La "minoría mayoritaria", como le gusta definir a su sector el veterano dirigente socialista de Alicante, Ángel Franco, trabaja ya en el congreso provincial del partido tras lo que considera un fin de semana "muy potente" en Benidorm, donde ha conseguido colocar a dos de sus referentes en una ejecutiva de 63 miembros.

Los de Franco vuelven a ser imprescindibles para Ximo Puig a la hora de organizar el trabajo de cara a los comicios autonómicos, ya sean adelantados o en su fecha prevista de primavera de 2023. Porque de su trabajo depende en buena medida que Puig sea reelegido presidente de la Generalitat, dado el peso de la ciudad en el ámbito regional.

Las dos propuestas que aseguran han sido aceptadas por el secretario general para la ejecutiva son el eurodiputado Domenec Ruiz en la secretaría de Digitalización y la concejal Llanos Cano, en la nueva secretaría de Infancia. Domenec es alicantino y cuando no está en Bruselas reside en El Campello con sus padres, explicaron fuentes del PSOE alicantino. Por su parte, Cano es hija del veterano dirigente alicantino Ángel Cano, abogada y vinculada con el mundo de las ONG.

A esto se añade que desde la ciudad se da por hecho que la sajense Ana Barceló es la persona más influyente en el Consell de su sensibilidad, a expensas de que se confirmen los rumores de que es la elegida para encabezar la lista de las municipales por Alicante dentro de dos años. Ha sido designada presidenta del partido y Puig ha señalado que ejercerá con peso político, no con el cargo simplemente institucional del pasado.

Para los socialistas alicantinos no es un problema que no esté afiliada en la ciudad. A este respecto comentan que Francisco Sanguino, actual portavoz municipal y la gran apuesta de Puig para ciudad en 2019, sigue afiliado en Sant Joan en vez de en la capital. 

Los próximos meses

Entre tanto, Sanguino sigue desaparecido y no quiso participar en el Congreso Nacional del partido como delegado, algo a lo que fue invitado en un primer momento. Por ahora no se le conoce ninguna afinidad clara con los diferentes sectores del partido en la ciudad ya que fue impuesto personalmente por Puig hace dos años y medio, pero se ha dejado ver en el Congreso con todos. 

La principal vía de colaboración de este sector de cara al congreso provincial se está centrando en los municipios donde Toñi Serna (secretaria de Transparencia y Memoria Democrática) tiene influencia: Alcoy, el Medio y el Alto Vinalopó, Benidorm, Pego, Dénia, Sant Joan y San Vicente. Serna es, en teoría, el peón de Puig en Alicante, pero en este último congreso no ha salido muy bien parada, aunque se mantiene en la ejecutiva.

En principio, el hombre llamado a ser el candidato oficialista en Alicante es Toni Francés, alcalde de Alcoy y portavoz socialista en la Diputación. No ha entrado en la ejecutiva nacional, así que está en plena disposición para luchar por el provincial. ¿En enero? Un comité nacional lo decretará en breves fechas.

Frente a estas dos corrientes, Alejandro Soler sigue alentando una vía paralela que permita la subsistencia de los focos primigenios del sanchismo tanto en la ciudad de Alicante como en el resto de la provincia. Por oposición a los de Franco y Serna.

Puig tiene que plantearse ahora si lanza a Francés a una confrontación a cara descubierta o simplemente para negociar con Soler, que lleva dos años trabajándose las agrupaciones locales. De las expectativas que tenga dependerá su decisión final.