Miquel Hernandis Redacción | Agencias

Sin ayudas y con poco público. El panorama para las granjas escuela de la Comunidad Valenciana en este verano sigue siendo muy complicado. A ellas lleva su atención la portavoz de Medioambiente del grupo popular en Les Corts Valencianes, Elisa Díaz. "No han podido acceder a las ayudas que han ido saliendo porque en un 80 % son actividad educativa y exenta de IVA", explica.

"Hasta antes de la pandemia se estimaba en 150 000 las personas que visitaban en un año las granjas escuela de la Comunitat Valenciana", cuenta durante una visita. En la localidad valenciana de Olocau ha conocido allí a Paco Ferrandis, uno de los diez cooperativistas que la gestiona. Y la semana próxima estará en la de Agost, para ver el apoyo que se da desde las administraciones locales.

Elisa Díaz con Paco Ferrandis, de la cooperativa que gestiona la granja escuela de Olocau.

En la treintena de centros que hay en la autonomía viven momentos difíciles. "Han estado un año con ingresos cero y solo una muy pequeña parte pudo hacer alguna actividad durante el pasado verano", razona la diputada por Alicante del PP. Por eso ha pedido al Gobierno valenciano que incluya las granjas escuela como sector vulnerable por la Covid y que apruebe ayudas directas.

El contacto con ellas le permite constatar esas dificultades económicas que supone el tener que estar sin público pero teniendo que cuidar a unos animales que necesitan sus alimentos y cuidados veterinarios. "No tienen ingresos y encima tienen que mantener los gastos de animales", subraya.

Del todo a la nada

Hasta la llegada de la pandemia este tipo de centros "han funcionado muy bien y son solventes, por eso jamás han pedido ayudas", señala Díaz. Además, en ellos se suele atender a colectivos con diferentes necesidades y potencian el turismo rural, como añade la diputada. "Y todo eso se ha visto truncado por la pandemia. No se les ha tenido en cuenta".

Cuando los diferentes sectores relacionados con el turismo están planteando sus demandas para el verano, Díaz demanda una ayuda para estas granjas escuela. Y una línea presupuestaria que, como puntualiza, no necesita ser grande. De la treintena de centros, son siete los de titularidad privada. "Una ayuda para que salgan de este bache como tantas otras y lo que queremos evitar es que tengan que cerrar porque luego lo lamentaremos".

Díaz insiste en que "otra gran problemática que han tenido es que no encuentran apoyos del Consell". En cambio, destaca, que las administraciones locales sí que han podido. Y, a pesar de eso, las granjas escuela no tienen recursos ahora para promocionarse como un destino seguro.

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