Alejandro Hurtado se dispone a conquistar las Américas este marzo. Lo hace con una doble cita este marzo que le llevará a Miami y al festival flamenco de Nueva York. Desde su Sant Vicent del Raspeig natal partirá para presentar su premiado álbum Tamiz  y mostrar su visión purista de la guitarra española.

A poco más de una semana de tomar el vuelo para cruzar el Atlántico, Hurtado lo define como "un sueño". Y lo subraya consciente del privilegio de contar con un espacio en la programación del encuentro "porque viajar con 29 años la primera vez a Nueva York a presentar uno de mis discos es un lujo. Y, sobre todo, en el flamenco festival, que es uno de los festivales de más relevancia en el panorama del flamenco". "Eso me lo esperaba a lo mejor más tarde, en unos años", añade.

El programa con el que se lanza arranca en Florida el día 2 con Miradas. En este espectáculo además de Tamiz, repasará su anterior Maestros del arte clásico flamenco más otras piezas clásicas como la Gran Jota del concierto de Tárrega y Sevilla de Albéniz, entre otras. En el escenario le acompañará el baile de Inmaculada Salomón, la primera bailarina del Ballet Nacional, y la percusión de David Domínguez.

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Al día siguiente en el camino hacia el norte le seguirá David Domínguez a la percusión para centrarse más en su último álbum, "aunque también tocaría algún tema de mi disco anterior". En este concierto rendirá homenaje a Paco de Lucía "e interpretaré una de sus bulerías, que se llama Río de la Miel que está grabada en el disco Luzía". 

Y la mención al intérprete gaditano permite mostrar la evolución y su mirada al plantear lo que ofrece la guitarra española. "Me acompaña un percusionista que me apoya de una forma muy sutil con colores. Es ese tipo de formato, pero que la guitarra sea evidentemente la protagonista", explica.

Esta representa una vuelta al purismo frente a la generación de Lucía que en los años 70 quería renovar porque "vienen de una época donde el flamenco está un poco anclado en el pasado, en la tradición". Paco de Lucía, Manolo San Lucas, Serranito y luego en el cante Camarón de la Isla o Enrique Morente "quisieron evolucionar, romper moldes y para ello, para llegar a un número mayor de público se juntaron con otros músicos e incorporaron nuevos instrumentos".

La generación que encarna Hurtado, que cumplirá los 30 este año, se encuentra con que "ya el público se ha acostumbrado a escuchar un flamenco nuevo, se ha acostumbrado a escuchar guitarra". El panorama musical y guitarrístico y flamenco que ve es el que le hace pensar que "ahora podemos, quizás, saltarnos esa etapa y presentar el instrumento, la guitarra en este caso, de una forma más desnuda, y no contar con tantos elementos, hacer hincapié en recrear en base a estos maestros que fueron los carros de la guitarra flamenca".

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Hurtado puntualiza que si bien "me considero un guitarrista flamenco por encima de todo", tampoco "no me quiero cerrar puertas y por eso hablo de guitarra española". De esa forma "puedo tocar, por ejemplo, una jota que son unos aires nacionales que se tocaban en la época, o un bolero del siglo XIX y eso tiene un tinte español, pero ya no pertenece al flamenco, pero yo lo toco, porque me parece que es una manifestación que la guitarra española engloba todo eso".