"La historia de las abejas está fundida con la del ser humano". La presidenta de El Rincón de la Abeja de Novelda, Paola Vecino, habla así de la necesidad de que exista un Día Internacional de la Abeja, que se celebra este 20 de mayo en todo el mundo.

Los antófitos, también conocidos como abejas, son insectos de tipo himenópteros, de los cuales existen más de 20.000 especies conocidas. En la Península Ibérica (España y Portugal) prevalece la Apis mellifera iberiensis o abeja negra. 

Las Naciones Unidas eligieron esta fecha y no otra para celebrar el Día de las Abejas en honor al nacimiento de Antón Janša, un apicultor esloveno considerado maestro de la apicultura moderna. "Aunque se debería celebrar todos los días", añade Vecino. Con este día, se permite sensibilizar acerca del papel esencial que tienen las abejas y otros polinizadores en la vida del ser humano y la conservación del planeta.

Una abeja se posa en una flor en el Clot de Galvany (Elche). El Rincón de la Abeja

Desde la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) avisan de que la vida de este y otros animales polinizadores (mariposas, murciélagos y colibríes) está cada vez más amenazada por la acción del hombre. 

Una compañía vital 

La historia de las abejas es anterior a la del Ser Humano, ya que se han encontrado fósiles de estos animales de la época del Mioceno (10 o 20 millones de años). Según cuenta esta bióloga alicantina hay una teoría que explica que ya los homosapiens hacían sus velas con cera de abeja, que ofrecía mayor resistencia que las velas hechas con cera de otros animales.

Años más tarde la humanidad ha seguido necesitando a las abejas para su propia supervivencia, como en Egipto con el El Dios Ra o en la Edad Media cuando se utilizaba esta materia prima para curar las heridas. 

Según destaca la FAO, algunos polinizadores como las abejas inciden en el 35% de la producción agrícola mundial, "elevando la producción de 87 de los principales cultivos alimenticios del mundo". De ahí, que expertos de todo el mundo vean a estos animales como parte de la solución para acabar con la hambruna. 

Concienciar sobre la importancia de estos insectos para el ser humano es uno de los objetivos principales de El Rincón la Abeja, que además quiere "transformar el miedo y el desconocimiento de la gente en curiosidad hacia las abejas", explica Vecino. 

El cultivo de algunas plantas (tomillo, lavanda, romero), la compra de miel a los pequeños agricultores de la zona, la protección de las colonias de abejas silvestres o el apadrinamiento de una colmena de abejas, son algunas de las acciones que contribuyen a la protección de las especies.

Actividades en La Hoya

Una niña participa en el pintacaras organizado por El Rincón de la Abeja en El Clot de Galvany. El Rincón de la Abeja

El Rincón de las Abejas estará este viernes, 20 de mayo, a partir de las 17:00 horas en la Torre del Gall de La Hoya (Elche) en una actividad abierta para todo aquel que quiera conocer más sobre la vida de estos insectos. Entre los talleres que se llevarán a cabo destacan la creación de una 'casa' para insectos o la creación de tónicos para la piel con extractos de propóleo, entre otras actividades como pintacaras para los más pequeños.

Este fin de semana, El Rincón de las Abejas vuelve a La Hoya, donde llevarán a cabo una ronda de fotos que, con ayuda de los participantes, compartirán más tarde con 'Naturalis', un proyecto de biodiversidad para catalogar todas las especies que hay en la zona. "Si trabajamos en equipo será mucho más sencillo que de forma individual", concluye Paola Vecino.