desprestigio de imagen’.

Con lo cual, se antoja difícil que se produzca un veto que, por otro lado, sólo impediría que Israel estuviera presente en Eurovisión 2026, abriendo la puerta a que regresase en 2027.

Israel en los JJ.OO. y en los Oscar

A ello se puede sumar que Israel sigue presente en otro tipo de competiciones internacionales.

El COI ha dejado claro que no contempla expulsar al país hebreo ni tampoco a Palestina de las competiciones olímpicas. Christophe Dubi, director ejecutivo del COI, señaló que la situación es “distinta a la de Rusia y Bielorrusia”, las cuales no sólo fueron sancionados por la invasión de Ucrania, sino también por escándalos de dopaje.

Christophe Dubi y Kristin Kloster ante la rueda de prensa de los Juego Olímpicos de Milán-Cortina d'Ampezzo 2026.

Christophe Dubi y Kristin Kloster ante la rueda de prensa de los Juego Olímpicos de Milán-Cortina d'Ampezzo 2026. RTVE

También, Israel luchará por ganar el Oscar. La Academia de Cine de Hollywood tendrá en cuenta a The Sea, una película sobre el deseo de Khaled, un niño palestino de 12 años, de ver el mar (y que ha generado polémicas con el Gobierno de Netanyahu).

Ninguna academia del resto de países, ni la propia estadounidense, han impedido la presencia del país en la carrera a la Mejor Película Internacional.

Dicho lo cual, surge otra pregunta, ¿por qué el Big Five ha dejado sola a España en esta campaña para echar a Israel?

El país ibérico es el único de este grupo de naciones, que son las que aportan mayor dinero al certamen, que ha amenazado con boicotear el Festival de la Canción si Israel sigue participando.

España, sola ante el Big 5

Sí, las amenazas de Eslovenia, Irlanda y Países Bajos han sido muy publicitadas (el caso de Islandia ha sido el de una mera declaración de intenciones), pero ninguno de estos países tiene el peso de España en la UER.

Sin embargo, ni Alemania ni Italia ni Francia ni el Reino Unido le han apoyado.

Por un lado, están Alemania e Italia. Tanto la emisora pública germana como representantes gubernamentales del país centroeuropeo han insistido en que se trata de un certamen apolítico y que la KAN cumple con los requisitos técnicos y editoriales de la UER.

La Südwestundfunk (SWR), emisora responsable de la presencia de Alemania en Eurovisión, ha lanzado un comunicado a través de la ARD, a la que pertenece, para defender el carácter neutral del festival.

“Eurovisión es un evento musical que unifica a personas de toda Europa y más allá durante décadas, a través de la diversidad, el respeto y la apertura, independientemente de su origen, religión o cosmovisión.

Es una competición organizada por las emisoras de la UER, no por los gobiernos”, expresaba la ARD en dicha nota de prensa.

“Como miembro de la UER, la ARD apoya el proceso de consulta y las decisiones de la organización, con el objetivo de lograr un acuerdo sostenible y bien fundamentado, coherente con sus valores”, proseguía.

Alemania es uno de los principales aliados de Israel tras la Segunda Guerra Mundial.

Su compromiso con el país hebreo ha sido inquebrantable. El país germano no sólo es miembro del Big Five, es también uno de los que más aporta y el que impulsó la creación de este concepto de cinco países que pasan directos a la final.

Al país germano se le sumaría Italia como férreo apoyo dentro del grupo. Amir Alon, antiguo miembro de la delegación israelí, declaró a N12 (la principal cadena de noticias de su país) que fuentes internas aseguraban que Alemania e Italia se retirarían del festival si Israel era excluido.

Lucio Corsi en su actuación durante la segunda semifinal del 69 Festival de Eurovisión en Basilea.

Lucio Corsi en su actuación durante la segunda semifinal del 69 Festival de Eurovisión en Basilea. Corinne Cumming UER Basilea, Suiza

“Mientras la guerra en Gaza continúe y las imágenes del conflicto lleguen al público europeo, será difícil para países como Italia y Alemania defender públicamente a Israel. Ambas naciones se encuentran entre los principales contribuyentes financieros del certamen”, expresaba.

Ambos mantienen comunicación directa con la UER y apoyan a la KAN. Si la cadena hebrea es excluida, han amenazado con abandonar también el concurso, algo que la UER busca evitar”, continuaba.

Con Alemania e Italia como claros apoyos para Israel, están después las declaraciones de neutralidad del Reino Unido y Francia. Poco después de que España anunciase su intención de boicot, los galos confirmaban su presencia en Viena en 2026.

A través de sus redes sociales, France Télévisions confirmaba su asistencia en señal de “apoyo a la creación musical, a los artistas y a este evento único”. Recientemente, Macron ha concedido una entrevista a N12 en el Palacio del Elíseo, con motivo de la intención de reconocer al estado de Palestina.

La periodista Yonit Levi le preguntaba directamente si Francia apoyaría boicots en certámenes deportivos o culturales en los que Israel busca participar, como Eurovisión. El presidente galo fue claro: “No, nunca tomaré ese enfoque. Decidí excluirme personalmente de industriales y personas que estaban relacionadas con Gaza”.

“He intentado siempre ser extremadamente cuidadoso para explicar mi postura. No estoy a favor de los boicots, porque estoy comprometido con Israel. Israel fue la primera víctima del 7 de octubre. Nunca voy a defender un boicot”, declaraba de manera directa.

De esta manera, tanto la cadena pública gala como el jefe del Estado francés se mantienen neutrales. Queda otro país, el Reino Unido, el cual fue el primero realmente en dejar sola a España en esta campaña.

Ya en la Asamblea General celebrada en julio, sorprendió a muchos que la BBC optase por mantenerse neutral y no provocar una votación sobre la presencia de Israel en el certamen, aplazando la decisión a diciembre.

Las polémicas de la BBC

La BBC ha estado en el foco de la polémica sobre su cobertura del conflicto entre Israel y Hamás en Gaza.

En 2024, la cadena pública tuvo que despedir a una empleada, la programadora sénior Dawn Queva, por publicar en redes sociales mensajes antisemitas explícitos, entre los que había negación del Holocausto y teorías de la conspiración relacionadas con la comunidad judía.

Este despido provocó que más de una veintena de empleados de la BBC presentasen quejas formales sobre manifestaciones antisemitas dentro de la corporación pública británica. La cadena ha sido acusada de dar información sesgada sobre el conflicto a favor de Palestina.

A inicios de ese año, la BBC se vio obligada a pedir disculpas por difundir en sus informativos de radio informaciones sin verificar vertidas por Hamás. En febrero de 2025, la cadena volvió a pedir perdón por emitir el documental Gaza: How to Survive a Warzone.

El motivo de la disculpa y la posterior retirada del documental en sus plataformas se debió a que se descubrió que el narrador del reportaje era el hijo de un ex viceministro de Agricultura del Gobierno de Gaza dirigido por la organización terrorista Hamas.

De la misma manera, se descubrió que la traducción del film tenía errores en los que se suavizaban declaraciones sobre la violencia del grupo yihadista.

Imagen del informativo de Sky News sobre el escándalo de la retransmisión de la BBC con el dúo Bob Vylan en el Festival de Glastonbury.

Imagen del informativo de Sky News sobre el escándalo de la retransmisión de la BBC con el dúo Bob Vylan en el Festival de Glastonbury. Sky

Durante la retransmisión del Festival de Glastonbury, la cadena emitió los cánticos del dúo británico Bob Vylan, en los que se pedía la “muerte a las Fuerzas de Defensa de Israel”. Sus palabras fueron consideradas antisemitas y la BBC tuvo que pedir disculpas, de nuevo.

El ente anunció que revisaría sus directrices editoriales y se comprometió a no emitir actuaciones “de alto riesgo” sin un mayor control.

Por otro lado, tuvo que evitar emitir el documental Gaza, médicos bajo ataque, dado que había “riesgo de crear una percepción de parcialidad”. El formato se vio finalmente en Channel 4, cadena privada.

En su intento de dar una imagen más imparcial, la BBC ha vivido otra polémica a inicios de julio de este año, cuando 112 periodistas de la cadena lanzaron una carta pública anónima en la que se acusaba de “sesgo y racismo” contra los palestinos en su cobertura sobre la guerra en Gaza.

Con una situación especialmente delicada, en la que un boicot puede interpretarse como un gesto político, la BBC ha optado por la neutralidad. Tim Davie, director general del organismo, ha lanzado un comunicado en ese sentido.

Remember Monday en la segunda semifinal del 69 Festival de Eurovisión en Basilea.

Remember Monday en la segunda semifinal del 69 Festival de Eurovisión en Basilea. Sarah Louise Bennett UER Basilea, Suiza

Eurovisión nunca ha tenido nada que ver con la política. Debe seguir siendo una celebración de la música y la cultura que une a las personas. Esperaremos a ver qué decide la UER”, declaraba.

Dentro del Big Five, España está sola. Si bien, puede encontrar más países que se sumen, también hay otros que, públicamente, ya han manifestado su apoyo a Israel o su decisión de mantenerse neutrales.

El país anfitrión, Austria, ha apoyado públicamente a Israel. El viceministro de Asuntos Exteriores, Sepp Schellhorn, ha instado a la UER no ceder al “chantaje” de excluir al país hebreo en la 70 edición del Festival de la Canción.

Los boicots culturales son tontos e inútiles. No nos ayudan a avanzar”, declaró al periódico Kurier.

“Ceder a la presión o al chantaje sería un error”, advertía. “Ante todo, se trata de una competencia entre músicos y artistas. Confundir su rol con la política de un país me parece muy problemático”, señalaba.

Austria es la ganadora de Eurovisión 2025.

Austria es la ganadora de Eurovisión 2025. EBU-UER

Roland Weissmann, director general de la ORF, ya ha manifestado que la cadena pública austríaca y anfitriona del certamen apoya la presencia del país hebreo.

A ello se suma que, según lo compartido por Amir Alon en N12; Suiza, Grecia, Azerbaiyán y Chipre apoyarían la presencia de Israel.

Por otro lado, Luxemburgo, Estonia, Letonia, Lituania, Suecia, Dinamarca, República Checa, Australia, Ucrania, Serbia, Montenegro, Albania, Malta y San Marino ya han anunciado su intención participar sin importar si está Israel o no.

Noruega también tiene previsto estar, aunque sí que está buscando condicionar la presencia de Israel sin tener que recurrir a un boicot.

Por supuesto, pueden surgir más países que se sumen al boicot u opten por mantenerse neutrales. La ministra de Cultura de Polonia, Marta Cienkowska, señaló que, como "opinión personal", su nación no debería participar. Estados como Bélgica, Croacia, Finlandia o Portugal han optado por esperar a declarar si estarán en Viena, pero no implica que haya decidido ser neutrales o boicotear a Israel.

Con lo cual, España se ha quedado sola como único miembro del Big Five que pide un boicot y presiona para que la UER expulse a Israel.

Por supuesto, todo puede cambiar y depende de la evolución de la guerra en Gaza y de la actitud del Gobierno de Netanyahu respecto a los medios críticos en su propio país.

Si el trascurso del conflicto no tiene cambios relevantes; RTVE, impulsada por el gobierno de Pedro Sánchez, dejaría a España en un dilema.

Por un lado, retractarse y quedar retratada esta medida de presión como algo puramente cosmético o cumplir con su promesa y provocar que España esté ausente del certamen por primera vez desde su debut en 1961. Con lo cual, es necesario esperar a diciembre.