
Los jugadores del EÓN Horneo Alicante durante un tiempo muerto. Eón
Un partido para cambiar la historia del balonmano en Alicante: El EÓN Horneo se juega más de medio ascenso
"Estamos donde queríamos estar", afirma Latorre antes del partido contra el Caserío Ciudad Real.
Más información: El EÓN Horneo Alicante redobla su apuesta por el ascenso a la Asobal
Alicante es una de las cunas del balonmano español y el Pitiu Rochel, su catedral. Más de tres décadas de sequía están a punto de saltar por los aires en las próximas semanas si el EÓN Horneo Alicante cumple en las próximas semanas un guión escrito desde hace un lustro.
El día D es este miércoles. El equipo alicantino disputa, a partir de las 19:30 horas (Pitiu Rochel), el partido "más importante" de su corta pero intensa historia, según afirma su entrenador, Fernando Latorre. El EÓN Horneo Alicante, líder de la División de Honor Plata, recibe al Caserío Ciudad Real, segundo, en un duelo definitivo en la lucha por el ascenso.
A cuatro jornadas del final, el conjunto de Latorre cuenta con 43 puntos, uno más que su rival (42), por lo que un triunfo alejaría al conjunto ciudadrealeño a tres con solo 6 en juego y dejaría la única plaza de ascenso directo al alcance de la mano.
Un empate dejaría las cosas como están, pero metería de lleno en la pelea de nuevo a Burgos, el tercer implicado con 41 puntos. Y la derrota cedería toda la iniciativa a Ciudad Real, que además tendría a su favor el golaveraje.
Por este motivo, ganar el miércoles es vital. El EÓN podría afrontar con red de seguridad (tres puntos) el tramo final del curso, en el que visitará al filial del Barcelona, un rival imprevisible, y recibirá en su pista al siempre incómodo Agustinos, en la penúltima jornada.
El equipo de Latorre podría cantar el alirón en el derbi alicantino si gana sus próximos tres partidos y, de paso, ahorrarse el estrés de tener que puntuar sí o sí en su visita, en el epílogo de la liga regular, al Burgos, rival temible como local.
"Estamos primeros, donde queríamos estar y tenemos el premio a nuestro alcance. Dependemos de nosotros mismos", resume Latorre, cuyo equipo perdió en la primera vuelta por tres goles en Ciudad Real.
No es la primera ocasión en la que el EÓN atisba la gloria, aunque las sensaciones actuales no tienen nada que ver con las del pasado. Hace tres años, el equipo disputó una promoción de ascenso contra Sinfín Santander, entonces en Asobal.
El EÓN firmó una meritoria remontada en la Liga, pero no estaba programado para un reto de esa magnitud y fue presa fácil del conjunto cántabro en una eliminatoria sin apenas historia.
Preparados
El equipo alicantino llega a la cita "preparado y mentalizado" tras una intensa semana de trabajo. La amarga eliminatoria copera ante Huesca, resuelta de forma agónica en los lanzamientos de penalti, no ha dejado secuelas físicas ni anímicas. Todo lo contrario, según Latorre.
"Queríamos pasar, pero la forma en la que caímos nos ha servido de mucho", señala el entrenador, que confía en ver las gradas del pabellón rozando el lleno en una cita histórica. "El partido de Copa enganchó a mucha gente que va a repetir y ellos también van a desplazar seguidores. Es un partido grande y la ocasión lo merece", apunta.
El alicantino afirma que el grupo está preparado para manejar las emociones de un encuentro a todo o nada, si bien es consciente de que está ante una oportunidad que no se puede dejar pasar.
"No es una final, porque no es el último partido y no habremos ascendido aún. Pero tenemos claro que si no ganamos el ascenso directo será casi imposible", explica Latorre, que tiene claro que el éxito del EÓN Horneo Alicante está en esa mezcla entre la osadía de los jóvenes y la experiencia de los veteranos.
"Tenemos jugadores que firmaron con nosotros para jugar este tipo de partidos y que no van a dudar cuando llegue el momento", asegura Latorre, que confía plenamente en escribir el miércoles las primeras líneas de un nuevo capítulo de la historia del balonmano en la ciudad de Alicante.