Gaspatxo de Castalla

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El mejor pueblo de Alicante para comer gazpachos en Navidad: el secreto mejor guardado de la montaña

Un municipio de L'Alcoià donde el invierno se vive alrededor de los guisos tradicionales y la cocina de siempre sigue muy presente.

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Alicante
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Castalla es, sin duda, uno de los mejores pueblos de Alicante para comer gazpachos tradicionales en Navidad. En plena montaña alicantina, este municipio se convierte durante el invierno en un refugio gastronómico donde los platos de cuchara mandan y las recetas de siempre se mantienen intactas

La Navidad y los meses fríos invitan a volver a la cocina de las abuelas, a los guisos que reconfortan y que se comen despacio.

Es la época perfecta para dejar a un lado la costa y adentrarse en el interior de la provincia de Alicante, donde la tradición culinaria se expresa con más contundencia y menos artificio.

Uno de esos destinos es Castalla, una localidad de unos 12.000 habitantes situada en la comarca de l’Alcoià.

Allí, cuando bajan las temperaturas, hay un plato que se repite en casas y restaurantes y que se ha convertido en seña de identidad: los gazpachos tradicionales, elaborados de una forma que no se encuentra en ningún otro punto de España.

El gazpacho de Castalla poco tiene que ver con el andaluz. Aquí no hay tomate ni pepino, ni se sirve frío. Se trata de un guiso de interior, contundente y sabroso, cuyo ingrediente principal son las tortas de gazpacho, un pan ácimo troceado que se cocina junto a la carne y el caldo.

Tradicionalmente se elabora con conejo, aunque en temporada también admite carne de caza. A la receta se le añaden caracoles, un elemento indispensable para entender el carácter del plato.

"Es una muestra de la cocina de interior de la Comunitat Valenciana, ligada al territorio y a sus productos", destacan desde Turismo de la Comunitat Valenciana.

Uno de los rituales más singulares llega al final. El gazpacho se sirve sobre una hogaza de pan abierta y, cuando se ha terminado el guiso, ese pan se convierte en postre al bañarlo con miel.

Un cierre inesperado que forma parte de la experiencia y que sorprende incluso a los paladares más expertos.

Dónde comer

Hablar de gazpachos en Castalla es hablar de restaurantes con historia. El Mesón El Viscayo es uno de los más conocidos y un clásico para quienes buscan la receta tradicional. También destacan Casa Paqui y el Restaurante La Viscaya, donde este plato se prepara especialmente en invierno y durante las fiestas navideñas.

No es casualidad que muchos visitantes organicen escapadas expresamente para probarlos. El gazpacho de Castalla no se improvisa ni se adapta: se respeta. Y eso, en tiempos de cocina rápida, es casi un acto de resistencia gastronómica.

Castalla, Alicante

Castalla, Alicante GVA

Qué hacer en Castalla

Castalla no solo se disfruta en la mesa. El municipio se encuentra en pleno Valle del Juguete, rodeado de sierras y con un patrimonio histórico que sorprende al visitante.

El Castillo y Murallas de Castalla, de origen islámico y con construcciones iniciadas en el siglo XI, dominan el cerro sobre el que se asienta la localidad y son una visita imprescindible.

Muy cerca se encuentran la Ermita de la Sang, de estilo gótico primitivo, y la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, construida entre los siglos XVI y XVII.

A este conjunto se suma el Convento de San Francisco de Paula, del siglo XVIII, y el Ayuntamiento, una antigua lonja comercial renacentista que aún conserva pinturas en su salón de plenos.

Pasear por el núcleo histórico tradicional permite descubrir retablos cerámicos repartidos por las fachadas, mientras que los amantes de la naturaleza pueden completar la jornada en el Xorret de Catí, dentro del Paisaje Protegido de las Sierras del Maigmó y El Cid.

Senderismo, escalada o simplemente aire puro son el mejor complemento para un buen plato de gazpachos.