Olga Moreno junto a su hermana Rosa durante su reencuentro en 'Supervivientes'.

Olga Moreno junto a su hermana Rosa durante su reencuentro en 'Supervivientes'. Mediaset

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Olga Moreno y el mayor paripé de la historia de Supervivientes: ¡cuánto debe aprender de Lola!

Olga Moreno tiene un serio problema con las emociones: no las sabe gestionar para llegar al espectador. Figuraos cómo será la cosa que me he emocionado más con Tom y su hermana. Ay, Lola, qué mal la dejó Palito. Se queja, pero siempre remonta. ¡Ejemplo a seguir! 

1 julio, 2021 00:42

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Lo ha dicho Carlos Sobera al comienzo del programa Supervivientes: Tierra de Nadie y no mentía ni un ápice: menuda gala más movidita. ¡Ha pasado de todo! Peleas, conatos de abandono, puñaladas traperas y... ¡la unificación de todos en Cayo Paloma! Esto huele a ecuador. Decir antes de nada que los nominados de esta semana son Gianmarco, Alejandro Albalá y Tom Brusse. Omar Sánchez, el quejica Omar, fue el expulsado la semana pasada. ¡Y muy merecido, hombre ya! No lo soporto, tiene toda la razón Lara Sajen: a la mínima adversidad, se hunde y quiere irse a su casa. Arrellanarse en la comodidad. 

Ese no es el espíritu de un superviviente. Ah, y esperen: esta noche Tom y Olga Moreno han recibido la visita de sus hermanas, Candice y Rosa. La cosa se pone interesante, sobre todo en el caso de Olga y su hermana. Recuerden que esta señora, Rosa, estuvo muy activa durante el documental de Rocío Carrasco, y cargaba las tintas para defender a Antonio David Flores. Al verla en acción esta noche, he pensado, como un resorte: esta tiene madera y quiere y le gustan los medios. Habrá Rosa para largo. Apunten esto

Melyssa y Albalá despidiendo a Lola y Lara antes de la llegada del resto de concursantes.

Melyssa y Albalá despidiendo a Lola y Lara antes de la llegada del resto de concursantes. Mediaset

¡Vamos a la información! Les decía, hoy se ha producido la unificación: todos se reúnen en Cayo Paloma. Así, Tom, Gianmarco y Olga han abandonado Playa Destierro y han llegado a Cayo Paloma para reencontrarse con Melyssa y Albalá, ¡sin saber que también estaban allí Lola y Lara! Pobre Lola, me da mucha pena. Desde que se le fue Palito, no ha levantado cabeza. En Cayo Paloma, sin ese kit del fuego del que gozaba antes, apenas si consigue prender fuego, y esto la hace hundirse. ¡Llora y se encorajina! Eso sí, es tan grande que le dura poco y se amonesta a sí misma: "Bueno, pero no me quiero ir". 

Y mira que no ha sido una semana fácil para Lola, ya que está castigada en un corralito. La semana pasada Lola fue pillada con las manos en la masa tras haber robado un suculento botín de comida -galletas, en concreto- a los miembros de la organización del programa. Pues, fíjate, ni con esas pierde la sonrisa. Pido, suplico que sea la ganadora¡Cuánto debes aprender de ella, Omar! Y sí, tú también, Olga. Ay, qué injusto es todo. 

Desde plató, Marta López sentencia, con una animadversión en la voz que me hace alejarme aún más de ella. ¿En qué momento Marta se volvió antipática y con el alma negra? "Lola va a dejar de sentirse la reina y va a ser una más, porque antes siempre se le decía que era estupenda", sostiene. Y yo, por una vez en la vida, me adhiero al pensamiento de Alexia Rivas: Lola seguirá siendo grande esté donde esté. ¡Qué mala es la envidia! Marta López, pregunta que te lanzo: ¿cuánto duraste en el concurso? Vale, ya, nada que añadir. 

Omar Sánchez llorando en 'Supervivientes'.

Omar Sánchez llorando en 'Supervivientes'. Mediaset

También las quejas y los enfados han estado a la orden del día esta noche. Por un lado, Melyssa y Alejandro están muy indignados porque ganaron el juego de recompensa y su única recompensa ha sido trasladarse a Cayo Paloma donde tienen menos comodidades. "Hemos ganado para ir a peor, ¿dónde está el sentido?", argumenta él. "No entiendo dónde está el premio en esto y me tiene cabreada", sostiene ella. Esto no es nada con el alud de lamentos que ha protagonizado Omar Sánchez, el de Anabel Pantoja. El tío se derrumba cuando llueve mucho, cuando no come, cuando hace viento, frío y calor. 

Cuando echa de menos, cuando... Vamos, anda malhumorado, revirado, nublado y encojonado las 24 horas del día. "Ya no puedo más, me quiero ir de esta puta mierda. Estoy cansado ya, no puedo más. No tenemos kit de lluvia cuando llueve...". Y ahí vuelven a demostrar Lola y Lara lo sublimes que son. "Pues así he vivido yo tres meses", le hace ver Lola. Sajen perfila su traje de madera: "Omar es así, a los cinco minutos se quiere ir, a los cuatro se quiere quedar. En cada problema, siempre se quiere ir cagando. Caían dos gotas y empezaba 'me voy a morir de frío', 'a ver si nos cambian de sitio'". 

Otra trama, cansina y aburrida para mí. Sacada de contexto: ahí no hay amor, es un páramo reseco. Hablo de Tom Brusse y Melyssa. Dicen que se miran arrobados, que se han vuelto a ver con otros ojos. Y bla, bla bla... Desde plató, Marta López asegura que Melyssa "mira con ojitos a Tom". Esto lo llevan diciendo desde el primer programa y yo sigo diciendo lo mismo: el día que Melyssa dejó a Tom se quitó una mochila que no está dispuesta a volver a cargar. Ah, dato importante: ella tiene novio fuera

Tengo que decir que cuando Lola y Lara se han descubierto para el resto de concursantes durante el juego de recompensa me han sorprendido sobremanera las reacciones tan fuertes, sentidas, vigorosas, emocionadas, al borde del colapso, de Olga Moreno. ¡Cuánto amor cabe en ese pecho! Tanto da que salga Lara como que salga Lola o, incluso, su vecina del quinto. Le da igual: ella tiene tanto corazón que se rompe, se desgañita por todos. A lo Naty Abascal: te quiero a ti, te quiero a ti, yo quiero a todo el mundo. Lástima que no esté tras alguna de esas puertas Rocío Carrasco. No, no tiene coño. Cuentan, no sin cierta maldad, que en las publicidades de este miércoles Olga le ha confecionado una pulsera de la amistad a Lola... Y otra para Lara, que, oye, vete a saber. 

Y, bueno, venga, el momentazo de la noche: ¡el reencuentro de Olga Moreno con su hermana Rosa! ¿Emoción a raudales? ¿Lágrimas sinceras y asombradas? Pues... no. A mi entender, no. Algo de emoción sí he notado, claro, qué mínimo. Pero Olga lo ha vuelto a hacer: no ha sido creíble su reacción. Demasiado aspaviento, demasiado asombro engolado. Ha hecho un tremendo paripé, el mayor de la historia de la tele. Porque sí, querida Olga, tú sabías perfectamente quién podría ir a verte porque ya lo dejaste atado, y por una sincera regla matemática: Antonio David, desterrado; Rocío Flores, inteligentemente en España. 

Olga saludando a su hermana Rosa.

Olga saludando a su hermana Rosa. Mediaset

No convenía exponerla tanto, no era el momento. -Una cosa fue en GH VIP con su padre y otra... esto-. ¿Tu amiga que te ha defendido en plató? Cero interés y tampoco creo que supiera estar a la altura. ¿Quién queda? La familia. Es decir, Rosa. La candidata perfecta, la que te ha defendido de todo a capa y espada. La persona idónea y sin etiquetar. Por esto no me creo tu discurso. Ahí va, pongan mucho abrazo, mucho beso, mucho beso, que diría Carrasco: "Es que no me lo creo, pero, ¿en serio? ¿Esto qué es? Es mi hermana chica. La persona más bonita que hay. Estoy en shock. No me lo esperaba". 

Rosa opina, con un hilo de voz que se convertirá en rugido a su vuelta a España: "Su concurso ha sido brutal, increíble, ha superado todas las expectativas al nivel diez". Desde plató, Rocío Flores se emociona. Bueno, ya me entienden, hace como que: "Estoy súper contenta por ella porque le hacía mucha falta. Estoy orgullosa de que Rosa haya dado ese paso". Dicen que Antonio David le manda este jueves a Olga un mensaje críptico, a modo de carta, sobre algo que ocurrió fuera del concurso, y Carolina Sobe pone en su sitio a Rocío Flores y aledaños: "Luego os quejáis, pero no entiendo cómo le mandáis mensajes subliminales y la perjudicáis". 

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