Lydia Lozano, en la ducha de 'Sálvame Sandía'

Lydia Lozano, en la ducha de 'Sálvame Sandía'

Bluper TELEVISIÓN

De ‘¡Qué apostamos!’ al ‘Un, dos, tres’: las veces que ‘Sálvame’ ha mirado a los concursos de la televisión

'Sálvame Sandía' ha rescatado la prueba de la ducha del programa que presentaban Ana Obregón y Ramón García.

26 julio, 2022 17:03

La pasada semana, Sálvame reinventó su sección Sálvame Sandía con una nueva dinámica. Un colaborador, elegido presuntamente al azar, debía elegir un reto entre tres opciones. Convocar a gente en bicicleta a las puertas de Mediaset, o vestidas de fallera, o disfrazadas de Lydia Lozano, según corresponda. Si su poder de convocatoria tiene resultado, puede elegir a un compañero para que se dé una ducha en los exteriores de la cadena. Si no, será él quien deba pagar prenda y acabe mojado. En estos días, Lydia Lozano, Carmen Alcayde o Carmen Borrego con Canales Rivera ya han pasado por esa temida ducha.

Seguro que a muchos, sobre todo, los que tienen de 30 años para arriba, esta dinámica les resulta de lo más familiar. Y es que ese reto era algo que se hacía, cada noche, en el programa ¡Qué apostamos!, de TVE, el cual presentó en su época dorada Ana Obregón y Ramón García. Así, personas de la calle proponían al programa reunir a 100 personas en pijama y con un billete de tren o de avión para viajar al día siguiente, un centenar de ciudadanos con un billete de personas u otras 100 una moto con sidecar, y que fuesen vestidos de piloto, con gafas, casco y chaqueta de cuero. Como los estudios de TVE estaban a las afueras, desde el programa se invitaba a los madrileños a ir en taxi, con la promesa de que se les pagaría el trayecto al llegar.

Al final del programa se veía si el reto se había conseguido o no. Si se superaba, uno de los presentadores acababa en una enorme ducha portátil, o quizá uno de los invitados. Un conocido fin de fiesta, en el que Ana Obregón siempre hacía lo que estaba en su mano para intentar escaquearse y terminar el programa seca (por ejemplo, diciendo que no podía por las lentillas) aunque no siempre lo lograba. De forma excepcional, el castigo de entrar en la ducha se cambiaba por alguna otra faena a los presentadores: a Obregón la encerraron en una jaula con leones, por ejemplo.

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Este guiño a ¡Qué apostamos! es solo uno de tantos que Sálvame ha tenido a lo largo de su historia a los concursos más míticos de la televisión, a los que ha rendido homenaje muy a menudo. En ese sentido, por ejemplo, se puede recordar cómo por su entrega número 500 el espacio estrella de La Fábrica de la Tele se convirtió en una réplica del Un, dos, tres, con Lydia Lozano, Belén Esteban y Terelu convertidas en azafatas del programa,Kiko Hernández y Kiko Matamoros como 'tacañones', Mila Ximénez, Rosa Benito, Karmele Marchante y Luis Rollán como concursantes y Juanito el Golosina como la mascota, la calabaza Ruperta.

Imagen de 'Sálvame' en su homenaje al 'Un, dos, tres'

Imagen de 'Sálvame' en su homenaje al 'Un, dos, tres'

A veces, Sálvame se ha convertido en el escaparate de otros concursos de Mediaset para su promoción, desde aquel Killer Karaoke de Cuatro hasta Alta Tensión. En agosto del año pasado, cuando Alta Tensión daba sus primeros pasos, vimos a Chelo García-Cortés, Lydia Lozano, Anabel Pantoja y Kiko Hernández concursando en este formato, con la promesa de que el que más dinero acumulase se libraría de trabajar en Sálvame Tomate, en la franja que ahora ocupa Sálvame Sandía. Fue divertido ver a Anabel y compañía acertar capitales del mundo y jugar en la prueba musical, aunque quedó claro que ellos mismos no conocían bien la dinámica del espacio que presenta Christian Gálvez.

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A veces, los concursos más famosos de la tele se vuelven oscuros en Sálvame. Así, El Precio Justo se convirtió en El Muerto Justo cuando Lydia Lozano cometió su famosa metedura de pata con la muerte de José María Manzanares. El Muerto Justo consistió en poner fotos de famosos, para que Lozano dijese si seguían vivos o no.

En este repaso, no podemos olvidar la particular versión de El juego de tu vida que hizo Sálvame en otoño de 2020, bajo el título de Quiero dinero. El juego de tu vida fue un concurso presentado por Emma García, en el que gente de la calle se sometía a una máquina de la verdad, y se le hacían preguntas de lo más complejas y personales, tipo “¿Has utilizado alguna vez una rueda de camión en tus relaciones sexuales?”, “¿Te has intentado dar placer sexual con un vegetal?” o “¿Te daba asco saber que tu padre usaba su propio orín como crecepelo?”. Si decían la verdad sumaban dinero, y si mentían, perdían todo lo acumulado.

En Sálvame se sacaron de la chistera una particular máquina de la verdad llamada Kopérnika, y sometían a los colaboradores a preguntas en esa misma línea. La diferencia es que podían mentir: ganaban dinero solamente por escucharlas. Así, por ejemplo, a Chelo García-Cortés le llegaron a preguntar si desearía la muerte de su propio hermano. A diferencia de El juego de tu vida, los participantes también se enfrentaron a otros retos, como quedarse en ropa interior, quemar una foto de Isabel Pantoja o pasar 24 horas esposado a una muñeca hinchable.