Aunque ha pasado más de un cuarto de siglo, recuerdo perfectamente como en las fiestas de Alicante de 1995 nos sorprendió a los catadores de la época -entonces mucho más jóvenes- la llamativa foguera de Monjas-Santa Faz -que participaba en la modesta 5ª categoría- firmada por el maestro Ángel Martín y justamente galardonada.

Pronto intuimos que el estilo impactante y novedoso que ofrecía aquel diseño presidido por una gran tela de araña, se alejaba por completo de lo impecable del estilo del reputado Ángel, pero, sobre todo, transmitía el eco de una incipiente impronta artística. Muy pronto supimos que su verdadero autor era su hijo, Miguel Ángel Martín.

En aquellos años tan fértiles para la plástica de les Fogueres albergamos la esperanza de que este joven valor se incorporara como otro de los nuevos valores del gremio de artistas alicantino. Sin embargo, muy pronto dejó de lado esa posibilidad para inclinarse, como ya lo habían hecho su padre y sus hermanos Abel y Juan Carlos, al entorno de las carrozas.

Miguel Ángel decidió dar varios pasos por delante, proponiendo un universo incluso más creativo en esta faceta, que ya en 1994 había dado forma al crear ‘Carros de Foc’ que debutaría en las calles con ‘Federico’, la recordada marioneta gigante. Desde entonces, la firma y su máximo artífice han dado, literalmente, la vuelta al mundo, hasta el punto de erigirse desde hace ya bastantes años como uno de los mayores embajadores exteriores de la ciudad.

Y viene a colación este merecido recordatorio a una andadura extensa que sobrepasa del cuarto de siglo, arriesgada teñida siempre de una creatividad muy nuestra, para evocar una de sus últimas iniciativas, que le ha llevado hasta tierras portuguesas. En concreto, a la localidad de Águeda, de unos 50.000 habitantes, donde ha trasladado parte de su universo evocador y festivo.

Un contexto que excede incluso el ámbito de unas carrozas transformadas en grandes creaciones y esculturas móviles, y que se asienta incluso en una moderna visión del teatro de calle, casi sin parangón en todo nuestro territorio nacional.

Parte de ello es el que se ha llevado a este rincón del país vecino, sin que en ello se ausente la presencia de nuestras Fogueres. Por eso, y junto a las actuaciones de ‘Eutirpe’ la última de sus enormes creaciones móviles, Miguel Ángel fue el promotor de una foguera de ambiente navideño que ya se encuentra plantada en dicha localidad, y cuya presencia se extenderá durante todas estas celebraciones. 

Se trata de una obra que se ha realizado en el taller del muy experimentado José Francisco Gómez Fonseca, y en el que han colaborados diversos profesionales del gremio alicantino, lo cual al mismo tiempo ha servido para dinamizar en una pequeña medida la profesión esencial de nuestras fiestas del fuego.

En definitiva, evocamos la larga apuesta artística de nuestro protagonista, que estas navidades ha logrado extender el influjo plástico de les Fogueres, convirtiéndose una vez más en inmejorable embajador de nuestra ciudad. Quizá sea llegado el momento de que la propia Alicante sepa de algún modo devolver esa constante y siempre sugerente e inventiva promoción.