Si eres de los suertudos y suertudas que tienen vacaciones este mes de agosto (no todo el mundo 'corre' la misma suerte), te damos algunas ideas de lugares que puedes visitar. Por otro lado, tranquilo si estás en el bando de los currantes porque hablaremos de cinco escapadas que puedes hacer aprovechando tu día libre o el fin de semana porque estos destinos están muy cerca de la ciudad. 

La provincia de Alicante cuenta con lugares increíbles para visitar en cualquier momento del año pero, sin duda, el verano es la estación en la que estas escapadas tan mágicas cobran vida propia. 

El pueblo más bonito de Alicante, una gran mole rocosa que emerge del Mediterráneo, una piscina natural con un alto valor arqueológico, una isla desconocida y el escenario del último gran éxito de Netflix, son algunos de los secretos que te queremos contar. 

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Altea

Altea la bella, el Santorini español o el pueblo más bonito de España, son algunas de las frases que describen Altea. Esta localidad, que se encuentra a 57 kilómetros de la capital de la provincia, está dividida en dos partes: la zona de la costa y el casco antiguo.

Esta última es una de las zonas más visitadas de la localidad. En sus calles, estrechas y empinadas, pueden verse centenares de casitas blancas, que dan un toque rústico al ambiente. Aprovecha para disfrutar las vistas desde alguno de sus miradores. Y si todavía no te has enamorado de Altea, seguro que lo haces de su gastronomía porque cuenta con restaurantes para todos los gustos.

Calpe

Peñón de Ifach, Calpe

Calpe o Calp, en valenciano, es uno de los destinos más visitados de la provincia de Alicante. Esta localidad, que se encuentra a 63 kilómetros de la capital de la provincia, es famosa por el Peñón de Ifach, una gigantesca roca de 332 metros de altura. Además, también guarda un tesoro, los Baños de la Reina (no confundir con los de El Campello). 

Si visitas Calpe pide uno de los arroces al senyoret que allí saben hacer tan bien. Y si lo que buscas es un turismo más de baño, te recomendamos que visites las playas de Levante, La Fossa o la de l’Arenal-Bol.

El Campello

Baños de la reina en El Campello.

El Campello es un destino de playa con mucha historia, ya que alberga grandes descubrimientos arqueológicos. El atractivo estrella de esta localidad, que se encuentra a tan solo 12 kilómetros de Alicante, es una piscina natural. Los Baños de la Reina, como así se conoce a la zona, que según cuenta la leyenda pudo ser la piscina privada de la reina en tiempos moros.

Para los que buscan darse un buen chapuzón, está la cala d'Enmig o su cala d'Or. Por otro lado, una de las más visitadas la Playa de Muchavista, que conecta con la de San Juan en Alicante.

Jávea

Cala Portitxol, Jávea.

Si hay un destino alicantino de moda es Jávea. Y no es de extrañar porque las zonas de baño de La Marina Alta son impresionantes. Xàbia es su nombre en valenciano, y está a 85 kilómetros de Alicante. Entre las zonas de baño destacan la playa del Arenal, la cala Sardinera, la de la Granadella o la Cova Tallada.

Otro de los atractivos turísticos es la cala del Portitxol, una bonita zona de baño rodeada de casitas blancas y suelo de piedras. Allí está la isla del Portitxol, un pequeño islote al que se llega en moto de agua, kayak o alguna embarcación. Merece la pena solo por ver la piscina natural que atesora.

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Villajoyosa

Casitas de colores, Villajoyosa.

Villajoyosa, a 35 kilómetros de Alicante, es conocido como el pueblo de los pescadores, que además está próximo a la turística ciudad de Benidorm. Seguro que te suenan sus casitas de colores, que según cuentan, toman esta forma para que así los pescadores pudieran ver su hogar desde el mar.

La ciudad ha sido uno de los escenarios de la última producción que arrasa en Netflix: Alba. Esta serie cuenta la historia de una chica que sufre una agresión sexual en su pueblo natal, Villajoyosa. En La Vila Joiosa encontrarás calas paradisíacas como La Caleta o el Racó del Conill.