La Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a prisión permanente revisable al hombre al que un jurado popular declaró recientemente culpable del asesinato de sus padres y su hermano en el domicilio familiar del barrio Juan XIII de Alicante. 

Los hechos que han quedado demostrados se remontan a la mañana del 13 de septiembre de 2018, cuando el condenado, de 46 años de edad, se encontraba a solas con su único hermano, momento que aprovechó para atacarle por sorpresa con un cuchillo de 25 centímetros de longitud.

El fallo, con fecha del pasado 27 de mayo, declara probado que el acusado mató primero a su hermano en el domicilio familiar en la mañana del 13 de septiembre de 2018, tras abalanzarse sobre él y asestarle múltiples cuchilladas en distintas partes del cuerpo.

A continuación, aguardó en la vivienda a que regresara su padre, de 71 años y que se había ido a pescar. Conel mismo factor sorpresa, le asestó 11 puñaladas con el mismo cuchillo con el que había matado al hermano. Según el relato de la Fiscalía, que había pedido prisión permanente revisable, el padre también murió como consecuencia de la pérdida de sangre provocada por las heridas.

La madre del condenado, de 69 años, acabó convirtiéndose en la tercera víctima cuando volvió de trabajar a las doce del mediodía y al acceder al salón, vio el cuerpo sin vida de su marido y comenzó a gritar para pedir ayuda. Sin embargo, su hijo también se abalanzó sobre ella y le asestó 8 puñaladas que también le causaron la muerte.

Condena

El magistrado de la Audiencia de Alicante, Francisco Javier Guirau Zapata, condena al hombre como autor de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, y con agravante de parentesco, en la persona de su hermano, a 22 años, 6 meses y 1 día de prisión; como autor de un delito de asesinato con alevosía y agravante de parentesco, por la muerte de su padre, a 21 años de cárcel, y como autor de un delito de asesinato con alevosía y agravante de parentesco, cometido contra su madre, a prisión permanente revisable y accesoria de inhabilitación absoluta durante el tiempo de condena, requiriendo la progresión a tercer grado el cumplimiento de un mínimo de veinte años de prisión.