Alicante

Un equipo de arqueólogos de la Universidad de Alicante presenta el resultado de campaña de las excavaciones en Ciutadella, Menorca. En el yacimiento de Son Catlar han encontrado un "espectacular" depósito de materiales de soldados romanos que explican los rituales mágicos que usaron en la conquista de las islas Baleares.

El trabajo en este yacimiento se ha podido retomar este año después del obligado parón del 2020 por la pandemia. El equipo dirigido por Fernando Prados regresa muy contento por los resultados obtenidos durante este mes de julio en el llamado Proyecto Modular: Arquitectura Fenicia y Púnica.

Una puerta cegada es el centro de este trabajo. "En su época, el mundo de las puertas estaba cargado de magia", explica Prados. "Los romanos daban un valor sagrado a las puertas de las ciudades, y sellar definitivamente una, conllevaría ciertas acciones de carácter mágico", recalca.

El hallazgo de esta puerta cegada supone un enorme salto hacia adelante en el conocimiento de la historia de Menorca, como afirman desde la UA. De la excavación de la puerta y de la calle que parte desde esta ha resultado el hallazgo de un depósito completo de materiales, enterrados por encima del nivel del suelo.

Objetos perdidos

Marcos refleja su entusiasmo al valorar estos objetos perdidos en el tiempo. "Estamos aportando a la nueva sede del Museu de Ciutadella un espectacular conjunto de materiales". ¿Por qué son tan importantes? Este depósito, perteneciente a soldados romanos y datados un siglo antes de nuestra era, se encuentra completo y en buen estado.

La calidad de la conservación de estas piezas es lo que convierte este descubrimiento en algo excepcional. Prados cree que la razón puede deberse precisamente al carácter de protector mágico que le atribuían los romanos en su defensa contra los malos espíritus a la hora de sellar puertas.

Esta sonda espátula era parte del instrumental quirúrgico romano encontrado en Son Catlar.

¿Y qué es lo que había? Muchos objetos que un soldado podría llevar en una campaña militar. Entre las armas encontradas hay cuchillos, puntas de flecha y de lanza, proyectiles, herramientas quirúrgicas o una sonda espátula de bronce.

El valor

El trabajo en este yacimiento de Son Catlar, el más extenso de la isla, da más valor a la candidatura para ser parte del patrimonio de la Unesco, Menorca talaiòtica. Este poblado protohistórico está magníficamente conservado, como destacan desde la UA. Y en él excavan equipos de las universidades de Alicante, Murcia, Granada, Cádiz y Museu de Ciutadella.

En la campaña de este verano se han concentrado en los dos accesos al poblado, la llamada puerta norte y la puerta en codo, que este mismo equipo descubrió en 2019. Este tipo de puertas era característico en la cultura púnica, y funcionaba como un sistema de defensa para protegerse de los posibles asedios de los romanos. 

La conservación de todo el perímetro de la muralla en Son Catlar sitúa el yacimiento como fuente de gran valor, puesto "da mucho juego para estudiar la arqueología del conflicto y de la guerra", apunta el investigador de la UA. Como concluye Prados, "los soldados romanos eran muy supersticiosos y solían realizar estos ritos" en la defensa de las puertas.

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