La empresa Artesa, por dentro.

La empresa Artesa, por dentro.

Economía EMPRESAS

60 años de Artesa, la empresa de textil líder en España 'tejida' con discreción en Crevillente

La mercantil, centrada en los componentes del calzado, abrió en 1962;  fue fundada por Cayetano Belso Aznar, posteriormente el último alcalde de la dictadura.

12 abril, 2022 01:42
Crevillent

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Cualquiera que pase por Crevillente, al sur de Alicante, se percata al instante del peso que aún tiene el sector textil. Tanto por su entrada desde Elche como desde Orihuela, sus polígonos industriales y carteles publicitarios recuerdan al visitante que es aquí donde se fabrican las alfombras de medio mundo. Precisamente, en su entrada sur, se encuentra la fábrica de Manufacturas Artesa, una mercantil del textil que, pese a ser líder nacional e internacional en componentes sobre todo para el calzado y la moda, vive instalada en una cómoda discreción

Porque el Ayuntamiento de la localidad emitió una nota de prensa este lunes, a través de su archivo municipal 'Clara Campoamor', en la que recordaba los 60 años que se han cumplido desde que la Comisión Municipal Permanente le diera la licencia de apertura a Artesa. Una efeméride que, a juzgar por la web de la empresa (únicamente en inglés) o por sus redes sociales (no tiene), ha pasado desapercibida para su dirección. 

Al frente de la misma está Guillermo Belso Candela, con quien nada más empezar la conversación con El Español De Alicante, da buena muestra de esa discreción que caracterizó a su padre y fundador de Artesa, Cayetano Belso Aznar, fallecido hace dos años. "Prefiero no decir los clientes con los que trabajamos", responde en alusión a las primeras marcas, las más renombradas del mercado, a las que sirven sus pedidos, incluido ocasionalmente, reconoce, firmas automovilísticas y hoteleras. Para este sector último operan a través de Naturtex, su otra marca, creada en 1993 y centrada en la producción de alfombras de diseño.  

Cayetano Belso, en imagen de archivo.

Cayetano Belso, en imagen de archivo.

Su padre, Cayetano Belso, se movía cómodo en la sombra, aseguran quienes le conocieron, pese a ostentar numerosos cargos públicos, como el del primer director y fundador de la Asociación Española de Empresas de Componentes para el Calzado (AEC) o de los Moros y Cristianos de Crevillent. Pero fue en su etapa como alcalde de la villa (1971-1979) cuando más proyección alcanzó, cuando entonces era un reputado empresario. Su gestión municipal, marcada por varias reformas de calado, aún se recuerda, pese a formar parte de los estertores del franquismo. En 1979 llegaron las primeras elecciones locales democráticas y Belso decidió, en contra de otros políticos de aquella época, volver a la sombra de su fábrica y nada más se supo de él como personaje público. 

Con dos telares manuales

Todo empezó en la calle Honda, número 18, con una pequeña fábrica de bolsos de artesanía compuesta por dos telares manuales y una máquina de coser Singer con motor. 

Como recuerda el archivo local, los primeros años de Manufacturas Artesa coincidieron, y no fue causal, con la “edad de oro” para la industria textil crevillentina, acorde con el desarrollo demográfico y económico nacional, sector que contó con más de 3.000 trabajadores, iniciando también por entonces la presencia de sus fábricas en la feria internacional más importante, Domotex, en Hannover y desde 1969, en la Exposición Industrial Crevillentina, organizada por el Patronato de la Semana Santa y en la que participó también Cayetano Belso.

En 1964, la fábrica se trasladó a la calle Ronda Sur, donde amplió maquinaria con tres telares, en este caso, mecánicos, para la fabricación de tejidos, hasta su ubicación actual en Gutiérrez de Cárdenas, 36. En 1985, esta empresa participó en su primera feria comercial, si bien hoy día ha conseguido ampliar su mercado internacionalmente a países como Italia o Portugal con sus productos de alta calidad: telas, trenzas, cordones, cintas… para zapatos, bolsos y accesorios de moda, una firma familiar que continua el legado de su fundador, también su actitud, y que cuenta una plantilla de medio centenar de trabajadores.