Los jóvenes creen en el amor de toda la vida como ideal, pero no que sea posible

Los jóvenes creen en el amor de toda la vida como "ideal", pero "no que sea posible"

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Los jóvenes creen en el amor de toda la vida como "ideal", pero "no que sea posible"

El profesor de sociología en la UA, Juan Antonio Roche, analiza la situación del modelo tradicional de familia española y el papel que cumple el amor dentro de ella.

11 octubre, 2021 01:18
Alicante

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¿Qué concepción del amor domina hoy en España?, es una de las preguntas a las que ha intentado responder el profesor de sociología de la Universidad de Alicante (UA), Juan Antonio Roche. 'The paradoxes of love in the Spanish family: a sociological approach' es el nombre del artículo publicado en F1000Research que plasma las principales hipótesis a las que ha llegado el investigador. 

Según el estudio llevado a cabo por Juan Antonio Roche, el concepto de familia actual se encuentra en un proceso de transición del modelo tradicional al modelo nórdico o anglosajón. "Un proceso de transición en el que lo viejo no ha terminado de irse del todo y lo nuevo no termina de hacer cuerpo definitivamente", explica el sociólogo.

El modelo 'mediterráneo' es más comunitario. Está caracterizado por fuertes interrelaciones, la creencia del amor romántico (el de toda la vida), y tiene como base un sistema patriarcal. Por otro lado, el modelo nórdico o anglosajón es mucho más individualista, libre, democrático, y no está basado en el sistema patriarcal.

Amor confluente

Además, en este segundo modelo familiar predomina el amor confluente definido por el sociólogo Anthony Giddens como, un tipo de afecto más efímero basado en la sexualidad.

Por amor confluente se entiende al amor contemporáneo y sus características: efímero, intenso, muy vinculado a la sexualidad y muy líquido. En definitiva, "que dura poco tiempo", especifica Roche. Lo que ocurre con este amor es que es tan fugaz que no da tiempo a madurar porque "el amor siempre necesita tiempo", expone.

Una de las principales objetivos de la investigación es averiguar cómo amamos hoy. A lo que Roche responde que no amamos ni de la forma tradicional basada en el amor romántico, ni tampoco siguiendo el patrón del amor confluente, porque como ya ha explicado anteriormente es tan breve, que no da tiempo a madurar.

La pregunta a la que se enfrenta el autor es tan simple como compleja, "¿tenemos un amor propio de nuestro tiempo, uno que nos satisfaga y nos haga felices?". Otra de las cuestiones que inquieta al sociólogo es si puede la sociedad de hoy en día, sin una forma de , vivir 80 años (la media de vida) sin creer ni practicar el amor. Puesto que los seres humanos son sociales por naturaleza y necesitan de las relaciones y el amor para vivir.

Sobre el futuro 

Juan Antonio Roche explica que de momento ambas formas de amor seguirán conviviendo. Pero que, a largo a plazo el modelo mediterráneo (madre, padre e hijos) se irá destruyendo. Por el contrario, el amor confluente "irá ganando adeptos". Añade que la respuesta la tienen los jóvenes y las decisiones que tomen en el futuro (boda, hijos...). "Las encuestas nos dicen que los jóvenes no creen mucho en el matrimonio de toda la vida. Es decir, lo creen como ideal, pero no creen que sea posible". 

El sociólogo explica que la situación laboral de los jóvenes, la falta de empleo y los sueldos precarios afectan también al modelo mediterráneo tradicional. "Sin una economía estable, no se puede consolidar una familia estable tradicional".

Los cambios en el modelo familiar mediterráneo también llevan años afectando a la natalidad. Cada vez se tienen menos hijos y la tasa de natalidad se sitúa en 1,2 en España. "Imagínate que en los próximos años la cosa sigue igual o peor porque los jóvenes manifiestan que de momento no quieren tener hijos". 

Hablando en términos de ciencia ficción, Roche imagina un futuro sin hijos nuevos para la sociedad y ausencia de mano de obra en el que el estado tendría que intervenir. "Imagínate que los hijos fueran creados de forma artificial y luego los criaran una masa de robot. Si esto ocurriera, se crearía una sociedad sin afecto".