Isabel Aaiún, 'La Potra Salvaje', en Zaragoza.

Isabel Aaiún, 'La Potra Salvaje', en Zaragoza. E.E

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'La Potra salvaje' sobre sus comienzos en la música: "Me daba muchísima vergüenza, canté mirando a la pared"

Isabel Aaiún llega a Zaragoza el próximo 21 de noviembre con su gira Potra Salvaje.

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Zaragoza
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Ser viral, sacar el hit del verano y subirse a los escenarios por toda España, no era su sueño. A ella le gustaban los caballos pero ahora, casi de casualidad, se dedica en cuerpo y alma a la música.

Isabel Aaiún, más conocida como ‘La Potra Salvaje’, llegó al mundo de la farándula sin comerlo ni beberlo. "Sacamos la canción por probar y a la gente le gustó", comenta con sencillez en una conversación con El Español.

Y tanto que gustó. Ya se empezaba a escuchar en fiestas, pero fue la selección española quien la popularizó durante la Eurocopa de 2024. Un año después, Aaiún está de gira y recala en Zaragoza el próximo 21 de noviembre.

"Estamos muy contentos, conociendo un montón de sitios, recibiendo a la gente, que es lo que nos gusta", reconoce la artista sobre la gira.

'La Potra' ya actuó en la capital aragonesa en las Fiestas del Pilar de 2024 compartiendo cartel con Fresquito y Mango, en el escenario de la Fuente de la Hispanidad. Ahora viene a la sala Oasis dispuesta "a darlo todo".

Isabel Aaiún, 'La Potra Salvaje', en Zaragoza.

Isabel Aaiún, 'La Potra Salvaje', en Zaragoza. E.E

"Este concierto es para niños, para mayores, para medianos, es para todo el mundo", explica la segoviana, pues “muchas veces surge la duda de si pueden entrar niños o no". En esta ocasión, la sala zaragozana es "para todos los públicos".

"Vente con tu niño, con tu abuela y con quien quieras, que es para todos. Nos lo vamos a pasar pipa, va a haber un rollo súper guay, muy divertido. También habrá momentos un poco más íntimos, pero en fin, habrá de todo", adelanta Isabel.

La Potra Salvaje

Antes de que los conciertos, las giras y los escenarios llegaran a su vida, Isabel se dedicaba a la hípica. La música no estaba entre sus planes, a ella le gustaban los caballos.

"Todo empezó porque un día hice una colaboración en una canción con Pablo Mora, de Lagarto Amarillo. Iba a sacar un disco y me pidió que le hiciera los coros", explica.

La gente le preguntaba que dónde podía escuchar a la chica, pero claro, yo no era cantante, no me podían escuchar en ningún lado.

"Me daba muchísima vergüenza, sólo te digo que canté mirando a la pared", reconoce la artista, que impulsada por su amigo se lanzó, cantó y gustó.

"La gente le preguntaba que dónde podía escuchar a la chica, pero claro, yo no era cantante, no me podían escuchar en ningún lado", con más de 30 años, Isabel no tenía ningún E.P.

"A raíz de ahí se nos ocurrió a Pablo y a mí hacer una canción para que la cantara yo. Y a ver qué pasaba". Grabaron a 'La Potra Salvaje' en 2021, durante un par de años estuvo triunfando, pero lo petó definitivamente en 2024 con el remix del turolense Fernando Moreno.

El éxito no fue inmediato, "tanto la canción original como el remix llevaban bastante tiempo en la calle. Pero no estaba parada, iba moviéndose poquito a poco por diferentes puntos de España, iba haciendo su recorrido hasta que de repente explotó".

Isabel no viene de familia de cantantes, realmente "no sabe de dónde le viene". Su bisabuelo, y su abuelo eran zapateros y su padre, aunque no se dedica a ello, tiene el apodo de ‘zapatero’ en el pueblo.

Isabel Aaiún nunca quiso dedicarse al asunto, a ella le gustaban los caballos; y antes de subirse a los escenarios, se dedicaba a la doma.

Durante años se dedicó a ello con pasión, un amor que tampoco venía de familia. "De pequeña no tenía contacto con caballos. Cuando iba al pueblo, veía los de la yeguada de mi amigo Carlos Cuesta sueltos, pero ni montaba ni nada. Pero lo mío era una obsesión", confiesa.

Esa obsesión empezó casi por casualidad. "El padre de una amiga me llevó un día a montar con ella. Ella hacía equitación como actividad extraescolar y yo me moría de envidia", reconoce.

Desde entonces, hizo todo lo posible por volver al centro hípico. "Me cogía un monopatín porque estaba lejos de mi casa, y le pedía mil pesetas a mi madre (me acuerdo en pesetas, fíjate). Con eso pagaba una clase, un bocadillo y una Coca-Cola. Me pasaba allí todo el día".

Su entrega era total. "Después de mi clase no me iba a casa como los demás. Me quedaba ayudando: limpiaba cuadras, preparaba caballos, lo que hiciera falta con tal de que me dejaran montar", recuerda.

Pero en 2022, la música empezó a reclamar todo su tiempo. "Ya no era posible compaginar una cosa con la otra", explica. "Tuve que dejar la equitación y dedicar todas las horas del día a la música. Pero bueno, el cambio está muy bien. Son dos cosas que me encantan, y si algún día me va mal una, siempre tengo la otra", comenta con sinceridad.

Cuando se le pregunta por el futuro, Isabel no se muestra especialmente preocupada. "Si te digo la verdad, no lo sé, porque no lo pienso. Yo voy más al día a día. No soy una persona que esté planificando qué quiero hacer o qué quiero ser. Si ahora me apetece algo, lo intento, sin pensar tanto en el futuro".

¿Viviendo el presente? "Sí, pero tampoco es que sea una bala perdida", responde entre risas.

"Voy por mi caminito, pero por donde me lleve, sin ver más allá. Digo: ‘me gustaría tener esto o lo otro’, pero no pienso tanto en los pasos que hay que dar para llegar. Si quiero tener mi casa en el campo y hay que trabajar, pues se trabaja. Y ya está", sentencia, con la misma naturalidad con la que se subió a un escenario por primera vez.

Este noviembre continúa con su Gira Potra Salvaje. Después de pasar por Barcelona, Oviedo, Córdoba y Granada, le toca el turno a Zaragoza.

Isabel Aaiún estará en la sala Oasis el 21 de noviembre con "un concierto para toda la familia donde cantar y disfrutar de canciones como Potra Salvaje, El Himno de mi Peña y muchas más".