Beatriz y Ana, interioristas: "Queremos poder vivir de algo que es nuestro sueño y dejar nuestra esencia"

La creación de un buen espacio interior y al estilo de cada uno puede suponer una gran diferencia. El interiorismo cogió altura tras la pandemia de la covid en 2020 al estar obligados a pasar tanto tiempo en un mismo espacio. De esta forma, el diseño de interiores conforma una carta de presentación muy importante para negocios y la busca del confort para las familias.

Con el propósito de ayudar a conformar espacios acordes con lo que busca la gente nace Rago Estudio de la mano de la zaragozana Ana López y la madrileña Beatriz Mayo. Estas jóvenes de 30 y 29 años habían desarrollado su carrera profesional bajo el mando de otros. Sin embargo, con el paso del tiempo nació las ganas de aportar su granito de arena particular y decidieron emprender el vuelo: "Teníamos una visión muy parecida de las cosas, de lo que queríamos aportar en un espacio y nos compenetramos la una con la otra", expresan.

Aunque parten de ciudades diferentes, su punto de unión fue Zaragoza en diversos puestos de trabajo en una tienda de asesoramiento y en un estudio. Ambas eran el brazo donde apoyarse mientras trabajaban y con el paso del tiempo sentían la espinita de ir más allá y desarrollar por completo sus ideas de manera conjunta. "Empezamos de autónomas por separado y conociendo cómo era el tema de ser autónomo, colaborábamos con otros profesionales, pero finalmente llegó un momento en el que dijimos que queríamos ir de la mano sí o sí", explican.

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Así, a finales del verano de 2024 conformaron Rago Estudio. "La verdad es que cada paso que íbamos dando era un logro enorme. Suponía mucho para nosotras ver que el cliente quedaba contento, que todo salía adelante", detallan sobre sus comienzos. De esta manera, en apenas un año han ido creciendo y haciéndose cargo de grandes proyectos, sobre todo, de empresarios aragoneses.

"Hemos colaborado con empresas bastante grandes que nos han dado la oportunidad. Nos ven con las ganas de que queremos trabajar, queremos poder vivir de algo que creemos que hacemos bien y que es nuestro sueño, y con todas las ganas del mundo", recalcan estas jóvenes.

Sus trabajos en la actualidad se centran en viviendas y pisos de reformas particulares en Zaragoza. También han trabajado en Madrid junto a una arquitecta en proyectos para inversores. Aunque ponen su toque, tienen claro que "nunca vamos a imponer algo que el cliente no sea su estilo". Si bien matizan: "Intentamos guiar siempre un poco a que cada persona en su casa, en su ambiente, en su espacio, lo haga suyo", detallan sobre su forma de trabajar.

Estas jóvenes realizan diversos trabajos entre Barcelona y Madrid. Sin embargo, su mayor empuje se encuentra en Zaragoza: "Es una ciudad donde corre enseguida el boca a boca. En la que si te esfuerzas y lo haces bien y con ganas, poco a poco te puedes hacer camino", reflexionan. Así, entre sus últimos proyectos se encuentra el showroom de la marca de moda aragonesa Laganini que recientemente ha abierto sus puertas en Zaragoza.

De esta forma, señalan que su manera de trabajar se centra en una base neutral, atemporal, "que pueda durar el resto de tu vida". Aunque no se olvidan de los toque de color: "Nos gusta mucho el uso de formas, vemos que le da un toque diferente al espacio, lo hace más dinámico, más fresco y personal". En cuanto a materiales, apuestan por una mezcla de ellos.

Echando la vista atrás, detallan que los comienzos han sido "duros", pero estas jóvenes tienen claro que van a seguir adelante y hacerse un hueco en la ciudad: "Creo que vamos viendo que el esfuerzo tiene su recompensa, y poco a poco vamos cogiendo presencia, la gente nos va conociendo, los clientes quedan muy satisfechos. Entonces también a nosotras nos llena y ojalá dure mucho más".