
El nuevo uniforme de los funcionarios de prisiones.
Quejas por el nuevo uniforme de los funcionarios de prisiones de Alicante hecho por los reclusos: "Es defectuoso"
Los trabajadores denuncian la mala calidad de las prendas, que no se distinguen de la ropa que llevan los presos.
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Una nueva polémica ha llegado a las cárceles de Alicante y de todo el territorio nacional. Esta vez no es por la falta de plazas o las condiciones laborales, sino por algo más simple pero igual de importante: un nuevo uniforme confeccionado por los mismos presos que no se distingue de la ropa de los reclusos y que es de baja calidad.
La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, ha dotado en las últimas fechas de un nuevo uniforme a los trabajadores de las cárceles, que llevan años reclamando una vestimenta en condiciones.
No obstante, el nuevo no cumple con las exigencias mínimas. Sin ni siquiera entrar en la lavadora, la serigrafía con el nombre de Instituciones Penitenciarias salta de las prendas, no están preparadas para el frío, las tallas no cuadran, no incorporan tejido ignífugo... entre otros defectos.
El delegado sindical de Tú Abandono Me Puede Matar en Alicante (TAMPM) lamenta que "el tejido es deficiente, no responde ante condiciones climatológicas de frío con falta de prendas de abrigo, hay diferencias en las tallas, fallos en las letras y son de color oscuro que los hace indistinguibles de la ropa de los presos".
Luaces comenta que los uniformes los crean los propios reclusos, a los que se les da unos cursos para que sepan trabajar la tela, pero sin ser profesionales. "Hace años que se implementó esta iniciativa para vender el trabajo penitenciario y sacar orgullo de ello", indica.
El proceso de su confección es opaco y no se tiene en cuenta las propuestas de las plantillas y "tienen unos costes que no corresponden con la calidad práctica", añade.
Su color azul marino oscuro puede causar problemas, pues "los presos suelen llevar ropas oscuras porque no llevan un uniforme como en las películas. Esto puede dificultar distinguir a un compañero en medio de una pelea o a través de las cámaras de seguridad", sostiene el funcionario.
Lo único que no trabajan los presos es el calzado, que se encarga a una empresa especializada, ya que "zapateros de prisiones ya sería rizar el rizo", asegura Luaces.
Ahora Instituciones Penitenciarias parece haber escuchado las quejas y podría incorporar alguna mejora en forma de parche o distintivo que permita identificar claramente a los trabajadores. Aunque aún no se ha confirmado.
Antiguo uniforme
Pero no todo es malo, o no tan malo. Aunque parezca difícil de creer con lo expuesto anteriormente, el delegado destaca que mejoran al anterior. Ahora mismo coexisten ambos uniformes hasta el día 1 de marzo, que será obligatorio llevar el nuevo.
Con todo, el renovado "mejora en calidad y practicidad porque es un uniforme más de trabajo, más parecido, por ejemplo, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad".

El polo del antiguo uniforme colgado de una estaca en Paiporta. Cedida
El anterior era "menos técnico" al consistir en un polo de color beis con un jersey que no convencía a los trabajadores. De hecho, Luaces aprovechó un desplazamiento a Paiporta con unos compañeros para ayudar a limpiar las calles tras la dana para dejar un polo del antiguo uniforme clavado sobre una estaca en medio del barro a modo de despedida.
Falta de respeto
Uno de los motivos por los que los funcionarios acudieron con su antiguo uniforme era para que se les reconozca. "Echamos de menos que la sociedad reconozca nuestra indumentaria como podría pasar a una escala mayor con la Policía Nacional, que es conocida por todos", reflexiona.
Una de sus principales quejas se dirige a las producciones televisivas y cinematográficas que cuando ruedan escenas que se dan en centros penitenciarios no son fieles a la imagen de los funcionarios y utilizan uniformes no oficiales, algo "impensable en el caso de la Policía o la Guardia Civil" y que consideran como una "falta de respeto" hacia su labor.