Herminio Sancho, diputado del PSOE en el Congreso de los Diputados

Herminio Sancho, diputado del PSOE en el Congreso de los Diputados E.E.

Opinión

De pueblo, con el pueblo

Herminio Sancho, diputado del PSOE en el Congreso
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El inicio del otoño marca un período crucial en el campo. Es el momento en que los agricultores debemos comenzar a preparar la tierra para la próxima temporada. Hay que recuperar el suelo, controlar las malezas y preparar los equipos para el trabajo que se avecina. En la política también.

La cercanía del contacto con la tierra y sus gentes es algo que valoramos quienes nos dedicamos, tanto a mimar el suelo que nos da de comer como a atender con cariño a las personas que necesitan nuestra atención y apoyo.

El contacto directo con los demás es la mejor forma de comunicación que tenemos para conocer una realidad que va más allá de nuestra realidad. Es importante escuchar a los que piensan como nosotros porque es agradable aprender con su apoyo. Pero atender a los que opinan diferente nos lleva a comprender que otros puntos de vista nos llevan a encontrar soluciones comunes a través del diálogo.

Eso que hacemos con naturalidad cada día, en los pequeños municipios, no es fácil de ver y practicar en ámbitos que tienen más resonancia en los medios de comunicación, pero no por ello tienen más importancia.

El ambiente que respiramos cada día en el Congreso es el de la contaminación y el ruido de una gran ciudad tan deshumanizada como masificada. Nada que ver con la naturaleza del entendimiento o el desacuerdo con el que hemos crecido en el medio rural.

La falta de respeto y educación de la que hacen gala los representantes del PP y Vox, sólo se entiende como la tinta del calamar que intenta ocultar con insultos la falta de propuestas. Eso y que no se note demasiado que votan contra la gente para que no se suba el salario mínimo, las pensiones o se recorte la jornada laboral. El estruendo de las mentiras se utiliza para distraernos de los avances sociales que protagoniza el gobierno de Pedro Sánchez.

Los bulos de los relatos quieren matar la verdad de los datos. Pero al final las mentiras tienen la lengua larga, pero las patas muy cortas. Porque las cifras del desempleo están en mínimos. Al igual que las cifras de cotizantes en la Seguridad Social están batiendo récords históricos. España es el país que más crece y en el que más confianza depositan los inversores extranjeros.

No hay más que darse una vuelta por la bolsa o por la prima de riesgo para ver esa fortaleza. Nunca tantos trabajaron tanto con un salario mínimo tan alto. Falta mucho por hacer porque hay trabajo, pero sigue faltando capacidad de ahorro para afrontar la compra. El acceso a la vivienda, en propiedad o alquiler, sigue siendo el principal problema de nuestra sociedad y de la juventud en particular.

La defensa del sector agrícola y ganadero es una prioridad para el gobierno de España. La oposición a los aranceles de Trump y la negociación de nuevos mercados con China forman parte de una alternativa real para defender un sector que en los último siete años de gobierno socialista ha recibido 4.795 millones de euros en ayudas directas.

El gobierno del PP de Rajoy entregó, en el mismo periodo de tiempo, tan sólo 15 millones de euros en ayudas directas. Pero los bulos de las derechas no les importa la verdad sino la confusión.

Acabamos de conocer unas cifras con las que convivimos cada día en Teruel. El incesante abandono del campo como medio de vida a través de la agricultura y la ganadería. En diez años, Aragón ha perdido casi un tercio de solicitantes de las ayudas de la PAC.

Por cierto, Teruel está a la cabeza de esta disminución. Volveremos a ver al PP despejar balones hacia Bruselas para evitar su responsabilidad. Pero tanto la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, como el comisario de agricultura, Cristhope Hansen, son del mismo Partido Popular, en Europa, que los señores Azcón y Feijóo.

Demasiadas mentiras con protestas y ninguna alternativa con propuestas. Ese es el camino de la oposición para seguir en el ruido de la irrelevancia. Lo hemos visto con su incapacidad de condenar el genocidio palestino o en el intento de recortar el derecho de la mujer al aborto.

La competencia entre la derecha extrema y la extrema derecha está asustando al electorado moderado y está extremando al más conservador. En este panorama nadie debería asombrarse que las personas sensatas y centradas vean al PSOE como una alternativa que garantiza solidez y progreso.

Y quizás el PP vea la razón de la sangría ultra que le devora. Sobre todo, si les dan de comer a diario desde sus escaños. En Teruel, nosotros a lo nuestro con alternativas en positivo y entendimiento de pueblo, con el pueblo.