Personas comprando en la Charcutería jamonería Montori Barranco del Mercado Central. E.E
Los aragoneses siguen apostando por el jamón pese a la peste porcina: "A veces somos un poco exagerados"
Los detallistas aseguran que la alarma no ha llegado al Mercado Central de Zaragoza, donde las ventas continúan "igual".
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Los casos de peste porcina africana en jabalíes en Cataluña han activado los protocolos de vigilancia en Aragón. Sin embargo, pese a la alerta generalizada, los zaragozanos y charcuteros no parecen estar preocupados. De hecho, los detallistas aseguran que, por el momento, las ventas de jamón "no se han visto alteradas".
Afirman que al Mercado Central, uno de los principales termómetros alimentarios de la ciudad, todavía no ha llegado la preocupación. Constantino Villarroya, propietario de Charcutería Constan, asegura tras el mostrador que no está preocupado pues "hace muy poco que ha pasado". Así, cuenta que la venta de jamón, de los precios y de la afluencia de clientes, "sigue igual".
"A no ser que vaya a peor esto, creo que no habría problema", dice. La incertidumbre del futuro es lo único que de verdad les preocupa. "El problema es que luego salgan más casos y vaya a peor la cosa, entonces a ver qué pasa", plantea.
Pero hasta el momento no le han dado ningún tipo de aviso y sus labores han continuado como siempre. Además, Villarroya explica que no venden jamón catalán, por lo que están aún menos preocupados. "Gasto todo el jamón de Aragón", afirma.
Constantino Villaroya, propietario de Charcutería Constan. E.E
En esta misma línea se encuentra Javier Oñoa, dependiente de Charcutería jamonería Montori Barranco, quien cuenta que "de momento no ha afectado ni a secaderos ni a comerciantes".
"Supongo que si avanza más, repercutirá en los secaderos, y entonces en nosotros, los minoristas. Pero de momento nada", confirma.
Incluso confiesa que la venta de jamón continúa "exactamente igual", e incluso ha repuntado gracias a los descuentos del programa municipal 'Volveremos'.
Aunque la tranquilidad también llega, en parte, porque el jamón es un producto "curado", como cuenta Ana Martínez, dueña de la Charcutería Miguel Ángel, ubicada unos puestos detrás: "Tiene un proceso de curación, y si la peste está ahora, lo nuestro no ha sido infectado porque no acaba de ser sacrificado".
Así, algunos de los jamones que se están vendiendo ahora, llevan alrededor de 18 meses en depuración hasta llegar a los establecimientos del Mercado Central, por lo que un brote actual en jabalíes solo afectaría, según cuenta, "a la carne fresca".
Eso mismo opina David Sanz, comercial de alimentación, que justo pasea por la Charcutería Miguel Ángel. Comenta que no le han dicho nada especial en relación con la venta de productos y defiende que no es un problema de aquí. "Está todo concentrado en Cataluña y además son jabalíes, no cerdos", detalla.
Por otro lado, Martínez asegura que, en relación con la subida de los precios, no es algo que pudiera afectar ahora: "En tema de economía, sube poco a poco y nos afectaría ya al año siguiente", asegura la dueña.
Pero más allá de lo que piensan los que tienen relación directa con la venta de jamón, los clientes no han mostrado curiosidad por lo ocurrido. "Las personas no nos han preguntado, ni siquiera entre los trabajadores lo hemos hablado", dice.
"La gente ya no se preocupa tanto o no cree todo lo que se cuenta", reflexiona la charcutería. "Han pasado muchas cosas seguidas. Con la gripe aviar sí se habló más, sobre todo por los precios", señala.
Aunque no son solo estos locales los que no están preocupados o no les ha llegado algún tipo de notificación. El restaurante Montal, en Plaza de San Felipe, continúa lleno de clientes y la venta de jamón no ha cambiado. "Todo está tranquilo, nadie nos ha dicho nada", dice Laura Alonso, una de las trabajadoras.
Más allá de los negocios
Y es que, la mayoría de respuestas de los clientes sobre la peste porcina africana son las mismas: "Sigo comprando jamón igual", "aquí no está la peste" o, incluso, "ahora es cuando más controlado está todo", en referencia a la vigilancia reforzada en Aragón.
José, piloto de aviación, está comprando embutido en una charcutería para llevárselo a su próximo viaje, África. "Aquí a veces somos un poco exagerados, valoras más dónde vives cuando viajas por alrededor", afirma.
Asegura que la situación en Cataluña no le inquieta: "A donde voy sí es peligroso, porque no hay nada de control. Aquí estoy bastante poco preocupado por cualquier brote, porque en España está controlado".
Y recuerda que la normativa sanitaria es estricta. "Todos los mercados tienen una regulación y unos controles sanitarios. Además, a la carne de cerdos y jabalíes se les hace un test tanto de triquinosis como de peste, y si sale un caso aíslan a todos los animales", concluye.