"El secretario general sigue siendo el alcalde". De esta forma, el PSPV desmiente que, en contra de lo que ha venido defendiendo el sector crítico, el alcalde de San Vicente del Raspeig, Jesús Villar, continúa desempeñando la secretaría general del PSOE local. 

Se trata de una vuelta de tuerca a un culebrón que no hace más que prolongarse en el tiempo mientras se abre cada vez más la brecha en el seno de los socialistas de la localidad. 

A finales de la semana pasada se supo que cuatro concejales díscolos con el alcalde habían presentado su dimisión de la Ejecutiva Municipal para forzar la creación de una gestora que dejara a Villar sin la secretaría, el máximo órgano del partido. 

La dimisión de Jesús Arena como secretario de organización y la de los regidores José Antonio López Perona, Guillermo García y Pilar Alcolea dejaba al órgano de la agrupación con menos del 50% de representación, por lo que, en cumplimiento del reglamento federal, obligaba al nombramiento de una gestora. 

Desmentido

Sin embargo, el PSPV-PSOE niega que se vaya a proceder a la constitución de una comisión gestora. Todo lo contrario: "No nos consta en ninguna parte que hayan dimitido", aseguran estas fuentes, que añaden que al PSOE provincial tampoco le ha llegado "ningún documento" que obligue a constituir el órgano provisional. 

Preguntado a Villar, responde que sí recibió las bajas de sus compañeros. "Es cierto que, aparte de comunicarlas al secretario general, hay que comunicarlas a los órganos superiores del partido", avanza.

Añade que desconoce por qué las dimisiones no han llegado a Valencia; "es una situación extraña", esgrime, tras aclarar que no ha recibido ninguna notificación de la creación de la gestora. Por su parte, este medio ha tratado sin éxito de conocer la versión de los dimisionarios, algunos de los cuales han declinado realizar declaraciones. 

Expedientes

El PSPV sí que ha movido ficha con respecto a los expedientes que pesaban contra el sector díscolo. De momento, han abierto expediente informativo a la exjefa de prensa del Ayuntamiento, Ana López y al exconcejal José Gadea.

A la primera, se le acusa de "menoscabar la imagen pública del alcalde" después de que se filtrara que había dicho del primer edil en un grupo de Whatsapp paralelo donde él no estaba que "lo que me pide el cuerpo es cortarle el cuello a Jesús Villar y a todos sus seguidores y enterrarlos en lo más profundo del Raspeig". 

Urbanismo

Con respecto al histórico militante, el PSPV va a investigarlo por "injerencia en gestión municipal" tras filtrarse un audio procedente del mismo grupo de Whatsapp en el que se le puede escuchar mostrando interés por cuestiones urbanísticas de la ciudad, pese a que no ostenta ningún cargo público. 

"Visto informes y demás, lo que sí haría es, para evitar malentendidos, revisar las bases antes de publicarlas. Una vez hechas y baremadas, es muy difícil cuestionar, pero sí que revisaría las bases y primaría mucho más la baja económica con independencia de que, como dice la ley, luego si hay baja temeraria tienen que justificarla. Lo que está claro es que dejar un apartado subjetivo con esas valoraciones tan altas supone poner en manos de algún técnico la adjudicación de las obras, o sea, que vosotros lo veréis", se le podía escuchar en la nota de audio publicada por Radio Alicante. 

"Es un tema muy sensible el urbanístico, que recuerda demasiado a 2001", señalan fuentes del PSPV, que recuerdan así que aquel año Gadea propició como edil una moción de censura contra su alcalde socialista que permitió al PP acceder al poder. 

Precisamente estas filtraciones de contratos públicos a personal ajeno al Ayuntamiento ha llevado al PP provincial, secundado por Vox, a instar a la Fiscalía Anticorrupción que se investiguen "por si hubiera algún tipo de delito vinculado a la corrupción u otro tipo de irregularidad", aseguran en un comunicado.  

Por último, a principios de semana, el pleno del Ayuntamiento de San Vicente aprobó sin desavenencias de los concejales díscolos la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana número 38 del PAI La Almazara. Fue el mismo punto que un mes antes fue votado en contra por los mismos ediles, pese a que contaba con el aval técnico. 

Después, se ha sabido que los detalles de esta compatibilidad urbanística habían sido filtrados a Gadea. A su vez, en este tiempo, se han producido dos nuevas dimisiones de concejales contrarios al alcalde: José Luis Lorenzo y Jesús Arenas, por haberle insultado al primer edil o a funcionarios municipales en el grupo de Whatsapp. Anteriormente tuvo lugar la destitución de Ana López, sin contar la dimisión de Belén Arqués, edil próxima a Villar, en febrero.