Estación de esquí de Cerler.

Estación de esquí de Cerler. Comarca de Ribagorza

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La zona del Pirineo perfecta para una escapada navideña: esquí y gastronomía a 2 horas de Zaragoza

La comarca de Ribagorza es el destino ideal para quienes quieren disfrutar del invierno en estado puro y en todas sus versiones.

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El invierno es, para muchos, la estación más especial en Ribagorza. Aquí, esta estación del año se vive entre cumbres nevadas, pueblos tranquilos y una gastronomía con sello propio, convirtiéndose en un destino ideal para desconectar en pareja o en familia.

Los días fríos se convierten en la excusa perfecta para cambiar de planes y apostar por experiencias diferentes. Desde un tranquilo paseo por los bosques aragoneses hasta una escapada de fin de semana en la nieve, todo ello con el objetivo de desconectar y respirar aire puro.

La comarca es el punto de encuentro entre las cumbres más altas del Pirineo aragonés, dominadas por el imponente Aneto con sus 3.404 metros de altitud, y las zonas más llanas, donde los ríos han ido modelando valles estrechos y profundas gargantas.

Senderismo en Ribagorza.

Senderismo en Ribagorza. Comarca de Ribagorza

Este contraste de relieve crea un paisaje espectacular durante los meses fríos, con montañas nevadas que se elevan sobre bosques, pueblos medievales y ríos de agua cristalina que transcurre por los valles. No es casualidad que el invierno sea la época favorita tanto de los visitantes como de quienes viven todo el año en este rincón del Pirineo oscense.

Sin duda, el gran referente para los amantes del esquí alpino es la estación de Cerler, considerada la estación aragonesa con la mayor cota esquiable y un dominio de 81 kilómetros y 74 pistas adaptadas a todos los niveles. Tanto quienes se calzan los esquís por primera vez como los esquiadores expertos encuentran aquí su espacio, siempre envueltos por un entorno de más de 60 picos que superan los 3.000 metros.

A poca distancia, la zona de Llanos del Hospital ofrece una experiencia distinta, ideal para el esquí de fondo, las rutas con raquetas o sencillamente para caminar entre senderos nevados y contemplar el paisaje en silencio.

La experiencia en la comarca de Ribagorza no se entiende sin su gastronomía, contundente y llena de personalidad, perfecta para reponer fuerzas tras una jornada en la nieve.

Bajo la tierra se esconde una de sus joyas más preciadas: la Trufa Negra, un auténtico diamante gastronómico que aporta sabor a los guisos, y recetas tradicionales. Junto a ella brilla con luz propia la Longaniza de Graus, elaborada con carne selecta de cerdo y curada en secaderos naturales, un embutido emblemático que resume la esencia de la despensa ribagorzana.

Migas con Longaniza de Graus.

Migas con Longaniza de Graus. Comarca de Ribagorza

Más allá del deporte y la mesa, la comarca seduce por la tranquilidad que se respira en los 34 pueblos que la integran, cada uno con su propia manera de entender el invierno.

La catedral románica de Roda de Isábena, en uno de los pueblos más singulares de la zona, invita a un viaje al pasado entre piedras centenarias y vistas privilegiadas del valle. Muy cerca, el Congosto de Obarra sorprende con su desfiladero que se abre paso entre las montañas, un paisaje grandioso que acompaña al visitante en su recorrido por los municipios de Veracruz y Laspaúles.

Aquí, cada pueblo, cada valle y cada bocado recuerdan al viajero que en Ribagorza el invierno se vive de forma auténtica, intensa y profundamente acogedora.