
La responsable del proyecto Ayuda Humanitaria a Inmigrantes Costas, Marta Marín.
Marta Marín, responsable de la ayuda a migrantes que llegan en patera: "Cruz Roja tiene que romper bulos"
La Primera Respuesta de Emergencia para Población Inmigrante (Prepi) de la organización proporciona servicios básicos y detecta vulnerabilidades.
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Más de 10.450 hombres, mujeres y niños murieron en las aguas que separan España de África en 2024, una necrofrontera invisible que rompió su récord de víctimas. La mayoría son en la ruta canaria, aunque la de Argelia, que incluye Alicante como uno de sus destinos, también se ha intensificado. Muchos no llegan, pero los migrantes que lo hacen saben que encontrarán una mano de Cruz Roja nada más pisar la provincia.
La organización humanitaria cuenta con el plan de Primera Respuesta de Emergencia para Población Inmigrante (Prepi) para atender a los migrantes que cruzan el Mediterráneo en condiciones precarias y darles los primeros servicios básicos.
La responsable provincial del proyecto, Marta Marín, recibe a EL ESPAÑOL de Alicante en la sede de Alicante para explicar cómo se coordina la ayuda desde el primer momento.
El centro telemático de Cruz Roja son los ojos de los especialistas. Decenas de pantallas y ordenadores controlan los avisos a través del 112 de la llegada de pateras y, dependiendo de los datos de las autoridades, organizan los voluntarios y los medios enviados con la geolocalización de embarcaciones y ambulancias. Además, desde este centro de operaciones se coordinan otras emergencias, ayudas y atenciones que son parte de la organización.
"El proyecto Prepi está formado por cinco personas y unos 90 voluntarios, y gestionamos todas las pateras o embarcaciones precarias que llegan a Alicante", explica la responsable.

Centro de operaciones de Cruz Roja Alicante.
"Por una parte están los voluntarios que van a intervenir, en torno a siete, y por otra los materiales, dependiendo del número de personas que lleguen, que suelen oscilar entre 10 y 15", señala Marín.
Con la llegada del vehículo de transporte y la ambulancia, intervienen en el puerto de Alicante, "que es donde tenemos el dispositivo de atención, y ahí empieza todo el circuito", añade.
Llegada
Primero son identificados y cacheados por la Policía Nacional y luego son atendidos por los voluntarios. Los migrantes llegan deshidratados, exhaustos y desorientados. "Muchas veces no saben en qué parte de España están", comenta la responsable.
En otros tantos casos, la situación es peor: faltan tripulantes, por lo que tienen que prestar servicio psicológico. "Se reparten mantas y comida como primeros enseres y detectamos vulnerabilidades, sobre todo en caso de menores, mujeres embarazadas o personas con discapacidad", añade.
Tras la primera ayuda, vuelven a dependencias policiales nuevamente para realizar gestiones de identificación y los trámites necesarios antes de poder continuar su viaje o buscar un centro de acogida.
Marta Marín asegura que "la mayoría de las personas que llegan a Alicante no se quedan aquí y quieren ir a Francia o Bélgica", a diferencia de lo que se suele difundir.
Mitos y bulos
El trabajo con los migrantes termina ahí, pero hay muchas más tareas que se realizan desde el Prepi entre patera y patera. Uno de los esfuerzos más importantes tiene que ver con la sensibilización de la sociedad.
Uno de los puntos más importantes es explicar que "el número de llegadas a Alicante representa un porcentaje muy pequeño respecto a otras zonas como Canarias o Andalucía", destaca Marín.

Asistencia de Salvamente Marítimo y Cruz Roja a migrantes, en imagen de archivo.
El auge de los discursos de odio cargados de racismo hace más necesaria que nunca la labor de trabajadores y voluntarios, quienes se centran en los institutos.
"Hay que sensibilizar para romper mitos y bulos. Su mapa mental de lo que es la migración está por formar y ahí es donde estamos intentando llegar y hacer entender cuáles son las razones que obligan a las personas o las motivan a dejar su vida", sostiene la responsable.
Contra la desinformación, también sufrida por la organización durante la dana de Valencia, apuestan por "insistir en la importancia de consultar fuentes fiables, sobre todo en una emergencia que salva vidas".
Si bien hay un movimiento cada vez más fuerte que ataca estos valores, también es mayor el número de personas que los defiende. Los voluntarios en los últimos años no han dejado de llegar. El perfil es tan amplio como variado e incluye a desempleados, jubilados, mayores, jóvenes, médicos, periodistas o abogados. "Algunos vienen y otros se van, pero siempre hay gente interesada", concluye.