Vuelos del Aeropuerto de Alicante-Elche están siendo retrasados este miércoles a causa de las huelgas parciales del personal de seguridad privada. Los paros, de una hora por la mañana y otra por la tarde, comenzaron el pasado martes 26 de septiembre y se durarán hasta el sábado 30, colapsando los controles de maletas en bodega, la seguridad de pasajeros, vuelos privados, suministros de mercancías y el centro de control.

Las huelgas se realizan entre las 8:45 horas y las 9:45 y durante la tarde entre las 18:00 y las 19:00 horas. Como explican desde Comisiones Obreras (CCOO), los vigilantes reivindican "la preocupante y continuada situación indefensión de los trabajadores por parte de la empresa Ilunion" y la precarización de las condiciones laborales de un servicio que consideran "esencial no solo para los usuarios del aeropuerto, sino para toda la ciudadanía".

El personal exige a la compañía la reducción de "turnos de trabajo excesivos" y establecer descansos acordes con la legislación y la regulación laboral con el objetivo de mejorar su conciliación familiar y garantizar la desconexión digital fuera de su jornada. Así, desde el sindicato pide el derecho a vacaciones de los trabajadores fijos, además una ayuda para aparcar en las instalaciones y la equiparación de salarios con otros aeropuertos de España.

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Según anuncia CCOO, el comité de empresa ha trasladado a Aena, la empresa encargada de gestionar los aeropuertos españoles, la voluntad de los vigilantes de llegar a acuerdos con Ilunion para "desbloquear de la forma más pacifica posible este conflicto y atajar cualquier actitud que menoscabe la salud física y mental de los vigilantes". Aunque insisten en que si desde la empresa no hay voluntad, continuarán con la inactividad.

Las paradas están provocando largas colas en los diversos procesos que control de la infraestructura ubicada en el Altet, lo que ha derivado en retrasos generalizados en los vuelos. A pesar de esto, fuentes del aeropuerto afirman que la reivindicación no está afectando al normal funcionamiento de los procesos y que no influyen en las horas de salidas y llegada de los aviones debido a que son parones puntuales y de corta duración.

Una situación similar tuvo lugar durante los meses de enero y febrero en los aeropuertos de Alicante-Elche, Castellón y Valencia, cuando unos ciento sesenta controladores aéreos de 16 aeropuertos españoles acudieron a una huelga ante el fracaso de las negociaciones de su cuarto convenio colectivo.