Amar es para siempre, Servir y proteger o las extintas Mercado Central, El Secreto de Puente Viejo, Dos Vidas, Acacias, Centro Médico… Las series diarias han sido y son un balón de oxígeno para el sector audiovisual español. La producción de estas ficciones, que suelen alargarse más en el tiempo que las series destinadas al prime time o a las diferentes plataformas, permiten a centenares de profesionales tener un puesto de trabajo en un arco temporal mucho más amplio. Y aunque vivieron una época dorada, hoy en día son pocas las cadenas de televisión -autonómicas incluidas- que se atreven a apostar por ellas. En el fondo de la cuestión, como siempre, las audiencias y su rentabilidad.

En la actualidad, Amar es para siempre, heredera de Amar en tiempos revueltos, es casi un oasis entre las grandes cadenas. Y más, cuando La 1 ha decidido echar el cierre a Servir y proteger tras cinco años en antena. Además, poco más se sabe de La promesa, una nueva ficción patria anunciada para las tardes de la cadena pública.

Sin embargo, si hay una cadena que decidió arrinconar cualquier atisbo de ficción en su parrilla diaria esa es Telecinco, una cadena que en los 90 y principios de los 2000 marcó la historia de estas series con icónicas producciones como Al salir de clase y El Súper. Sin embargo, la de Mediaset España lleva ya la friolera de 13 años sin apostar por una ficción diaria.

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Fue en agosto de 2009 cuando, tras diez exitosas temporadas y 600 capítulos, terminaba Escenas de matrimonio con una audiencia media cercana a los tres millones de espectadores. En realidad no se trataba de una serie tradicional, con un hilo argumental, tramas inconclusas y demás elementos que dan forma a lo que tradicionalmente conocemos como una serie diaria (véase Amar es para siempre). La ficción era más bien una sucesión de gags de diferentes parejas en diferentes etapas de su vida que contaban chascarrillos y protagonizaban escenas más propias de la picaresca española y el humor fácil para hacer reír al espectador. Y lo consiguieron. En 2010, la cadena apostaría por Escenas de matrimonio 2, pero tras apenas 30 capítulos, la fórmula estaba agotada y la serie terminó para siempre.

Ese mismo año llegaría a la cadena La pecera de Eva. Protagonizada por Alexandra Jiménez, estuvo en antena dos años, en los cuales emitió cuatro temporadas y 247 capítulos. Sin embargo, su emisión tuvo lugar casi en su totalidad en LaSiete, cadena de la TDT del grupo Mediaset que finalizó su periplo en 2014 debido a una sentencia del Tribunal Supremo. Tampoco en este caso podríamos hablar de una serie emitida de forma diaria por Telecinco.

Imagen de 'La pecera de Eva'.

El gran éxito de 'Yo soy Bea'

Aún tenemos que viajar más en el tiempo para comprobar una auténtica ficción diaria en la parrilla de la cadena. Fue Yo soy Bea, la versión española de la popular telenovela Yo soy Betty, la fea que se emitió con audiencias estratosféricas entre julio del 2006 y agosto del 2009. 775 capítulos divididos en tres temporadas que la convirtieron en un auténtico fenómeno en audiencias. Desde su estreno fue líder de audiencia en su franja de emisión en el 64,1% de las ocasiones, con una media acumulada de 26,2% de share y con un target comercial que rozaba el 32%. El fenómeno de la serie fue tal, que el domingo 8 de junio de 2008 Telecinco decidió trasladar su serial de sobremesa al prime time con una cifra histórica de 8.226.000 espectadores y una cuota de pantalla del 42,1% que presenciaron la transformación de Bea.

Desde aquel entonces y, pese al buen atino de la cadena con sus ficciones diarias, Telecinco no ha vuelto a confiar en las series ni en sus sobremesas, ni en sus tardes. Posteriormente, se volcó hasta nuestros días en producciones más económicas como es el caso de Sálvame, estrenado el 19 de marzo de 2009 y que hoy en día lucha por salir a flote en la peor crisis de audiencia de su historia.

Y aunque si bien es cierto que Telecinco lo ha intentado con series turcas, intentando imitar el éxito de Antena 3 con Tierra Amarga, nada le ha funcionado. No obstante, y dada la política de contención de gastos de la cadena desde hace años, ni está ni se espera una ficción diaria en la cadena de Paolo Vasile. Trece años después, Sálvame -mucho más rentable en términos cuantitativos, que no posiblemente cualitativos o como imagen de marca- sigue ocupando toda una franja sin darle espacio a una ficción diaria con la que, quizás, Telecinco volvería a sus orígenes.