Octavio López visita el inicio de las obras de una promoción de 90 viviendas de protección oficial en Huesca.

Octavio López visita el inicio de las obras de una promoción de 90 viviendas de protección oficial en Huesca. DGA

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Más de 5.000 viviendas de alquiler asequible verán la luz en Aragón gracias a un plan dotado con 400 millones

El Gobierno de Aragón lanza una estrategia integral para reactivar la vivienda pública, favorecer el alquiler asequible y ofrecer nuevas oportunidades de emancipación.

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El cielo aragonés sigue siendo amplio, pero cada vez más jóvenes sienten que su horizonte se estrecha entre los precios del alquiler y la falta de oportunidades.

En las calles de Zaragoza, Huesca o Teruel, la idea de tener una vivienda propia parece, para muchos jóvenes, más un recuerdo de sus padres que un sueño alcanzable. Según estimaciones, unos 47.000 jóvenes aragoneses enfrentan serios obstáculos para emanciparse, atrapados entre sueldos ajustados y un mercado inmobiliario que no cede.

Frente a esta realidad, el Gobierno de Aragón ha trazado una estrategia ambiciosa para reactivar la vivienda pública y recuperar el pulso del mercado de Vivienda Protegida de Aragón (VPA).

En el centro de esta hoja de ruta se encuentra el Plan Aragón Más Vivienda 2024-2030, dotado con una inversión de 400 millones de euros y concebido como un motor que adapte sus soluciones a las diferentes realidades demográficas y económicas de la comunidad.

Concesiones a largo plazo

En las tres capitales aragonesas, Zaragoza, Huesca y Teruel, la estrategia se sostiene sobre la colaboración público-privada, una fórmula que permite avanzar donde antes se acumulaban obstáculos.

Los suelos públicos se ceden en concesiones de 75 años para que los promotores construyan y gestionen las viviendas destinadas al alquiler asequible. El Gobierno de Aragón, por su parte, garantiza la accesibilidad mediante ayudas directas que cubren entre el 20% y el 40% de la renta mensual, asegurando que el alquiler no supere el 30% de los ingresos del inquilino. Al término del periodo de concesión, las viviendas revertirán a la titularidad de la administración.

Este modelo busca desbloquear el principal problema en torno a la vivienda: la falta de oferta.

Con la colaboración del Ayuntamiento de Zaragoza, ya se promueven cientos de viviendas públicas de alquiler asequible en barrios como Actur, Valdespartera, Miralbueno, Rosales del Canal, Picarral y Avenida de Cataluña. En los dos primeros, 608 viviendas están ya en obras y su entrega se prevé para 2027.

La misma fórmula se ha extendido a Teruel, con 106 viviendas en la calle Italia, y a Huesca, con promociones previstas en La Merced, Los Olivos y Harineras. Hasta la fecha, el Plan Aragón Más Vivienda ha permitido adjudicar 2.170 viviendas en distintos puntos de la comunidad, con la meta de superar las 5.000 antes de que termine la legislatura.

Mundo rural y el turístico

El plan no se detiene en las grandes ciudades. Su mirada se extiende a los pueblos pequeños, donde la despoblación amenaza con vaciar calles y apagar luces.

En ellos, el Programa 700 impulsa la rehabilitación de viviendas en cascos urbanos de municipios con menos de 3.000 habitantes, facilitando a los ayuntamientos la recuperación de edificios para destinarlos a alquiler público. Gracias a este mecanismo, 167 municipios aragoneses podrán ofrecer hogares a jóvenes y nuevos pobladores.

En paralelo, el Programa Más Vivienda, Mejor Turismo destina 65 millones de euros a crear 488 viviendas en los 43 municipios más turísticos de la comunidad. El objetivo es dar respuesta a un problema que obstaculiza el crecimiento del sector: la falta de alojamiento asequible para sus trabajadores.

En lugares tan emblemáticos como Boltaña, Aínsa, Broto o Beceite, las obras avanzan con la previsión de que en 2026 las viviendas estén finalizadas.

Del alquiler a la propiedad

El horizonte del plan se amplía con el Programa +3.000, dirigido a municipios de más de 3.000 habitantes. Su propuesta introduce la figura del alquiler asequible con opción a compra, permitiendo que los inquilinos adquieran su vivienda tras diez años y descuenten el 35% de lo abonado en rentas previas. Los ayuntamientos cederán suelo patrimonial al Gobierno de Aragón, que ofrecerá concesiones a promotores para desarrollar las promociones.

A su vez, el Ejecutivo autonómico ha decidido aprovechar al máximo sus recursos urbanísticos. Monetizará el 5% de los aprovechamientos en los Planes y Proyectos de Interés General (PIGAs) para destinar esos fondos directamente a la promoción de vivienda pública.

Estos proyectos, dispersos en capitales y pueblos, en barrios consolidados y nuevas expansiones urbanas, aspiran a devolver a Aragón un bien que durante años pareció inalcanzable: la posibilidad de tener un hogar.