"El tardeo en Alicante se identifica y se seguirá identificando con lo que se hace en el centro. El tardeo fundacional va a seguir existiendo y queremos que siga". Javier Galdeano, presidente de Alroa, avanza a EL ESPAÑOL los planes de promoción para unir ambas marcas y que el combinado sea aún más popular. Y no teme que ese trago se amargue con la ordenanza del ruido ni con la evolución de la Zona Acústicamente Saturada, o ZAS.
"Tenemos dos amenazas latentes", explica. La primera es la que denomina "el ZAS 2, por llamarlo de alguna manera, que está judicializado". En este caso se muestra confiado en "que se está gestionando exitosamente por parte de los servicios jurídicos". Y la segunda, es la ordenanza del ruido aprobada a finales de abril.
"Hemos formulado alegaciones y lo vamos a judicializar en las instancias que sea necesario porque creemos que tenemos razón", avanza. Ahí aseguran que tienen suficiente base para encontrar el apoyo en la judicatura porque "vamos a ir frente a la ordenanza del ruido. Si no se nos da razón en las alegaciones lo llevaremos a la jurisdicción que le competa. Y con la confianza y tranquilidad de que tenemos razón".
Después de un curso exitoso pese a los peligros que se vislumbraban al inicio de la temporada, la asociación de Restaurantes y Locales de Ocio de Alicante, tienen claro que el futuro del tardeo puede ser aún mejor. "Tenemos intención de promocionarlo porque el tardeo debe de ser una marca que distinga al ocio de Alicante. Eso es a lo que nos vamos a dedicar a partir de ahora", recalca.
Y eso pese a que "por parte de ciertos estamentos se ha tratado de quitarle valor y de condicionarlo, con la desaparición en la plaza del detrás del mercado, eliminada administrativamente", en referencia a la prohibición de beber en la vía pública con la que el Gobierno municipal prohibió desde 2018 este consumo. A pesar de ello, recuerda, "la gente se resiste a abandonar el fenómeno del tardeo y se sigue llevando a cabo".
De hecho, la extensión de las salidas desde la mañana hasta el anochecer, que se popularizó por obligación en estos tres años cuando se restringió el nocturno, ha llegado a otros barrios donde antes no se practicaba. "Claro que lo hay en la Playa de San Juan, en minúsculas, pero el de mayúsculas se debe mantener donde nació y a ello vamos. Lo que no podemos hacer nosotros mismos es reducir el espacio porque si lo seguimos reduciendo lo llevamos a la desaparición por minimización espacial".
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Esa extensión también se aprovechó en otros municipios que nutrían anteriormente de clientes el centro de Alicante cuando llegaron las restricciones entre municipios. "Hubo un tardeo provincial que se perdió en la pandemia y cuesta recuperar", concede Galdeano, "viene gente, pero cuesta porque se han acostumbrado a otro formato". En esa promoción que piensan realizar para la nueva temporada se centrarán más en otras comunidades, especialmente Madrid, aunque también buscarán las comarcas limítrofes.
Ese atractivo de la ciudad es el que también se había aprovechado en el nicho de las despedidas de soltero. Una forma de ocio que por el desenfreno que conlleva no es de los favoritos entre los empresarios. "Hay muchos locales que ya prohibieron el acceso a las despedidas de soltero porque se considera que no es el perfil adecuado para una zona concreta porque es mucho más que eso. El tardeo lo acumula todo: un cumpleaños, una comida de trabajo o la celebración de un aniversario de boda". "El tardeo es más amplio y está por encima, es un paraguas que debe cubrir toda la actividad del ocio en el centro y el barrio como paradigma del ocio alicantino", concluye.