El Viernes Santo llega a su fin con la ceremonia de la Trencà del Guió en la Plaza de Baix, uno de los actos más singulares de la Semana Santa en Elche.

El guion se ha roto a la primera augurando un año de buena suerte para Elche. La tradición dice que si el trencaor logra quebrar el mástil de la bandera al primer intento es presagio de un buen año.

Este año el honor de ser trencaor ha correspondido a Miguel Ángel Crespo quien al tercer bandazo ha roto el guion. La Tripleta la han completado las damas electas Nereida González e Inmaculada Crespo.

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Esta ceremonia ahonda sus raíces en el siglo XVIII, una época en la que los nobles se encargaban de romper el guion o bandera negra, de luto por la muerte de Cristo, en anuncio de la futura resurrección. Por otra parte, otros historiadores argumentan que se trata de un acto de homenaje a la Virgen de los Dolores.

Como manda la tradición los miembros de la Tripleta se han situado frente a la Virgen de los Dolores. Tras efectuar tres reverencias en señal de respeto y homenaje, el trencaor ha ondeado tres veces la gran bandera negra, hasta romper el palo en el tercer movimiento. Así ha arrancado los aplausos del público que aguardaba en la plaza de Baix.

El acto ha contado con la presencia del alcalde, Pablo Ruz, la concejala de Fiestas, Inma Mora, y miembros del Equipo de Gobierno y de la Corporación Municipal, así como de la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de Elche.

Mora había destacado en la presentación de actos que "queremos darle un toque especial a la Semana Santa con el fin de potenciarla aún más y por ello el Viernes Santo las calles del recorrido oficial de las cofradías estarán totalmente engalanadas, así como la fachada del Ayuntamiento que también lo estará durante toda la semana".

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Elche, además de fe, tiene suerte, ya que este año está disfrutando de un puente de cinco días que no tienen en otras zonas de la provincia de Alicante, desde el 28 de marzo hasta el 1 de abril, tiempo suficiente para disfrutar una serie de actos religiosos que este año son "únicos y nuevos" y que cuentan con el mayor presupuesto de la historia de la capital de la comarca del Baix Vinalopó.