Una asesora inmobiliaria da las claves para elegir agencia en Alicante: "No todas están registradas"

El sector inmobiliario en la Comunitat Valenciana, y especialmente en Alicante, vive un momento de efervescencia. La alta demanda, los precios en máximos históricos y la falta de oferta están generando un escenario propicio para la aparición de nuevas agencias en cada barrio.

Según la delegada de la Asociación de Inmobiliarias de la Comunitat Valenciana (ASICVAL), Matilde Irles, en Alicante, hoy en día parece haber "más agencias que viviendas" en el mercado. Aunque este auge refleja el dinamismo del sector, también complica las cosas para el consumidor.

¿Cómo saber si una agencia inmobiliaria es de fiar? ¿Qué requisitos debe cumplir una empresa para operar legalmente? A estas preguntas responde Matilde Irles, con quien también hemos comentado algunas de las prácticas fraudulentas que más se están dando en el mercado.

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La proliferación de inmobiliarias es tal que recuerda a la época en que había 'un bar por cada cuatro habitantes'. Ahora, casi hay una agencia por cada cuatro personas.

Una comparación que Matilde Irles no solo secunda, sino que refuerza: es habitual encontrar "dos o tres inmobiliarias en una misma calle".

Pero tras ese aparente boom se esconden riesgos. Muchas de estas nuevas agencias, explica Irles, carecen de la experiencia necesaria para operar en un mercado tan complejo como el actual. "Abrir una inmobiliaria no es un experimento ni una forma rápida de hacerse rico", advierte.

¿Cómo elegir bien?

Ante tanta oferta, diferenciar una agencia profesional de otra que no cumple los requisitos legales es clave. Irles detalla en qué deben fijarse los clientes.

En la Comunitat Valenciana, toda agencia debe estar inscrita en el registro oficial de agentes inmobiliarios. "Una agencia registrada tiene un código identificativo y un seguro de caución", explica Irles.

Además, es obligatorio contar con una titulación mínima homologada, algo que no ocurre en todas las comunidades. "En Madrid o Andalucía, por ejemplo, no siempre se exige formación", apunta. "Aquí sí, y eso es una garantía para el consumidor".

Local físico y transparencia

Otro requisito indispensable es tener un local abierto al público. "No se puede trabajar desde casa si estás registrado", recuerda.

Esto ofrece mayor seguridad al cliente. También recomienda fijarse en detalles como la imagen de la oficina, su decoración o si tiene una presencia consolidada en la zona.

Las agencias con experiencia "consiguen viviendas por referidos y contactos, lo que indica una buena reputación". "Un buen agente ofrece seguridad, confianza y transparencia", resume.

Prácticas fraudulentas

Irles no se muerde la lengua al hablar de las irregularidades que aún se ven en el sector. Y es rotunda con lo que considera inaceptable.

Preguntamos a Irles por una práctica que suele verse con facilidad en el mercado, escriturar por debajo del precio real para pagar menos impuestos. Algo, que está penado por Hacienda con multas de hasta 100.000 €.

"Es ilegal y totalmente incorrecto", sentencia. Aunque aún se dan casos, recuerda que puede tener consecuencias muy graves para todas las partes implicadas: vendedor, comprador y agente. "Puede acabar en una inspección de Hacienda y con sanciones importantes".

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Alerta especialmente sobre la compraventa de Viviendas de Protección Oficial (VPO) en las que el vendedor exige un pago adicional en efectivo para compensar el precio máximo. "Eso no solo es ilegal, es poco ético y nada profesional", recalca.

Desde ASICVAL, recuerda, se filtra cuidadosamente a los nuevos miembros para garantizar buenas prácticas. "Un comportamiento fraudulento puede ser motivo de expulsión".

¿Cuánto deben cobrar?

Sobre los honorarios, Irles explica que no existe una tarifa fijada por ley: "Es un mercado libre. Se pacta entre el agente y el propietario".

Además, aclara que es legal cobrar tanto al vendedor como al comprador, ya que se presta un servicio completo: búsqueda de vivienda, financiación y asesoramiento durante todo el proceso.

Tradicionalmente, las agencias cobraban su comisión al propietario de la vivienda, que es quien les busca para hacer el servicio. Sin embargo, cada vez es más habitual que las inmobiliarias cobren tanto al vendedor como al comprador.

Aunque en Alicante todavía quedan algunas agencias que solo cobran al vendedor, sobre todo las agencias locales. Esta práctica es más habitual en grandes empresas con varias oficinas.

Sobre el futuro del sector

Mirando al futuro, Irles insiste en la necesidad de facilitar la promoción de nueva vivienda para paliar la falta de oferta. "La demanda es altísima y la oferta muy baja. Hay que dar más facilidades a los promotores para que puedan construir sin miedo a que el proyecto no sea rentable", afirma.

En un mercado saturado de opciones, elegir la agencia adecuada es más importante que nunca. Según Irles, lo esencial es apostar por la profesionalidad, la transparencia y la legalidad.

"Una agencia registrada, con titulación, oficina física, experiencia y buena reputación es un faro seguro para quien busca o vende una vivienda", concluye.