Gonzo ha entrevistado a un ministro del gobierno talibán en 'Salvados'.

Gonzo ha entrevistado a un ministro del gobierno talibán en 'Salvados'.

Bluper TELEVISIÓN

Vuelve 'Salvados' con Gonzo: "Fue más fácil hablar con un talibán que con la vicepresidenta de España"

24 octubre, 2021 00:42

Gonzo regresa este domingo a laSexta con la tercera parte de la temporada 15 de Salvados. El periodista ha viajado hasta Afganistán para conocer de primera mano cómo está viviendo la población afgana la vuelta al poder de los talibanes tras el fracaso de la misión estadounidense en el país.

El programa, que lleva por título 'Afganistán, el poder del miedo', mostrará las conversaciones de Gonzo con el expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, el cantante Bruce Springsteen o el ministro afgano de Información y portavoz de los talibanes. Además, el presentador hablará con quienes están sufriendo en primera persona las consecuencias de la inestabilidad política en el país y del actual gobierno radical.

A pocas horas del estreno, Gonzo confiesa a BLUPER cómo vivió la grabación de este reportaje y adelanta algunos detalles de lo que podrán ver los espectadores este domingo a las 21:15 horas en laSexta.

Gonzo regresa a laSexta este domingo con 'Salvados'.

Gonzo regresa a laSexta este domingo con 'Salvados'. Atresmedia

¿Cómo has vivido el viaje a Afganistán?

Ha sido mucho más que ir de un sitio a otro, es casi un viaje a otra época. Afganistán es un país marcado por la superstición, la tradición y la religión, y además vive, una vez más en su historia, un momento de cambio radical de lo que había a lo que hay ahora.

¿Qué te encontraste allí?

Lo que se ve es que la película que nos habían contado en Occidente de que se había llevado la democracia y la libertad a este país no era cierta. Encontré una población desesperanzada por completo, todo el mundo quiere salir de allí, hay una gravísima crisis económica y gran parte de la población que trabajaba en profesiones que los talibanes consideran infieles vive escondida e intentando huir de un país que tiene las fronteras cerradas. Es la tormenta perfecta.

Los talibanes persiguen a los periodistas y, sin embargo, a ti te han atendido.

Sí, he hablado con el ministro de Información. El gobierno talibán ahora mismo necesita blanquear su imagen por una cuestión económica, porque necesitan ser aceptados en la comunidad internacional para poder hacer negocios y desbloquear las reservas que tienen en bancos extranjeros. Ellos están intentando dar una imagen blanqueada de lo que son, pero son algo oscuro, son una organización terrorista, aunque ellos te venden que solo eran soldados en lucha y que ahora son muy majos y perdonan a todo el mundo.

¿Cómo fue el encuentro con el ministro?

Llegar al despacho del ministro fue una odisea. Primero tienes que pasar una prueba, lo que iba a ser una entrevista con su secretario personal se acabó convirtiendo en una especie de sala de 'Gran Hermano'. Nos dijeron que esperásemos en un sofá donde había otras tres o cuatro personas esperando. Durante 15 minutos nos tuvo ahí sin hacernos caso y luego nos dijo que podíamos subir, que estábamos autorizados para entrevistar al ministro. Cuando salimos, uno de los señores que estaba ahí se levantó y se puso a hablar con nosotros en perfecto castellano. Ahí nos dimos cuenta de que la prueba era tenernos 15 minutos en un sitio pensando que nadie nos iba a entender para ver qué decíamos.

¿Os dieron libertad para preguntar en la entrevista?

Teníamos a un tipo con Kalashnikov que nos miraba con muy mala cara. Pero yo estoy muy satisfecho porque pudimos hacer preguntas que no te esperas poder hacerle a un tipo así y porque nos desvelaron cosas de los acuerdos de paz con los norteamericanos que nos llamaron mucho la atención. Lo que acabó por hacernos flipar es que esa tarde, en el funeral por su madre, el ISIS se lo intentó cargar con un terrorista que se inmoló. A él no se lo cargaron, pero mataron a 14 personas. Ahí te das cuenta del sitio en el que estás.

¿Llegasteis a pasar miedo durante la grabación del programa?

Llega un momento que te habitúas a ver a gente armada. Yo el miedo de verdad lo pasé en el trayecto para entrar en el país. Entramos por tierra desde Pakistán, por una zona orográficamente muy complicada y con bandas de criminales armados, contrabandistas... El conductor iba como loco y en el momento en que le dijimos "¿por qué no bajas un poco, que queremos salir vivos de aquí?" nos dijo "si queréis salir vivos de aquí, es mejor que vaya todo lo rápido que pueda".

20 años de misión norteamericana y más de 90.000 muertos parecen no haber valido para nada. ¿Qué te dijo Obama sobre este asunto?

Tener a Obama en 'Salvados' es un puntazo alucinante, pero él está en una campaña de promoción del libro, entonces teníamos derecho a hacerle una pregunta que tenía que ser previamente aprobada. Cuando vieron que la pregunta era sobre Afganistán no les gustó. Aún así, con la pregunta que le hacemos queda claro qué le lanzamos y por qué se lo preguntamos. Él reconoce errores en la forma de actuar de Estados Unidos, pero no estoy autorizado a contar nada más.

El miedo es un instrumento político en Afganistán. ¿Lo es también en las democracias europeas?

Sí, el miedo cotiza al alza y los partidos se han dado cuenta de que a veces es más fácil movilizar a la contra que a favor. Para eso el miedo es fundamental, pero esto no es algo de ahora. El miedo es el principal enemigo de la libertad. En un momento de cambio como el que estamos viviendo, la utilización del miedo al de al lado está dando muy buenos réditos políticos, aunque socialmente ya sabemos por la historia que el miedo como instrumento político tarde o temprano lleva a desgracias.

¿Este ha sido el programa más complicado de grabar para ti?

No lo sé, creo que no. Ha sido probablemente el más exótico, entendido como lugar extraño, distinto y en el que no me imaginaba verme, pero no fue muy difícil, no nos costó mucho entrar ni trabajar allí. Ha habido otros más difíciles, como el que hemos hecho sobre las eléctricas que saldrá próximamente. Ese ha sido mucho más complicado porque no quería hablar ningún responsable. Hemos tenido que ir a buscar a la vicepresidenta del Gobierno a un acto porque no nos quería dar una entrevista.

Entonces, ¿ha sido más fácil hablar con un talibán que con la vicepresidenta?

Sí, queda raro decirlo, pero por los intereses de cada uno, sí. A nosotros el ministro talibán nos ha dado la entrevista y los responsables de las eléctricas no. También ha sido más fácil preguntar lo que queríamos a un ministro talibán que al expresidente de Estados Unidos, pero es que cada uno concede entrevistas en base a sus intereses.