Noelia Tarí, y el estado en el que quedó su puerta. Cedida
Una vecina de Alicante, traumatizada después de que la Policía destrozara su puerta por error: "Tengo mucho miedo"
La mujer denuncia que, dos meses después, nadie se ha hecho cargo de los daños producidos en su domicilio cuando buscaban a un delincuente.
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Imagínate que eres una persona normal, estás durmiendo fuera de casa y recibes una llamada de madrugada. Al otro lado del teléfono, un agente de Policía te indica que regreses cuanto antes a tu domicilio, pues te acaban de tirar la puerta al suelo, buscando a otra persona.
¿Cómo te sentirías? Desprotegida, vulnerable y "muy abandonada". Así es como se siente Noelia Tarí, una vecina de Alicante de 39 años, que lleva más de mes y medio viviendo con miedo, con una puerta destrozada y sin que nadie haya asumido todavía la responsabilidad del error.
Desde el pasado 18 de junio, la vida de esta mujer se ha convertido en una pesadilla. Esa madrugada, mientras dormía en la casa de sus padres en El Rebolledo, agentes de la Policía Nacional buscaban en el barrio de La Florida a un hombre acusado de un delito de violencia de género.
¿El problema? Estaban buscando en la casa equivocada. "Pensaba que era una broma, no me lo podía creer", relata. Acompañada por su madre, Tarí regresó a su vivienda.
Lo que se encontró fue la puerta de su casa destrozada, precintada y una vivienda completamente registrada. Pero allí no había nadie. El delincuente estaba en el piso de abajo.
Según relata Noelia Tarí, una vecina conflictiva desvió a la Policía diciéndoles que el hombre que buscaban se encontraba "arriba". "Creo que lo hizo a propósito", afirma. "Esa chica no está bien, es violenta y me ha amenazado muchas veces. Tengo una denuncia contra ella desde mayo", afirma.
El sospechoso, un hombre de origen polaco con antecedentes, fue detenido esa misma noche tras agredir brutalmente a una joven que se encontraba en su vivienda. "Le dio una paliza que casi la mata, la encontraron en un charco de sangre", asegura.
Estado en el que quedó la puerta.
Inseguridad en el barrio
Desde hace años, Tarí convive con el miedo. Denuncia que el piso inferior, propiedad de un hombre de origen ruso o ucraniano, se alquila por habitaciones a personas "que no son gente normal".
Describe un ambiente de "marihuana, suciedad y un trajín de gente constante". Dice que ha pedido al propietario que no renueve el contrato de alquiler, pero no ha obtenido respuesta.
Y mientras tanto, su puerta sigue rota. "Un cerrajero me la apañó como pudo, uniendo tablones y poniendo un cerrojo, pero está mal fijada. Está todo el marco destrozado, la pared agujereada. No me siento segura", lamenta.
Noelia Tarí en Madrid
Desde EL ESPAÑOL de Alicante, hemos hablado con esta alicantina, que asegura vivir con miedo permanente. "Tengo que estar súper pendiente en casa. No me puedo ir. Cualquier ruido me sobresalta. Me ha dado ansiedad. Tuve que ir a urgencias", describe la alicantina visiblemente afectada.
Para intentar sentirse más segura, ha instalado una alarma. Entre la puerta nueva, que llegará en septiembre porque "ha pillado el verano por medio", y la alarma, ha tenido que hacer frente a un gasto de 2.000 euros.
"Un dinero que me viene muy mal", dice. Su seguro no cubre el daño, y el proceso para que el Consorcio de Compensación de Seguros asuma el coste, avanza con lentitud.
"El procedimiento es muy lento", asegura. "Y encima nadie me ha pedido perdón. Ningún agente me ha llamado para preguntarme cómo estoy. Me siento abandonadísima".
La respuesta de la Policía
Consultada por este medio, la Policía Nacional ha explicado que "esto es un tema que llevan desde el Consorcio de Compensación de Seguros, puesto que es a ellos a quienes les llegó la queja de esta mujer".
Añaden que una vez recibida la reclamación, "el consorcio nos envió un escrito para que le informáramos de lo ocurrido. Ahora se está a la espera de que el consorcio resuelva. Este proceso no es tan rápido como quisiéramos y aunque lleve tiempo, terminará resolviéndose y dándole una solución a la afectada”.
Noelia, por su parte, ya baraja emprender acciones legales. "Estoy estudiando poner una demanda civil o penal por daños y perjuicios", avanza.
Reconoce que le cuesta defenderse esta vez, a pesar de su trayectoria como activista vecinal. "Es que estoy en una situación de mucha vulnerabilidad".
Tarí quiere que se conozca su situación. "No soy la única, hay muchas personas en Alicante que están pasando cosas similares en estos barrios donde los alquileres por habitaciones están fuera de control".
Doblemente expuesta
La situación de Noelia Tarí es especialmente delicada porque no solo ha sido víctima de un error policial. También vive con miedo debido a una orden de alejamiento en vigor contra su expareja, un hombre de origen peruano condenado en 2023.
Dicha orden impide al condenado acercarse a menos de 300 metros de Noelia, su domicilio, su lugar de trabajo o cualquier espacio que frecuente.
La medida seguirá activa hasta el 22 de septiembre de 2025, lo que refleja la gravedad del contexto y refuerza su sensación de vulnerabilidad.
La mujer explica que en su momento se sintió respaldada por los cuerpos policiales. "Súper contenta, súper agradecida", insiste. Sin embargo, asegura que en esta ocasión lo que siente es "abandono total".
También lamenta que las instituciones "no disponen de recursos legales para afrontar estas situaciones rápido", y denuncia que es la propia víctima quien debe asumir y gestionar los daños sufridos