"Eres de alguna forma como un consolador, me explico: eres perfecta en la ejecución, pero tremendamente fría en el sentimiento".

"Hoy no has sido pianista de bar, hoy has sido artista de crucero. Y has seguido siendo un poquito el Jorobado de OT. Te puedes llamar Chepablo".

“Tú eres al carisma lo que el bromuro al sexo. Cuanto más tienes de uno, menos tienes del otro”.

“Te dije que parecía que te hubieras comido una cabra, y hoy, no sé a través de qué orificio pero parece que la has expulsado, efectivamente hoy no estaba la cabra dentro de ti”.

"Todo lo que cantas huele a naftalina".

“No me pagan lo suficiente para tener que aguantarte".

“¿Con qué nos vas a aburrir hoy?".

"Gracias por venir, ya te puedes ir".

"Esto no es Mr. Calzoncillo apretado, es Operación Triunfo".

"¿Tú en tu casa no tienes espejos?".

"Cuando salgáis fuera me habré olvidado de vosotros".

“Tu futuro puede ser firmar un contrato por tres discos del que sólo grabes uno, hacer una gira con otros dos triunfitos porque solo no llenarías ni un geriátrico, o acabar muriendo de viejo a los treinta años versionando a La Década Prodigiosa”.

“Has desafinado tanto que se me ha caído la oreja”.

“Con tu actuación les has dado la oportunidad a muchas familias que nos ven de ir a la nevera y tomarse algo. Nos da igual que desafines como una hiena, nos tienes que emocionar y hoy no lo has hecho”.

"Cada vez abres más los ojos y cierras más la boca. Yo te entiendo: en esa Academia yo también tendría miedo de dejar orificios abiertos".

Éstas son sólo algunas de las humillantes frases que Risto Mejide dedicó a algunos de los concursantes de Operación Triunfo durante sus años como jurado del programa. Frases que hace tan sólo unos años fueron calificadas por Esther Aranda, una de las concursantes del reality que más sufrió sus críticas, como "bullying". 

Unas frases, una actitud, un pasado, que curiosamente el publicista olvidaba esta semana cuando, sin querer echar la culpa a ningún programa ni enjuiciarlo, en su programa Todo es verdad se ponía el foco en MasterChef Celebrity a la hora de hablar del papel de la televisión en nuestras vidas y en el tratamiento de personas con problemas de salud mental.

Para que el debate fuera lo más riguroso y efectivo posible también hubiera estado bien que hablaran de que, sólo dos semanas antes, su programa trató de tal manera el caso Biondo que lo único a lo que ayudó es a que se trazase un perfil dudoso sobre Raquel Sánchez Silva, y que se volviese a crear un juicio paralelo en redes sociales.

Porque, ¿qué aportaban al caso imágenes como las de la presentadora llorando frente a la tumba de su marido, de sus declaraciones ante la justicia hablando de su vida íntima o la entrevista a la madre de Biondo en la que atacaba de forma virulenta a la extremeña?

Tampoco hubiera estado mal que recordase que, después de que Telecinco se convirtiese casi en un canal 24 horas de Isabel Pantoja donde se soltaban todo tipo de improperios contra la cantante, ésta tuvo que medicarse, no salir de la cama y entrar en un estado de shock que le dejó paralizada y catatónica. "El entorno de la cantante está muy preocupado y ha sufrido varias crisis de ansiedad", dijeron entonces desde El programa de Ana Rosa.

Y ni qué decir de que, ahora que en su grupo se ha puesto de moda hablar de casos que hasta ahora estaban silenciados, también podría haber analizado el impacto que tuvo en Carlota Prado la manera en la que Mediaset manejó su caso por una presunta agresión sexual en Gran Hermano 2017.

Porque, tal y como te dijo tu abuela, Risto, en el mejor consejo que te han dado nunca en la vida, "para tener la boca muy grande hay que tener el culo muy limpio". Y no parece que ese sea tu caso. Así que, ya que el resto de humildes mortales no somos dignos de criticarte, sino simplemente refrescarte la memoria, mírate al espejo y vuelve tú a hacerte la crítica más dura que jamás te hayan hecho.