La música va a estar muy presente en Antena 3 a partir de ahora en la noche del sábado, y es que, esta semana, se estrena la nueva temporada de La Voz Kids. Una edición que este lunes se ha promocionado en El Hormiguero con la visita de su presentadora, Eva González, y dos de los coaches, Lola Índigo y David Bisbal.

Tras la entrevista de rigor, en la que Bisbal aseguró que en La Voz México hay cosas mejores que en la de España, las hormigas Trancas y Barrancas propuso que todos jugasen a Fulgor, una versión del mítico Furor que antaño presentaba Alonso Caparrós.

Y, concretamente, a la prueba musical, en la que las hormigas facilitaban una palabra, y los participantes, por equipos, debían cantar un tema utilizándola. El primero que no diese respuesta, perdía. David Bisbal formó pareja con Pablo Motos, y Lola Índigo con Eva González, que se resistía a cantar.

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Tras poner a prueba sus conocimientos con palabras como “amor” o “besos”, las chicas resultaron las ganadoras del juego. Fue entonces cuando la cámara captó al público aplaudiendo, y en el centro de la imagen estaba una señora que hizo lo que se suele conocer como una peineta. Es decir, la mujer levantó el dedo corazón para asombro de los espectadores.

Lola Índigo fue la primera en darse cuenta de este gesto. “Pero señor, ¿por qué ha hecho así usted? ¿Qué problema tiene?”, preguntaba la cantante andaluza. “¿Qué ha pasado?”, preguntaba Pablo Motos, que no se había enterado del gesto. “Hay un señor en el público que ha hecho así”, le aclaraba la intérprete de Mujer bruja repitiendo el obsceno aspaviento.

“¡Calma!”, pedía el presentador. David Bisbal quiso saber qué había sucedido, y Motos le explicó que “por lo visto, un señor ha hecho así”, levantando el dedo corazón ante el cantante. Eva González entonces se dirigió a la grada y localizó a la persona, que no era un señor, sino una señora.

“Señora, tranquilícese. ¿No le ha gustado que ganemos nosotras? ¿Le ha pagado Pablo para que se meta con nosotras?”, preguntaba la modelo. “Me han obligado...”, atinaba a decir la mujer. “En general suelo tener la culpa de todo”, se resignaba Pablo Motos, que corrió un tupido velo y dio paso a Marron.